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Jaguar Land Rover desarrolla un sistema que evitará mareos en el coche autónomo

Jaguar I-Pace, modelo 100% eléctrico de la marca británica

Víctor Celaya

Hasta ahora, los fabricantes se han volcado en crear la tecnología que hará posible en el futuro la conducción automatizada, en diferentes etapas que culminarán teóricamente con la supresión del conductor humano. También han echado a volar su imaginación para prever qué actividades cabrá desarrollar cuando ya no sea necesario atender a la carretera, pero pocos se han detenido a reflexionar sobre los efectos físicos que esa nueva forma de movilidad provocará en los ocupantes y en el antiguo conductor, reducido a un simple pasajero más.

Por ejemplo, muchos de los lectores saben que leer en el interior de un vehículo en marcha suele producir mareo y sensación de estar revuelto, sobre todo si la lectura y el viaje son prolongados. Técnicamente, quienes sienten esos síntomas son víctimas del mareo por movimiento, que afecta a más del 70% de la población y tiene lugar cuando los ojos observan información que difiere de la que perciben los oídos, la piel y el cuerpo en general. Jaguar Land Rover (JLR) ha patentado un software que pretende reducir el mareo por movimiento al adaptar el estilo de conducción de los futuros vehículos autónomos de modo que los clientes disfruten de trayectos cómodos y libres de sensaciones desagradables.

Gracias a este sistema, los factores que contribuyen al mareo por movimiento, especialmente la aceleración, la frenada y la posición en el carril, se optimizan para evitar que los pasajeros se mareen o sufran náuseas. Por supuesto, la tecnología puede adaptarse también a las características de cada modelo y de cada marca, puesto que el comprador de un Jaguar busca seguramente refinamiento y pedigrí mientras que al de un Land Rover le seducirá más la capacidad 4x4 y una presencia poderosa.

Durante la primera fase del proyecto, se ha desarrollado una “tabla de puntuación de bienestar” personalizada, que podría reducir las posibilidades de sufrir este tipo de mareo hasta un 60 %. Los expertos del centro especializado en ingeniería de software de Jaguar Land Rover en Shannon (Reino Unido) han incorporado los resultados de la tabla al sistema informático de conducción autónoma.

Este soporte inteligente combina más de 32.000 kilómetros de pruebas en condiciones reales de conducción y simulaciones virtuales para calcular una serie de parámetros con los que evaluar la dinámica de conducción. Después, el avanzado aprendizaje automático garantiza que el vehículo pueda optimizar la conducción a partir de los datos recopilados en cada kilómetro recorrido por la flota autónoma.

Los resultados del proyecto permiten que los ingenieros ya puedan desarrollar sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) más refinados para los futuros modelos de Jaguar y Land Rover, como el control de crucero adaptativo y los dispositivos relacionados con el cambio involuntario del carril.

En definitiva, JLR avanza un paso más en la transición hacia Destination Zero -cero emisiones, cero accidentes y cero congestión de tráfico-, una estrategia que aspira a crear una sociedad más segura y saludable, y con un medio ambiente más limpio, a través de un proceso de innovación continua. La marca aspira también a aumentar la calidad de vida en los futuros entornos urbanos, por lo que ha desarrollado el Project Vector, un avanzado prototipo preparado para ser autónomo en la movilidad del mañana.

A este respecto, el doctor Steve Iley, jefe médico de Jaguar Land Rover, ha señalado: “La movilidad cambia rápidamente, así que necesitamos aprovechar el potencial de los vehículos sin conductor para alcanzar nuestro objetivo de cero accidentes y cero atascos. Es crucial solventar el problema del mareo por movimiento en los coches autónomos para que los pasajeros saquen el máximo partido a esta tecnología al viajar mientras leen, trabajan o se relajan”.

En el mundo pospandemia están cambiando a marchas forzadas las expectativas de los usuarios del transporte privado, que buscan soluciones de movilidad seguras y limpias, en las que el espacio personal y la higiene sean aspectos clave. JLR se ha puesto a trabajar en ello y ofrece ya nuevas tecnologías y materiales para satisfacer esos deseos. Es el caso del Monitor del Estado del Conductor y la carga inalámbrica antimicrobiana de dispositivos. Además, está comprobado que la climatización de los asientos, la iluminación ambiental y las múltiples configuraciones de los asientos contribuyen a reducir en gran medida las posibilidades de sufrir mareo por movimiento.

Por último, el sistema Adaptive Dynamics, presente en toda su gama de vehículos, contribuye a eliminar el movimiento de baja frecuencia de la carretera, que puede provocar náuseas. Al modificar los ajustes de conducción cada 10 milisegundos, se garantiza que los pasajeros siempre disfruten de altos niveles de confort sin perder ni un ápice del rendimiento que se espera de los modelos de Jaguar y Land Rover.

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