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“China es un nuevo colonialismo: construyen carreteras a cambio del fortalecimiento de su propio país”

Belén Puñal

Hubo un tiempo en el que la Comunicación para el Desarrollo se gestaba en los laboratorios comunicativos de los Estados Unidos y se entendía como la elaboración de campañas informativas para sacar a los “pobres países del sur de su atraso”. Pero la comunicación que busca un verdadero cambio social no es vertical sino horizontal y nace de las propias comunidades, no de grandes conglomerados mediáticos. De esta forma de entender la comunicación, que apenas tiene eco en las universidades españolas, los habló el profesor Thomas Tufte, que estuvo en Compostela en el encuentro de la REAL_CODE, la Red Europa América Latina de Cooperación y Desarrollo.

¿El concepto de desarrollo puede ser entendido de formas muy diversas e incluso dispares. Qué es para ti la comunicación para el desarrollo?

El desarrollo ha sido interpretado de forma muy estrecha, ligada con un crecimiento económico lineal. Para mí, sin embargo, el desarrollo implica derechos humanos, justicia social e igualdad social y económica. Desde mi punto de vista, la comunicación para el desarrollo implica un cuestionamento al proyecto de desarrollo hegemónico neoliberal que ponen el énfasis en el crecimiento económico y en un mercado libre, con un gran coste social.

Dices que la Comunicación para el Desarrollo está en un momento de encrucijada. ¿Por qué?

Hay toda una práctica de las instituciones gubernamentales, no gubernamentales y trasnacionales como la ONU en la que la comunicación para el desarrollo se entiende de manera vertical, de arriba abajo, como sucede, por ejemplo, en las campañas de salud, de educación o de desarrollo agrícola que organizan. Sin embargo, la mayoría de las veces, no se cuestiona el proyecto hegemónico de desarrollo. La movilización social que podemos ver tras la Primavera Árabe o el 15-M cuestiona ese gran proyecto de desarrollo y utiliza los medios de formas nuevas, de abajo arriba, y distintas a la de las prácticas institucionales.

¿Pero tú consideras que en movimientos como la Primavera Árabe o el 15M se ha sobrevalorado el papel de las nuevas tecnologías?

Es una simplificación tremenda hablar de ellas como revolución facebook o revolución twitter. Detrás hay toda una interrelación entre las nuevas tecnologías y los medios tradicionales y, además, no podemos olvidar que el 15M parte de toda una historia de movimientos sociales, como fue en su momento la movilización contra la guerra de Irak, en el desarrollo de la sociedad española.

América Latina es un referente en la Comunicación para el Desarrollo. ¿Qué nos tiene que enseñar en este campo?

Las buenas experiencias en comunicación comunitaria, las décadas de experiencia en movimientos populares y sociales, las luchas contra las dictaduras en la década de los ochenta e incluso antes, es una rica experiencia que América Latina nos enseña. Brasil lleva ya veinte años con presupuestos participativos, lo que implica abrir a la discusión ciudadana los presupuestos locales, y ahora esta experiencia se está exportando a África. Hoy en día, en Kenia, por ejemplo, se está aplicando esta práctica usando las nuevas tecnologías. Las ONG, por ejemplo, expanden sus denuncias empleando de manera masiva los móviles cuando los gobiernos locales no gastan el dinero comprometido y existen irregularidades en la gobernanza local.

¿Cómo valoras el modelo de desarrollo con el que trabaja la UE?

El proyecto de desarrollo de la UE sigue estando más orientado al apoyo a sí misma que al resto del mundo. Tenemos que seguir cuestionando su forma y desarrollo y los fines que pretende: el fortalecimiento de Europa como motor económico a través de los proyectos que apoya. El intercambio de estudiantes, por ejemplo, tiene más que ver con la importación de buenas y buenos estudiantes para Europa que con el apoyo a África, Asia, o América Latina.

En la actualidad, se están debatiendo visiones muy distintas del desarrollo, desde las propuestas del Buen Vivir en América Latina hasta el crecimiento económico de China y su apoyo interesado a la cooperación en África

La presencia de China es un nuevo colonialismo: se construyen carreteras y hospitales a cambio del fortalecimiento económico de su propio país. Quizás es una reproducción de lo que el mundo occidental ha venido haciendo en África. Pero hay otras propuestas de desarrollo. En Bután, por ejemplo, hay todo un concepto de desarrollo alrededor de la felicidad y tienen alrededor de 32 indicadores alrededor de la misma. Detrás de la propuesta del buen vivir, en América Latina, hay una propuesta muy seria. Desde el PNUD hace ya veinte años que se hizo una propuesta de desarrollo humano que va más allá de lo económico. En cada lugar hay una interpretación de desarrollo. Pero, dicho esto, tenemos que pensar a partir de los valores que todos compartimos, de los principios de justicia social, equidad social y derechos humanos.

En momentos de crisis, los presupuestos para la cooperación disminuyen. ¿Cómo le está afectando esto a la Comunicación para el Desarrollo?

Los presupuestos para la cooperación se están reduciendo dramáticamente en España. Pero esta no es aún una tendencia global. En Dinamarca incluso se aumentó en cooperación técnica tras el cambio de gobierno que tuvo lugar el año pasado y Estados Unidos está manteniendo el mismo nivel de cooperación técnica. De todas formas, probablemente en los próximos años sí haya una reducción, que obligará a priorizar. Lo que está habiendo ya en la cooperación para el desarrollo es un énfasis cada vez mayor en procesos de buena gobernanza, que quizás sea más barato que enfatizar en otras cuestiones como campañas de salud, con mucho peso en años anteriores.

Me gustaría terminar esta entrevista con un proyecto de medio comunitario que a ti te haya llegado especialmente

Acabo de volver de Malaui. En agosto estuve haciendo una evaluación de un proyecto comunitario basado en las ideas de Paulo Freire, en sus círculos de reflexión. De manera muy práctica, gente muy humilde basó, en una pedagogía que parte de la comunicación dialógica, la adopción de pasos importantes como la organización en cooperativas o la realización de demandas a sus gobiernos locales. Es todo un ejemplo de articulación ciudadana basada en una articulación comunitaria que parte de la comunicación dialógica.

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