El colegio defiende la inocencia del exprofesor logroñés condenado por abusos sexuales
El director del Colegio Gaztelueta de Leioa (Bizkaia), Imanol Goyarrola, en el que trabajó el exprofesor logroñés condenado por abusos sexuales a un antiguo alumno del centro ha defendido la “inocencia del profesor”, con el que “se ha cometido una injusticia”. Además, tras afirmar que no puede “pedir perdón”, ha insistido en la falta de credibilidad del relato del joven al que, según ha criticado, se ha sometido a una “cruel exposición mediática” y que padece “un trastorno”.
El pronunciamiento de Goyarrola se ha producido un día después de que la Audiencia Provincial de Bizkaia desestimara la petición de ingreso en prisión del exdocente, condenado a 11 años de prisión, que había solicitado la acusación particular. El condenado deberá comparecer semanalmente ante el Juzgado de Guardia.
En una comparecencia del director en el propio centro educativo, junto al presidente del entidad titular del colegio Gaztelueta, Juan Anguisola, ambos han asegurado que no comparten la sentencia dictada por la Audiencia provincial y se han mostrado convencidos de su inocencia.
Según Goyarrola, el relato del alumno no es “creíble” por lo que ha manifestado su temor ante la posibilidad de que “se condene a un inocente”. No obstante, ha deseado la “recuperación” del joven por el que ha dicho sentir “pena”.
“Siento mucha pena por el antiguo alumno y su indudable sufrimiento, por la cruel exposición mediática a la que ha sido sometido por su propio entorno. Deseo profundamente que el antiguo alumno recupere la salud cuanto antes”, ha lamentado.
En este sentido, y ante las continuas reclamaciones que ha realizado la familia del antiguo alumno para que pida perdón, Goyarrola ha asegurado que “no puede”.
“Reconozco la victoria de la acusación en el juicio. El objetivo, por encima de todo, era que hubiera una condena. Lo han conseguido. Por si no ha quedado claro, sigo creyendo en la inocencia del profesor. Y sé que no soy el único que lo piensa. De hecho, somos muchos y no solo los del colegio como se quiere hacer creer”, ha añadido.
El director del colegio ha insistido en “la inocencia del profesor”. “No solo por su testimonio, sino porque no he visto ninguna prueba incriminatoria, porque conozco las contradicciones del relato del chico y soy testigo directo de muchas de las mentiras que se han dicho hasta llegar a la condena”, ha manifestado.
Goyarrola ha asegurado que no le queda “más remedio” que aceptar la sentencia condenatoria, pero se ha mostrado convencido de que “se ha cometido una injusticia”. “En mi opinión, el juicio puede resumirse de la siguiente manera: Todo lo que dice el antiguo alumno es cierto, y el que dice lo contrario miente”, ha señalado.
Según ha apuntado, resulta “evidente” que “no existe ninguna prueba más allá de la declaración de un joven” y ha lamentado que “sea suficiente para condenar a una persona a 11 años de cárcel. No podemos tener la conciencia tranquila con esta condena”. Además, ha asegurado que la sentencia “no recoge de forma fidedigna” su declaración ni la de otros alumnos y profesores.
Goyarrola ha insistido en que “por coherencia” no puede asumir la culpabilidad del exprofesor, y ha defendido la actuación del Colegio desde que se conocieran los hechos denunciados, también los de acoso.
“En cierto sentido, me habría quedado menos consternado si me hubieran mostrado pruebas que demostraran que ese profesor era culpable. Estoy sobrecogido por la sensación de que se pueda haber condenado a un inocente”, ha señalado.
También ha arremetido contra la actuación de la familia de la víctima. “Durante años, el padre ha dicho auténticas barbaridades sobre mí y sobre el colegio. Me han acusado de mentir y de encubrir. Acusaciones tan infundadas e injustas que he decidido no contestar”, ha dicho.
