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The Guardian en español

El fantasma del virus acecha a los trabajadores de Disney World, que vuelve a abrir sus puertas en EEUU

Una niña con mascarilla mira los globos de Mickey Mouse en el centro comercial de Disney Springs.

Michael Sainato

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Disney World ha reabierto sus cuatro parques temáticos en Florida la semana pasada, justo la misma semana en la que el estado registraba un incremento de casos que lo convertía en uno de los lugares de mayor transmisión diaria del virus. Los huéspedes que deciden visitar el parque temático son recibidos con esta advertencia en la página web de Disney: “Al visitar las instalaciones de Walt Disney World usted asume voluntariamente los riesgos relacionados con la exposición a la COVID-19”.

Para los trabajadores de Disney, dicho aviso llega en forma de paradoja. Muchos no tienen demasiadas opciones laborales como para abandonar el parque temático más visitado del mundo y algunos expresan sus miedos ante un posible contagio del virus. Ante esta situación, se vuelve inevitable elegir entre el riesgo para la salud o el riesgo para la subsistencia.

Disney World emplea a unas 75.000 personas en Florida y otras 30.000 en California, que regresan a sus puestos de trabajo en un momento en que los contagios no dejan de aumentar en ambos estados. “De cara a esta reapertura nos preocupan el riesgo inminente de enfermar, la seguridad económica y que haya que cerrar de nuevo”, dijo Dan Rey, camarero desde hace 25 años en Disney y sindicalista de la organización Unite Here.

A Rey todavía no le han pedido que regrese al trabajo. Como él, miles de empleados de Disney tardaron semanas en recibir alguna compensación por desempleo. Muchas de las solicitudes en Florida ni siquiera se han procesado, y menos aun, pagado. El 26 de julio termina el plazo aprobado para cobrar un subsidio por desempleo del gobierno federal. A partir de ese momento, los parados tendrán que sobrevivir con el máximo de 275 dólares (aproximadamente 237 euros) por semana que paga el estado.

Rey explicó que “muchas personas tienen miedo a regresar al trabajo debido a la amenaza real de contagiarse de Covid. En este momento Florida es el epicentro mundial de la pandemia. Pero también tienen miedo de no regresar al trabajo porque no tenemos apoyo económico”. Y añadió: “el problema real es que no podemos permitirnos no trabajar. El gobernador de Florida presenta más excusas que planes. Todavía hay gente que no ha recibido apoyo económico porque el sistema de subsidios de desempleo no funciona”.

Mike Beaver, que trabaja desde hace casi 20 años en las atracciones de Tomorrowland en el parque temático Magic Kingdom, dentro del Walt Disney Resort de Florida, regresó a su puesto el 29 de junio. “Cuando se anunció que Disney World reabriría los parques, pensé que era demasiado pronto, aunque algunos parques hubieran abierto antes que Disney”, dijo mientras le tomaban la temperatura en el trabajo, a pesar de que el termómetro no registraba la temperatura resultante.

Bryan Amstutz, que organiza vacaciones en Walt Disney World, dijo que sólo un tercio de su departamento ha regresado al trabajo por ahora y que no espera que le llamen hasta enero de 2021 o incluso más tarde. “No me pagan lo suficiente como para que me ponga a perseguir al Covid-19”, agregó.

Algunas secciones de Disneyland en Anaheim, California, han comenzado a reabrir escalonadamente mientras esperan la aprobación de las autoridades del estado para reabrir los parques y hoteles.

“Mi mayor preocupación a la hora de regresar al trabajo es que tengo hijos pequeños y mi madre es mayor. No puedo traer el virus a casa. No es seguro regresar al trabajo. Los casos aumentan en California”, explicó Inez Guzman, que ha trabajado limpiando hoteles en Disneyland desde hace cinco años.

Glynndana Shevlin, trabajadora desde hace 32 años en el departamento de comidas y bebidas, quiere regresar al trabajo por miedo a perder su apartamento. Lleva allí dos años y antes pasó una temporada sin hogar. Pero también le preocupa su seguridad, la de sus compañeros y la de los clientes. Una de sus amigas y compañera de trabajo está ingresada en un hospital con coronavirus.

“Vivo sola y tengo más de sesenta años. Estoy muy preocupada por el regreso al trabajo, por la seguridad. Queremos que haya disponibilidad de pruebas de coronavirus en el trabajo cuando sea necesario y todo tipo de medidas de seguridad”, explicó Shevlin. “Cuando llego a casa de noche, no quiero preocuparme por enfermar y, en caso de enfermar, por tener acceso a los medicamentos y la atención sanitaria necesarios o por poder pagarlos”.

Los sindicatos piden que se hagan pruebas en los centros de trabajo

La sección 11 del sindicato Unite Here está negociando con Disney la puesta en marcha de protocolos de seguridad y medidas de protección para los empleados cuando reabran los parques.

Austin Lynch, uno de los sindicalistas que participa en la negociación con la empresa, dijo que el sindicato ha logrado que la compañía tome la temperatura a sus empleados a diario, antes de entrar a trabajar, y que ha aceptado facilitar los equipos de protección personal que sean necesarios.

Pero el sindicato no se conforma y sigue presionando a Disney para que instale un sistema que haga pruebas a sus empleados con el objetivo de detectar contagios; se comprometa a garantizar personal y equipos de limpieza y desinfección extra y aplique los controles de temperatura a las personas que se alojan en los hoteles de la empresa.

“Algunos de los aspectos más importantes de la seguridad [de los parques y hoteles] no están cubiertos y hasta que no se resuelvan, no creemos que sea seguro abrir. O se encargan de cada uno de los temas a la hora de evitar los contagios o estarán funcionando sin suficiente seguridad. Trabajar aplicando unas medidas de seguridad y otras no sólo servirá para que haya contagios”, explico Lynch.

Un representante de la empresa Disney respondió a The Guardian por correo electrónico y explicó que la reapertura de Disneyland estaba pendiente de aprobación por parte de las autoridades estatales, que de cara a ese día se están desarrollando procesos de formación de empleados, aplicando medidas de seguridad e higiene en el trabajo, desinfectando y aplicando soluciones tecnológicas.

“Mientras continuamos con la apertura escalonada de nuestros parques e instalaciones en todo el mundo, nos tomamos muy serio nuestra responsabilidad con la aplicación de medidas de seguridad e higiene para nuestros clientes, nuestros equipos y el conjunto de la comunidad. Hemos reimaginado la experiencia Disney desde el incremento de los procesos de limpieza y desinfección de parques e instalaciones hasta los mecanismos de seguridad e higiene. El objetivo es que todos podamos disfrutar de la magia con responsabilidad”, contestó el representante.

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