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Trump prepara un cara a cara entre Putin y Zelenski tras una jornada de reuniones y llamadas diplomáticas

Zelenski y Trump se reúnen en la Casa Blanca, en Washington DC, este 18 de agosto de 2025.

Juan Gabriel García

18 de agosto de 2025 18:15 h

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El optimismo con el que el presidente estadounidense, Donald Trump, empezó la reunión con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, se ha materializado al final de la jornada del lunes. “Creo que, si todo sale bien hoy, tendremos una trilateral”, afirmaba el republicano. Al final de las conversaciones con el ucraniano y los líderes europeos, Trump ha anunciado que empieza a preparar un encuentro entre Zelenski y el presidente ruso, Vladímir Putin. El lugar y la fecha están por concretar, así como la confirmación oficial del Kremlin.

“Después de que tenga lugar esa reunión, celebraremos un trilateral, que consistirá en los dos presidentes, más yo mismo. Una vez más, fue un muy buen primer paso para una guerra que ya dura casi cuatro años”, ha escrito el republicano en Truth Social después de llamarse con Putin. En otro gesto de deferencia al ruso, el mandatario no ha tenido problema en interrumpir las conversaciones con los europeos para descolgar el teléfono y hablar con él.

Tras su encuentro con el estadounidense, Zelenski ha asegurado que espera una reunión con Putin “sin condiciones” en las próximas dos semanas. “Es posible que para que esto se requiera de la presión de Estados Unidos”, añadió. Zelenski se ha mostrado satisfecho con el respaldo de Washington a las garantías de seguridad: “Es muy importante que Estados Unidos dé una señal tan firme y esté listo para asegurarlas”.

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaró a la televisión pública, a su vez, que “cualquier contacto que involucre a los jefes de Estado debe prepararse minuciosamente”.

Por su parte, Trump ha dicho que serán los europeos quienes ofrezcan esas garantías y ha valorado positivamente los encuentros con los líderes europeos y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. “Durante el encuentro hablamos de las garantías de seguridad para Ucrania, que serían proporcionadas por los distintos países europeos, en coordinación con los Estados Unidos de América. Todos están muy contentos con la posibilidad de la paz para Rusia/Ucrania”. Trump se ha comprometido a coordinar los esfuerzos para mantener la seguridad de los ucranianos, aunque Europa será la que deberá cargar con el grueso de la responsabilidad.

La pasada primavera, tanto Reino Unido como Francia ya se mostraron dispuestos a enviar tropas de paz a Ucrania de cara a un escenario posterior a la finalización del conflicto.

Este compromiso con la garantía de seguridad se traducirá en la compra de armamento a EEUU por valor de 90.000 millones de dólares por parte de Kiev con financiación europea, según ha informado el propio Zelenski.

Sin mencionar el paquete militar durante las conversaciones, Trump ha vinculado las garantías de seguridad para Ucrania con las cesiones territoriales. Algo a lo que Zelenski se ha mostrado abierto, pero con la condición de que se hable en la reunión trilateral que aún no tiene fecha. La postura del ucraniano pretende pasar toda la presión a Moscú, ya que desde que empezó la guerra se ha negado a sentarse en la misma mesa que Kiev.

Delante de los líderes europeos, Zelenski ya ha hecho referencia velada a la conversación privada con Trump sobre el reparto territorial. “Gracias por el mapa”, le ha dicho el ucraniano, que a la salida de la reunión ha explicado que Trump le habría mostrado un mapa con los frentes de combate y las zonas que Ucrania debería ceder. Zelenski ha afirmado que no está de acuerdo del todo con las renuncias planteadas por Trump.

El presidente ucraniano volvía a pisar este lunes la Casa Blanca para reunirse con el republicano con los gritos de la última vez pendiendo sobre su cabeza. Zelenski ha visto cómo el estadounidense ha pasado en los últimos días de acercar posiciones con Europa y su país a adoptar posiciones más cercanas al Kremlin; sin embargo, Trump ha evitado durante el cara a cara la confrontación con su homólogo ucraniano.

“Vamos a conseguir una paz duradera”, ha afirmado el presidente de EEUU. “He terminado seis guerras y pensaba que esta sería la más fácil, pero no lo es. Es duro”, ha añadido. En un cambio de postura destacado, Trump ha dicho que podría haber negociaciones antes de un alto el fuego, asumiendo una de las posturas de Rusia. “En todas las guerras que he terminado no he hecho ningún alto el fuego. Pensaba que sería bueno tenerlo, me gusta el concepto, pero podemos trabajar un acuerdo mientras combaten”, ha explicado.

