Silencio en torno al cierre del Museo de Arte Contemporáneo de Madrid
Desde el 17 de octubre de 2011 el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, ubicado en el centro cultural Conde Duque, tiene todo lo necesario para abrir de nuevo al público sus puertas, las cuales se cerraron provisionalmente el 1 de abril de 2010 con motivo de las obras de remodelación que se iban a efectuar en todo el cuartel. No obstante, ni se abrió el pasado año ni está previsto que se abra en lo que resta de 2012. A los madrileños se les está birlando la contemplación de 3.545 piezas artísticas, que son las que componen los fondos de esta institución.
El ayuntamiento excusa que aún esté cerrado este espacio en la existencia de pequeños fallos en la climatización de las salas y, sobre todo, en el hecho de que no hay dinero para colgar unas obras que permanecen sospechosamente desembaladas en los almacenes. Se da la circunstancia de que al museo se le ha retirado la totalidad del presupuesto que tenía asignado anualmente, 300.000 euros. Lo curioso del caso es que los propios funcionarios de Conde Duque desmienten lo dicho por los responsables municipales y manifiestas que el museo podría abrirse ya mismo y que lo que no hay es “voluntad política” de hacerlo.
“Ya hay realizado un proyecto museístico para colgar la obra e, incluso, nos consta que el personal adscrito a esta institución estaría dispuesto a colocar ellos mismos las distintas piezas, cosa para la que tienen suficiente capacitación y experiencia. Dicho esto, el Ayuntamiento no tiene ninguna razón real para seguir teniendo parados los 3.633 metros cuadrados de salas diáfanas del museo”, indican los trabajadores municipales.
“En torno al futuro de la institución hay un absoluto secretismo”, insisten. “Cualquier intento de averiguar qué planes hay para la institución y para la colección que atesora se encuentra con evasivas o con un muro de silencio. Creemos que en lo que se está pensando es en dejar la gestión del museo en manos de la empresa municipal MACSA, lo que significaría en la práctica la privatización de un patrimonio que es de todos los madrileños. Mientras se reinaugura o no este espacio, sabemos que se está negociando el alquiler de sus salas con grandes firmas para presentaciones, pases de modelos y cosas por el estilo. No hay duda de que la consigna es tratar de hacer negocio”.
En la remodelación del Museo de Arte Contemporáneo se han invertido cinco millones de euros. Según recogió en su día el periódico El País, el coordinador general de Las Artes, Timothy Chapman, dijo en la pasada comisión municipal del área: “La fecha de apertura la estamos todavía definiendo. Se resolverá tras la incorporación del nuevo director del Conde Duque”. Juan José Herrera, el nuevo cargo al que se refería Chapman, llegó en abril al centro cultural y aún no ha dicho nada al respecto.
Un poco de historia y de balance
Un poco de historia
El Museo de Arte Contemporáneo se inauguró en noviembre de 2001, siendo alcalde Álvarez del Manzano. Sus fondos iniciales provenían de la Colección de Arte del siglo XX del antiguo Museo Municipal de Madrid, situado en Tribunal. Esta colección había ido creciendo desmesuradamente, sobre todo a partir de los años 80, cuando la Junta Municipal de Adquisiciones de Obras de Arte fue añadiendo piezas artísticas a este fondo patrimonial. Dado que había ganado suficiente entidad para establecerse como museo independiente, se le encontró acomodo en Conde Duque.
Durante los nueve años que ha estado abierto, y contando con un director, tres personas de administración y a última hora sólo con cinco ordenanzas, todos ellos funcionarios públicos, el museo ha aumentado y conservado su colección permanente, ha organizado 42 exposiciones temporales sobre distinta temática de arte contemporáneo, ha editado 48 publicaciones sobre nuevas adquisiciones y catálogos de muestras y ha ofrecido actividades como presentaciones de libros, conciertos, visitas y programas educativos para escolares y familias. Siempre ha sido todo gratis para los ciudadanos, al igual que las múltiples cesiones de obra para otras muchas exposiciones celebradas tanto en España como en el extranjero.
“La plantilla ha sido siempre insuficiente y aún así se han hecho infinidad de cosas. Con el paso de los años no sólo no se ha aumentado el número de personas dependientes de la institución, sino que de 21 ordenanzas hemos pasado a tener cinco y la plaza de adjunto a la dirección corre el riesgo de perderse”.
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