Suzuki Swift, el último mohicano
Con 20 años recién cumplidos, el Suzuki Swift se mantiene fiel a varios aspectos de su filosofía que lo alejan de las modas imperantes. Así, es uno de los pocos modelos del segmento B que se resiste a crecer y sigue por debajo de los cuatro metros de longitud, concretamente en 3,86 m. Además, salvo por error por nuestra parte, es el único -junto con el Fiat Panda 4x4- que puede comprarse con tracción a las cuatro ruedas.
Al mismo tiempo, el Swift recibe en la cuarta generación que ahora se presenta una serie de novedades que lo ponen al día en materia de conectividad, seguridad y diseño. El motor de 1,2 litros, provisto de hibridación ligera de 12 voltios, consigue mejores datos de consumo y emisiones que el introducido en 2021, que era de cuatro cilindros.
El actual, tricilíndrico y de 82 CV de potencia, homologa entre 4,4 y 4,9 litros/100 km de consumo medio, según versiones, y de 98 a 110 gramos de CO2 por kilómetro, lo que exime del pago del Impuesto de Matriculación a todas las variantes del modelo. Gracias a la hibridación, se beneficia también del distintivo ambiental Eco.
La transmisión puede ser manual de cinco velocidades o automática de tipo CVT (variador continuo), si bien la versión de tracción total solo puede llevar la primera. Esta última dispone de un sistema de acoplamiento viscoso que se acompaña de la distribución automática del par motor a los dos ejes del vehículo.
Por tacto y potencia, el motor del Swift remite a aquellos utilitarios de antaño que no iban sobrados de fuerza pero se mostraban voluntariosos en cualquier condición. El consumo en conducción real sobrepasa por poco los 5 litros/100 km, quizá un poco más alto que el de los mejores modelos full hybrid de su categoría, como el Toyota Yaris y el Renault Clio E-Tech, pero en ningún caso elevado.
Algo similar a lo anterior cabe decir de las dimensiones del modelo japonés. Nos agrada que Suzuki no se doblegue a la tendencia actual a construir coches cada vez más y más grandes, pero es indudable que algunas de sus cotas dejan bastante que desear; así la de anchura en las plazas traseras, donde es realmente difícil que se acomoden tres adultos ni en trayectos cortos. El maletero, de 265 litros, resulta igualmente justo en caso de que pretendamos usar el Swift para algún viaje que no sea el de ir a hacer la compra al supermercado.
Por el contrario, desde la firma japonesa se han propuesto modernizar a fondo su modelo ya clásico en cuestión de conectividad. Ahora puede incorporar pantalla táctil de 9 pulgadas, Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos, navegador, cuadro de instrumentos de 4,2“ y tres puertos USB, de tipo A y C. Por su parte, la aplicación Suzuki Connect -que se suministra gratuitamente por un periodo de tres años- permite al usuario localizar dónde se encuentra el vehículo y recibir notificaciones de su estado o mantenimiento, además de estar al tanto de posibles incidencias de seguridad.
En lo concerniente a la otra seguridad, las tres versiones disponibles del Swift cuentan de serie con control de velocidad adaptativo, sensores de aparcamiento trasero y cámara de visión posterior. Otros elementos que puede embarcar son el asistente de mantenimiento de carril y el monitor de atención del conductor, ambos dispositivos nuevos en la gama que suman a otros ya existentes, entre ellos la alerta de cambio de carril, el control predictivo de frenada, el reconocimiento de señales de tráfico, el cambio de luces cortas a largas, la detección de vehículos en el ángulo muerto y la alerta de tráfico trasero.
Todas las combinaciones
Los tres acabados del utilitario, que la marca denomina sencillamente S1, S2 y S3, se pueden solicitar en cualquiera de las configuraciones de color previstas: hay un total de nueve opciones monotono y cuatro bitono, estas últimas con el techo bien en negro perlado bien en gris mineral metalizado. Es posible asociar los niveles S2 y S3 al cambio automático, y la versión de tracción total, o All Grip, solo es combinable con el S2.
Desde el S1 se sirven como equipamiento de serie elementos como las llantas de 15 pulgadas (de acero), los faros de led automáticos, los retrovisores eléctricos y con calefacción, el sistema de arranque sin llave y el navegador, además de todos los mencionados con anterioridad.
El acabado intermedio añade llantas de aleación de 16“, volante de cuero, asientos delanteros dotados de calefacción -con el del conductor regulable en altura-, cristales tintados, cuatro altavoces, entradas USB y una tapicería distintiva. Por último, en el nivel S3 se agregan llantas de aleación pulidas de 16”, climatizador, levas de cambio en la variante automática, calefacción suplementaria en las plazas traseras y retrovisores plegables eléctricamente y con intermitente integrado.
Así las cosas, el Swift está a la venta desde 18.500 euros en acabado S1 y con el único motor mild hybrid disponible, una vez restados los 1.600 euros que aplica la marca como promoción. El modelo S3 automático llega a los 22.600 euros con idéntico descuento, en tanto que la variante 4WD (All Grip), necesariamente en terminación S2, sale por 21.700 euros. Suzuki informa de que, en esta generación del modelo, no está previsto comercializar la versión Sport que en otros tiempos solía completar la gama.