Casi 80 personas de Can Rova 2 solicitan ayuda a los servicios sociales de Santa Eulària tras su desalojo

Un total de 77 personas, incluyendo 11 menores, que residían en el asentamiento Can Rova 2 en Santa Eulària han solicitado ayuda a los servicios sociales del municipio tras el desalojo de la zona. Según ha informado el concejal de Seguridad Ciudadana de Santa Eulària, Juan Carlos Roselló, todos los afectados han recibido una primera valoración y se han gestionado soluciones para los problemas habitacionales y otras necesidades urgentes.

El Ajuntament ha reforzado el servicio de Bienestar Social para atender a los exocupantes, garantizando que cada familia o persona que ha acudido a solicitar ayuda reciba la atención que precise. “Todo el que ha ido al departamento de Bienestar Social ha recibido la atención que le hemos podido brindar”, ha asegurado Roselló. Entre los 77 afectados, 28 son mujeres (de las cuales cuatro están embarazadas), 36 son hombres, y 11 son menores de edad. Además, una persona ha necesitado atención sanitaria y otra es mayor de 65 años.

En cuanto a los menores y sus madres, el Consistorio ha derivado a cuatro madres con sus hijos al centro de acogida de Nazaret, donde han encontrado alojamiento. En el caso de los hombres adultos, la mayoría ha indicado tener alternativas para su alojamiento, aunque dos familias han mostrado la intención de regresar a la Península, aunque hasta el momento no han solicitado ayuda para ello.

El Ajuntament ha ofrecido varias opciones para garantizar el alojamiento temporal de los afectados, como plazas en hostales, campings y ayudas para el pago de entradas a viviendas de alquiler. Además, se ha gestionado una plaza en el centro de acogida Sa Joveria, y hasta la fecha, nueve familias han sido acogidas en diferentes modalidades de alojamiento.

Gestión de residuos y limpieza

Paralelamente, el proceso de limpieza de la parcela ocupada por el asentamiento de Can Rova 2 continúa. Se han retirado más de 100 toneladas de residuos hasta el momento, pero todavía queda la mitad por limpiar. Entre los materiales peligrosos que deben ser tratados con especial cuidado se encuentran las uralitas, por lo que los trabajos de retirada se extenderán varios días más. Además, se procederá al vaciado de fosas sépticas para evitar la posible contaminación de aguas subterráneas. Según Roselló, se espera que los trabajos de limpieza finalicen el viernes.

Desde el punto de vista jurídico, el Ajuntament ha adoptado una estrategia pionera para abordar la problemática del asentamiento. Los servicios jurídicos del Consistorio solicitaron una medida cautelarísima “in audita parte” ante el Juzgado de lo Contencioso Administrativo, lo que permitió actuar de forma inmediata, sin necesidad de una audiencia previa, ante los graves riesgos que presentaba la zona. La medida busca garantizar la seguridad y salud pública, dado que el asentamiento contaba con construcciones realizadas con materiales inflamables y otros riesgos para la salud.