En esta ocasión, el ucraniano ha dejado en casa el uniforme militar y ha vestido una chaqueta y una camisa negras. Una indumentaria que, como es habitual, Trump ha comentado ante la prensa al recibirle en la entrada de la Casa Blanca. Más tarde, el periodista Glenn Brian (pareja de la trumpista Marjorie Taylor Greene), volvió a hacer un comentario socarrón sobre la vestimenta del líder ucraniano.

“Me encanta tu traje”, le ha gritado Brian, quien seis meses atrás echó más leña al fuego criticando la vestimenta del ucraniano. Zelenski ha respondido con una amplia carcajada en un esfuerzo por ganarse al presidente y a toda su parroquia.

Con otra lección amarga ya aprendida, Zelenski ha arrancado su intervención colmando de agradecimientos a Trump después de que, durante su primera visita a la Casa Blanca, el vicepresidente JD Vance le reprochara no haber agradecido suficientemente la ayuda estadounidense a Ucrania desde el comienzo del conflicto en 2022. El lunes, el presidente ucraniano dio las gracias hasta ocho veces en el Despacho Oval, donde compareció con un tono mucho más dócil que el pasado febrero, tras meses de chantaje por parte de Washington, en los que a Trump no le ha temblado el pulso a la hora de cortar la ayuda militar y económica a Kiev.

El presidente ucraniano ha parecido estar abierto a algunas de las demandas de Putin. “Hace falta seguridad, un alto el fuego por tierra mar y aire, para que la gente pueda votar democráticamente. Durante la guerra no se puede votar”, ha dicho en respuesta a una pregunta de Glenn Brian, que no era inocente: celebrar elecciones es otra de las exigencias del presidente ruso a las cuales Trump ya ha dado su respaldo.

Reunión con los líderes europeos

La comitiva europea estaba integrada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente francés, Emmanuel Macron; el canciller alemán, Friedrich Merz; el primer ministro británico, Keir Starmer; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el presidente de Finlandia, Alexander Stubb —que conforman la llamada Coalición de los Voluntarios—. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, también estuvo presente.

El canciller alemán, Friedrich Merz, ha contradicho a Trump respecto a la necesidad de un alto el fuego en Ucrania: “Me gustaría enfatizar este aspecto y recalcar con fuerza la necesidad de ver un alto el fuego en la próxima reunión”.

Varios se han referido a la reunión que Trump ha prometido estar organizando con Putin, Zelenski y él mismo. Macron ha señalado que esa reunión trilateral es “muy importante”, pero ha sugerido que Europa debería participar en un encuentro posterior a cuatro bandas, porque “se está hablando de la seguridad de todo el continente europeo”.

El viaje a Washington de los europeos es otro cierre de filas simbólico con Kiev que espera reforzar la posición de Zelenski. O al menos ablandar la de Trump. Para muchos de los dirigentes no es la primera vez que pisan la Casa Blanca. De hecho, tanto Macron como Starmer ya estuvieron en el Despacho Oval en febrero con una misión similar a la de hoy, pero con un resultado para nada deseado: no pudieron evitar la emboscada a gritos de Trump y su vicepresidente, JD Vance, contra el ucraniano. El resultado de la encerrona se materializó, meses después, con Ucrania cediendo la explotación de sus tierras raras y recursos naturales a Estados Unidos.

A cambio de renunciar a Crimea —territorio ocupado desde el 2014— y a la entrada a la OTAN, lo que ofrece Washington son unas garantías de seguridad para Kiev. Algo que hace tiempo sí reclama Zelenski. Aun así, el presidente ucraniano ha recordado como justo ahora hace 31 años que, en 1994, Ucrania fue obligada a entregar su arsenal atómico a cambio de unas garantías de seguridad que nunca funcionaron.

El enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, que estuvo presente en la cumbre del día 15, explicó a la CNN que el viernes Putin aceptó que Washington y sus aliados europeos ofrecieran “garantías robustas” de seguridad a Ucrania, semejantes al mandato de defensa colectiva de la OTAN, a cambio de un compromiso para poner fin a la guerra. “Logramos la siguiente concesión: que Estados Unidos pudiera ofrecer una protección similar a la del artículo 5”, dijo Witkoff.

Zelenski calificó esta propuesta de la Casa Blanca como una “decisión histórica”, pero insistió en que las garantías deben ser “prácticas” y servir para “proteger por tierra, mar y aire”. También volvió a exigir una reunión trilateral con Trump y Putin para discutir las cuestiones clave de un posible acuerdo que el ucraniano teme que acaben cerrando los líderes de las dos grandes potencias sin tener en cuenta a Ucrania.

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