Ucrania abandonará las negociaciones de paz si Rusia ataca a la resistencia en Mariúpol
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha advertido de dos líneas rojas que provocarían que el gobierno que dirige abandonara las negociaciones de paz con Rusia. Por un lado, un ataque a las fuerzas que resisten en Mariúpol en la planta siderúrgica de Azovstal y, por otro, que el gobierno ruso que lidera Vladímir Putin realice referéndums en algunos de los territorios ocupados del país.
“Si nuestros hombres son asesinados en Mariúpol”, dijo Zelensky, “Ucrania se retirará de cualquier proceso de negociación”. El presidente ha dado una larga rueda de prensa esta tarde desde el metro de Kiev, de casi dos horas, donde ha atendido a numerosos medios nacionales y, sobre todo, internacionales. Esta se puede ver en su totalidad en este tuit de la agencia Reuters.
En la fábrica resisten tanto fuerzas militares, entre las que destacan el Batallón Azov (de corte ultranacionalista), como unos mil civiles que se escondieron en la planta. Este sábado, este batallón ha difundido imágenes de niños y niñas refugiados en los canales subterráneos de Azovstal.
Este sábado comenzaba con la orden de Putin de no asaltar la planta, pero sí mantener el bloqueo de víveres a las personas en su interior. El gobierno ucraniano ha denunciado ataques a la planta a lo largo de la jornada.
La viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, informó el viernes de la “posibilidad” de un corredor humanitario desde Mariúpol, pero este sábado un asesor del alcalde de la ciudad portuaria han denunciado que ha sido “frustrado” por los militares rusos y que hay cientos de personas que han sido deportadas de manera forzosa a territorio ruso.
La segunda línea roja dibujada por Volodímir Zelensky ha señalado a los planes rusos de celebrar un referéndum de independencia en ciudades ocupadas, como Jersón. Las conversaciones de paz se cancelarán si se lleva a cabo, ha advertido el presidente ucraniano, que ha sostenido que esa medida complicaría cualquier movimiento para poner fin a la guerra y que significaría que las conversaciones de paz hasta ahora un “mero teatro político”.
Informa Laura Olías.