Más Madrid intenta por segunda vez poner un cordón sanitario a Vox en Madrid sin éxito
Iñigo Errejón lo intentó tres días después de las elecciones del 26M. Tras conseguir con su nueva formación, Más Madrid, 20 diputados en la Asamblea de Madrid, ofreció un pacto a PSOE y Ciudadanos en la región para evitar que volviera a gobernar el PP y, sobre todo, para aislar a Vox de los pactos. En la víspera del puente de agosto el Parlamento regional invistió a Isabel Díaz Ayuso como presidenta de la Comunidad de Madrid con un pacto de gobierno con Ciudadanos y otro acuerdo de investidura con la extrema derecha.
El ofrecimiento de Errejón desencadenó la que se llamó 'Operación Villacís': negociaciones entre la formación liberal y el PSOE a nivel regional y municipal que al final resultaron infructuosas y que estaba enfocadas a hacer alcaldesa a Begoña Villacís –con el apoyo necesario de Más Madrid– a cambio de que Ciudadanos respaldara la investidura de Ángel Gabilondo.
Seis meses después de aquellos movimientos, Más Madrid ha vuelto a intentar que Ciudadanos, y también esta vez el PP, pongan un cordón sanitario a la extrema derecha ofreciendo apoyar los presupuestos del bipartito siempre que se comprometan a un pacto de “mínimos” formado por seis medidas. Entre ellas ampliar Madrid Central a los barrios contiguos a la actual zona de bajas emisiones, desterrar posibles privatizaciones en el mandato y volver a negociar parte de los desarrollos del sureste con una modificación en el plan general. La formación que lideran Rita Maestre y Marta Higueras ha propuesto el pacto tras constatarse la nueva estrategia de Ciudadanos de separarse de Vox, aunque eso les obliga a votar distinto que el PP, con quien comparten gobiernos.
La respuesta del alcalde de Madrid (PP) fue inmediata. La propuesta es “una cortina de humo” y no cambia la hoja de ruta del Gobierno: seguir negociando las cuentas de 2020 con Vox. “Confío en que podamos llegar a un acuerdo aunque los detalles concretos se están negociando”, dijo José Luis Martínez-Almeida apenas tres horas después de conocerse la oferta. El regidor afeó a Vox que comunicara la oferta a través de la prensa y no al Gobierno. Fuentes del PP confirman que la propuesta no va a influir en el curso de las negociaciones. El peso de las conversaciones lo está llevando la delegada de Hacienda, Engracia Hidalgo (PP).
A última hora de la tarde, el alcalde respondía por escrito a una de las portavoces de Más Madrid, Marta Higueras. Martínez-Almeida solicita al grupo municipal que, como condición para que se produzca cualquier reunión para negociar presupuestos, Más Madrid debe “desautorizar públicamente cualquier acuerdo de gobierno al que se pudiera llegar con partidos que defienden la comisión de delitos como medio para obtener la independencia”, en referencia a las negociaciones nacionales. El regidor afirma que “la estructura de partido a la que de alguna manera” pertenece Más Madrid está “avalando pactos con partidos cuyos líderes han sido condenados por sedición”. El líder de Más País, Ínigo Errejón, trasladaba el martes por la tarde al rey, en el marco de la ronda de consultas, la voluntad de su formación de votar a favor de la investidura de Pedro Sánchez. La carta finaliza dejando la puerta abierta a “analizar” las enmiendas ordinarias que presente esta y otras formaciones.
En Ciudadanos, la contestación tuvo más matices. Alguna de las seis propuestas coincide con la posición del grupo municipal, como la de no admitir los residuos de Alcalá de Henares temporalmente en Valdemingómez. Sin embargo, la vicealcaldesa, Begoña Villacís, consideraba el bloque de medidas como “una enmienda a la totalidad de la acción de gobierno” y descartaba aceptarlas todas.
En las filas de Ciudadanos aseguran que no van a “poner cordones sanitarios” a ningún partido y que las conversaciones continúan con la extrema derecha. El grupo municipal quiere lograr el apoyo de otras formaciones de la oposición y la vicealcaldesa asegura que estudiarán las enmiendas de Más Madrid y PSOE aunque en la bancada naranja todos ya dan por hecho que las cuentas será aprobadas solo con el apoyo externo de Vox.
A estas alturas, nadie piensa ya que los de Abascal vayan a echarse atrás. Ciudadanos sabe que juega con una baza a su favor, que podría no repetirse en años futuros: no aprobar las cuentas de 2020 significa continuar con los presupuestos del equipo de Manuela Carmena y eso les da un pequeño balón de oxígeno para no claudicar ante algunas exigencias.
Más Madrid, en principio, no hará una oferta matizada al Gobierno aunque ha pedido formalmente al Gobierno sentarse a negociar el documento. Si no se logra un acuerdo, la formación de Maestre presentará una enmienda a la totalidad. Ciudadanos considera que “hay margen para que la oferta sea más posibilista” y la vicealcaldesa invitó a la formación que lideran Rita Maestre y Marta Higueras a rebajarla. En Más Madrid, sin embargo, defienden que las medidas solo comprometen una parte “mínima” del presupuesto.
El Gobierno tiene de plazo hasta el día 20 de diciembre para lograr los apoyos necesarios para sacar adelante las cuentas. Vox, que ya lleva semanas negociando con la delegada de Hacienda, apurará los plazos y presentará su batería de enmiendas en el último momento, el próximo viernes 13 de diciembre. Entre las líneas rojas que ha ido marcando a las cuentas en declaraciones públicas están las subvenciones a la Federación Regional de Asociaciones Vecinales y a lo que califican como “chiringuitos”. En este punto, Ciudadanos ya ha avanzado que no cederá.