'Crowdfunding' erótico: los secretos (confesables) de una web que ofrece recompensas picantes
Hace ya un tiempo que el 'crowdfunding' se puso de moda y no parece que vaya a marchitarse en un futuro próximo. Muchas 'startups' han visto en el micromecenazgo una alternativa viable para obtener financiación cuando otros caminos, como encontrar un inversor o pedir dinero al banco, parecen estar cerrados.
Financiación para empresas pero también para las ideas de particulares. Así, más allá de las famosas Kickstarter e Indiegogo, en la Red podemos encontrar plataformas de 'crowdfunding' para apoyar causas sociales, como la autoproclamada reina del sector GoFundMe; proporcionar una vivienda a las familias que carecen de un techo, como Newstory; o impulsar algún proyecto español relacionado con la salud, como Crowdsasuna.
Sin duda, una de las más atípicas es Piggy Bank Girls, una web para activar proyectos encabezados por mujeres que recompensan a los mecenas con fotos y vídeos (semi)pornográficos. “Es como cualquier otro sitio de financiación colectiva. La diferencia es que aquí las recompensas son de contenido erótico”, explica a HojaDeRouter.com su fundadora, Sasha Schoonen.
El 'crowdfunding' erótico
La página nació tras estudiar el mundo de las 'camgirls', mujeres que cuelgan vídeos porno y ofrecen actuaciones en directo a través de una 'webcam'. Tras charlar con varias actrices, descubrieron que buena parte veían su profesión como el trabajo de sus sueños y no como uno temporal que les sirviera para pagar el alquiler o sus estudios.
Entonces se les ocurrió que estas chicas podrían beneficiarse de las ventajas de un 'crowdfunding' especialmente pensado para ellas. “Los motivos por los que una chica empieza una campaña en Piggy Bank Girls pueden ser tan variados como la vida misma: desde la necesidad de un par de gafas graduadas hasta conseguir ayuda para los damnificados en las inundaciones de Bosnia y Serbia, pasando por un nuevo tatuaje o unas vacaciones”, nos cuenta Schoonen.
El 'crowdfunding' erótico sigue el mismo ritual que otro cualquiera. Las chicas lanzan su campaña, explican el proyecto en un vídeo y ofrecen una serie de recompensas a los usuarios que decidan aportar dinero.
De acuerdo con su fundadora, cada una establece el número y valor de sus propias recompensas, así como la suma que quieren conseguir y el tiempo que durará su campaña. Si en ese tiempo no han logrado alcanzar su objetivo, a diferencia de lo que sucede en Kickstarter, se quedan con la cifra que hayan recaudado hasta el momento.
Según Schoonen, el 35% de las campañas de Piggy Bank Girls acaban con éxito, un porcentaje que no suele superar el 20% en otras plataformas. Por contra, mientras las webs más populares se quedan con una comisión del 10% en cada campaña, este 'crowdfunding' erótico exige el 20%.
“Otra diferencia es que permitimos desnudos, aunque no es obligatorio. También tenemos un componente de red social”, explica. “Tanto las chicas como los miembros tienen un perfil y pueden mandar mensajes, por lo que se puede entablar contacto más allá de las campañas”.
Para chicas del sector
Unos 95.000 usuarios visitaron la página en febrero, y muchos se decidieron a poner su granito de arena para hacer realidad los proyectos de 'camgirls' (profesionales y 'amateur'), actrices porno y/o estudiantes.
Sirva como ejemplo el caso de Lily Marie, una 'camgirl' alemana de 24 años que ha logrado obtener los 2.000 dólares (unos 1.900 euros) que necesitaba para hacer realidad uno de sus sueños: viajar a Estados Unidos. De acuerdo con la alemana, el dinero que obtiene de sus actuaciones delante de la 'webcam' bastaba para cubrir los costes básicos de la aventura, pero lo recaudado durante la campaña le permitirá viajar sin estrecheces económicas.
Lily Marie se propuso obtener el dinero en siete meses, pero lo consiguió en tan solo tres semanas. Aunque ya es un éxito, la campaña aún no ha terminado y la alemana podrá seguir incrementando su recaudación hasta agosto.
Presente en el sector desde 2011, cuando preguntamos a Lily por su experiencia en Piggy Bank Girls, lo tiene claro: “Es la mejor decisión que he tomado en mi vida”. Por eso anima a todas sus compañeras de profesión a que creen su propia campaña, aunque admite que la suerte puede ser dispar: “Las chicas que tienen repercusión en redes sociales y una buena cantidad de contenido que ofrecer como recompensa son las que más posibilidades tienen de triunfar”.
Algo que también ha advertido Irina Vega, una 'camgirl' que regenta su propia productora porno. “Lo tendrá más fácil una chica que ya trabaje en esto porque ya hay gente que la ve y que la sigue”, admite la española.
Irina, junto con su compañera Lidia, ha lanzado una campaña para recaudar 500 dólares (unos 480 euros) que pretenden destinar a su proyecto de 'cosplay'. Pretenden adquirir disfraces de personajes de series, cómics y videojuegos para vestirlos (y desvestirlos) en su próxima película. Una colección de fotos de Irina, vídeos eróticos de ambas y ropa interior usada son algunas de las recompensas que ofrecen.
Como en el caso de Lily Marie, el dinero que obtienen con sus actuaciones por 'webcam' y los vídeos de su productora hubiera sido suficiente para costear los trajes y el material necesario para la grabación. De acuerdo con Irina, la campaña en Piggy Bank Girls les servirá más como publicidad. “Me pareció interesante lanzar la campaña por el dinero y por ver si les puede gustar a los usuarios el proyecto, y también para que los usuarios de Piggy Bank Girls puedan acceder y descubrir mi página”.
Aunque es una de las más singulares, Piggy Bank Girls no es la única plataforma de 'crowdfunding' erótico. En Estados Unidos, Offbeatr también ayuda a financiar proyectos relacionados con el mundo del sexo: películas, videoclips, fotos, libros, cómics, juguetes e incluso programas informáticos.
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Las imágenes de este reportaje han sido cedidas por Piggy Bank Girls