El Gobierno de Garrido frena la ley de universidades que impulsó Cifuentes
Primera enmienda a la totalidad a la gestión de Cristina Cifuentes. El Gobierno de Ángel Garrido ha decidido frenar la ley de universidades (LEMES) que impulsó la expresidenta madrileña. La junta de portavoces de la asamblea de Madrid ha retirado este martes, por iniciativa del PP, el debate de las enmiendas a la totalidad del pleno del jueves.
La semana pasada el presidente de la Comunidad de Madrid ya dejaba la puerta abierta a paralizar la ley. Pese a que los votos del PP y Ciudadanos permiten sacarla adelante, el presidente ya anunció que no quería hacerlo sin consensos ya que quería una mayoría amplia.
Era uno de los grandes proyectos de legislatura de de Cifuentes, que ella misma enterró el día que se equivocó en la votación de la misma. Fue el pasado 15 de marzo antes de que eldiario.es destapara el caso de su máster, que habría obtenido de manera fraudulenta. Se volvía así al punto de partida y el Gobierno anunció que la volvería a presentarla, al tratarse de una de las banderas del Gobierno de la expresidenta regional. Su error volvió a iniciar el trámite parlamentario hasta hoy, que la ley morirá en un cajón hasta el final de la legislatura.
Las primeras reacciones de la oposición no se han hecho esperar. Desde Podemos celebran que Garrido haya decidido retirarla. “Celebramos la retirada de una ley que era totalmente dañina para nuestras universidades. El PP ha quedado desacreditado para reformar la Universidad después del caso Cifuentes y el caso Pablo Casado. Se trata de una victoria muy importante para el movimiento estudiantil, y para quienes defendemos la educación pública”, ha asegurado el diputado de la formación Eduardo Rubiño.
Garrido se reunió el pasado viernes con los rectores de las seis universidades públicas de la Comunidad Madrid y les ofreció un plan alternativo sin ley. En concreto, el presidente madrileño sugirió un plan de financiación estable de 2019 a 2023 con un incremento de entre 18 y 20 %; la creación de una “Unidad de Transparencia” conjunta, por encima de las ya existentes en cada universidad, y la creación de “sellos de calidad” para impulsar la excelencia.