“Una sentencia limpia, contundente y precisa”
El padre de la víctima ha sido contundente al conocer estas declaraciones y ha declarado para Rioja2: “La sentencia las dicta un juez no el colegio Gaztelueta ni los fiscales. Parece que esto no lo deben entender ni tienen mucha compresión lectora, porque todo lo que han dicho ha quedado desacreditado en esa sentencia, que es limpia, contundente y precisa. Y no solo es el testimonio contra el profesor, hay mucho más en esta sentencia”.
Goyarrola ha hecho un repaso de los puntos que resultan, a su juicio, poco creíbles, entre ellos que “hechos que el joven dice que sucedieron en público hayan sido negados por sus compañeros. Me refiero a hechos que el joven dice que sucedieron en clase a la vista de todos”, ha apuntado, para insistir y detallar las numerosas “contradicciones del testimonio” de la víctima “y la valoración de los peritos”.
A su juicio, es “evidente” el “trastorno” que “padece el antiguo alumno”. “Está demostrado y acreditado que lo padece, hay informes suficientes sobre su estrés, sobre los delirios y alucinaciones que tuvo ante testigos. Su sufrimiento es real. Es un tema serio”, ha dicho.
No obstante, ha indicado que “los periodos de ansiedad por los que el antiguo alumno fue puesto en tratamiento y medicado, comenzaron dos años antes de conocer al profesor, y no a raíz de conocerle como les habían dicho a los peritos”. “Yo solo encuentro datos que contradicen la declaración”, ha insistido.
Goyarrola se ha preguntado por qué no hay “ningún otro tutelado de ese profesor que haya sufrido abusos” y ha llegado a afirmar que él mismo “podría estar condenado en la cárcel” puesto que fue su preceptor en 5º y 6º de primaria, “cuando él sufrió los episodios de ansiedad a los 10 años”.
“También le saqué de clase con más frecuencia porque faltaba mucho y quería ayudarle a que recuperara la materia y los exámenes que no había realizado”, ha dicho. Por ello, ha llamado la atención sobre “lo vulnerables e indefensos” que están “todos los profesores ante una sentencia como esta”.
Por último, ha reiterado su “más enérgica repulsa y condena” frente a “cualquier situación de abuso o acoso que pueda sufrir un menor”. “Insisto, para mí éste no es el caso”, ha dicho, a la vez que ha abierto el colegio para “comprobar” las aseveraciones realizadas durante su comparecencia.
Compromiso contra los abusos sexuales
Por su parte, el presidente de la entidad titular del colegio Gaztelueta, Juan Anguísola, ha dado lectura a un comunicado en el que ha expresado el “firme compromiso” del centro con “la lucha contra los abusos sexuales”.
“Como centro educativo, tenemos la obligación ineludible de proteger la intimidad e integridad de los menores que tenemos a nuestro cargo, manteniéndoles permanentemente a salvo de cualquier agresión”, ha explicado.
En este sentido, ha asegurado que, para Gaztelueta, el abuso sexual es “la manifestación más deplorable de agresión contra un menor, la más ruin y execrable” y ha manifestado su “compromiso frente a cualquier situación de abuso o acoso que pueda sufrir un menor es absoluto”. “Nuestra determinación en luchar, sin reservas, contra este gravísimo delito, será siempre firme e inflexible”, ha proseguido.
Anguísola ha manifestado su respeto por la sentencia de la Audiencia Provincial de Bizkaia, pero considera que “llega a una conclusión no corroborada por los hechos comprobables”, por lo que ha emplazado a conocer la resolución del recurso ante el Tribunal Supremo presentado por la defensa del exprofesor.
También, en nombre del colegio, ha manifestado su “absoluta confianza” en el equipo directivo “y en su gestión sobre este asunto”, que “ha respondido a los principios de transparencia y diligencia, en la colaboración con todas las instancias administrativas y judiciales”.
Por otra parte, ha manifestado que el centro no es “insensible” al “sufrimiento de ninguna de las partes” por lo que desea “muy sinceramente la recuperación plena del antiguo alumno de este colegio”.
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