Mi vida es un bazar

Aunque la palabra deriva del persa y viene a significar algo así como “el lugar que todo cuesta” para mi esta palabra siempre ha tenido un significado especial. Para mi es la mezcla de Baúl y azar. Os imagináis un baúl mágico donde aparecen objetos inesperados al azar. Un auténtica inspiración.

Mi vida es en muchos aspectos es como un bazar. Un lugar donde todo cuesta. Y donde nunca se qué me traerá el azar.

El fotógrafo me dijo que estuviera puntual porque tiene la agenda a tope. Yo soy fiel a mis principios y siempre llego tarde (jajaja) pero ese día llegué antes de los previsto. Hoy he quedado para planificar mi próxima sesión de fotos.

Era el medio día. Un magnífico día de invierno. De los que gustan a los guiris que visitan Madrid. Frío pero muy soleado. Andando por la callejuelas me topé con el Diurno (San Marcos 37). Uno de esos sitios que me hace sentir como en casa, no se si por sus sillones, por el acabado en madera o por su librería repleta de películas que me recuerda a mi casa.

Pedí un Rueda Blanco mientras hacía tiempo escuchando una música de Madness. El gusto afrutado del vino con su suave aroma. Sentada en los sillones frente a la vidriera que estaba calentada por los rayos de sol. Mejor que en casa.

Conozco Diurno por los brunch de los domingos. Brunch que palabra tan horrible y snob: Brunnncch. Los americanos piensan que lo han inventado todo. Pues de toda la vida en España se ha llamado almuerzo, que es la comida entre el desayuno y la comida del medio día. Le llamaré el Brunchalmuerzo.

Le mande un whatsapp al fotógrafo para que supiera que estaba allí esperando.

Llego en apenas 5 minutos con ese halo de artista que le envuelve. Terminé mi copa y nos fuimos al Bazar San Marcos 35, justo en frente a Diurno.

Me encanta este restaurante porque cumple las tres B (bueno, bonito, y atendiendo a su relación calidad-originalidad-ingredientes-precio, buenísimo).

Estamos preparando una sesión de fotos. Tendencias de verano. Chema, el fotógrafo, hizo venir a una de las modelos que estaba cerca del restaurante. Irina, una rubia rusa de más de 1,80 con brillantes ojos azules. Algo flaca para mi gusto pero con mucho pecho, aunque presiento que no es del todo suyo. Que anda poco centrada por culpa de un romance mal acabado.

Ella no habla español por lo que tuvimos que seguir la conversación en ingles. Le expliqué que era una sesión para una joven diseñadora, amiga mía, Cantian mor. Sus combinaciones inspiradas en los anudados de los corsés son simplemente espectaculares. Sus faldas sientan bien a todo el mundo. Me fascina. Hasta tiene un traje de novia en neopreno.

Terminé mi tempura de pescado y nos fuimos a ver los exteriores de la Basílica de Santa Bárbara. Chema es muy subversivo y quiere poner a una novia destrozada en la puerta de la basílica con la cruz de fondo.

Estoy encantada, pero quizás tenga que ser un poco más transgresora y sacar el traje de novia al metro que es donde nunca se ve a una novia vestida de blanco … con el rímel corrido como de haber llorado y con los tacones en la mano … que impactante ¿no?...

Empecé a escribir mi escaleta y montar los bocetos para la sesión… estoy pensando que quizás la novia deba ser yo. Quiero vestirme de novia. ¿Quién sabe?... (jajaja)