El Parlamento portugués autoriza llevar el estado de emergencia hasta el 16 de marzo
La Asamblea de la República, Parlamento portugués, ha ratificado este jueves la ampliación del estado de alarma propuesto por el presidente de la República, Marcelo Rebelo, una situación que de momento durará hasta el 16 de marzo inclusive debido a la “calamidad” que está causando la pandemia especialmente en esta tercera ola.
El Partido Socialista, y el centro derecha representado por PSD o CDS han votado a favor mientras que otras fuerzas de izquierda como el Bloco de Esquerda, se han abstenido, o en el caso del Partido Comunista han votado en contra.
Ahora el Gobierno luso tendrá que decidir qué medidas aplica para los próximos 15 días pero no es esperan cambios sino continuar con una normativa estricta que está dando resultados e incluye el “deber cívico” de quedarse en casa y las restricciones fronterizas.
Más vacunas
El ministro de Administración Interna, Eduardo Cabrita, ha dicho en la sesión parlamentaria que Portugal “tendrá más vacunas que los portugueses infectados” al final de la semana.
En la Asamblea de la República, en una intervención antes de que los diputados aprobaran la renovación del estado de emergencia, Cabrita, según explica el Gobierno en un comunicado, explicó los objetivos a corto plazo: «Con determinación, con sentido de resiliencia, con sentido de movilización para todos, necesitamos aumentar el espacio de respuesta de las estructuras de salud. Y tenemos que aumentar el espacio que permite la vuelta a la escuela y la recuperación de actividades económicas ».
«Hoy, exactamente, llegamos al medio millón de portugueses que ya han recibido al menos una dosis de la vacuna, y lo hacemos con prioridades claras y solidarias. Es significativo que ya se haya logrado alrededor del 20% de la vacunación entre los ciudadanos mayores de 80 años. Y superamos el indicador de dos mil 15 mil bomberos vacunados hace dos semanas, alcanzando alrededor de 16 mil ».
Portugal “avanza” y las cifras registradas “demuestran la idoneidad de las medidas” tomadas por el gobierno de confinamiento general.
El Gobierno luso ha señalado que las dramáticas semanas vividas en enero y principios de febrero se debieron entre otras cosas a que los portugueses no “interiorizaron” la gravedad de la situación e inicialmente no se comportaron con arreglo a ella.
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