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Entrevista

Maestro Espada: “Hemos querido tirar de aquello que nos une: la pasión por las canciones tradicionales de Murcia”

El grupo murciano Maestro Espada, formado por los hermanos Alejandro y Víctor Hernández, en Cartagena

Miguel Tébar A.

Cartagena —
31 de julio de 2025 06:00 h

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Ante el elevado volumen y fuerte presión sonora proveniente de la prueba de sonido que estaba realizando en el escenario del auditorio Paco Martín de Cartagena Guitarricadelafuente, decidimos encerrarnos durante media hora en su propio camerino. Aprovechando la confianza de saber que nuestros protagonistas casualmente producen el sonido del espectáculo en vivo del castellonense, Alejandro y Víctor, vecinos de Barcelona y Madrid respectivamente, no parecieron inmutarse ante la bronca sónica que le esperaría al respetable y que pocas horas después estaría llenando el recinto principal del festival La Mar de Músicas durante la penúltima noche de su 30 edición. Serenos ambos y con su amable media sonrisa, se repartieron atentos las respuestas. Sin pisarse ni redundar en lo que dice el otro, demostrando haber llegado a un equilibrio colaborativo perfecto.

Estos treintañeros, hijos de D. Gabriel Hernández –nacido concretamente en la c/ Maestro Espada del municipio Librilla, situado en la comarca de Bajo Guadalentín, cantautor a la postre e influyente en sus vástagos con ciertos arpegios de su guitarra española– y de Dña. Concha Martínez –nacida en Los Ramos, una de las 55 pedanías de Murcia, sita en la Cordillera Sur–, aparentan ser una antítesis a los célebres Gallagher, tan influyentes estos como británicos, los cuales han vuelto a poner en el candelero las dinastías, estirpes, linajes o parentescos en la música. “A diferencia de otros proyectos, nosotros aportamos un toque sureño, murciano concretamente. Hemos querido tirar de aquello que nos une: la pasión por las canciones tradicionales de nuestra tierra”. Léanse tales en forma de parrandas, jotas, mayos, verdiales o boleros de Fuente Álamo, que tras la pandemia convirtieron en su objeto de estudio como etnomusicólogos aficionados.

“Durante este proceso hemos aprendido muchísimo de palos que desconocíamos o que no teníamos interiorizados, lo cual hizo mella para componer de una determinada forma. Pero sentimos que lo nuevo que vamos a crear no va a partir tanto de las variedades populares, de estructuras al uso como una malagueña o una trilla, que se podían diferenciar claramente en este trabajo, sino que va a ser un poco más flexible. En este momento nos sentimos un poco más libres, aunque seguirán apreciándose algunas características de nuestro folclore, como cantar con acento murcianico o esa sencillez y humildad en las letras. En fin, hay cosas que sí van a quedarse en lo próximo”, prosigue Víctor (el menor).

Los hermanos Víctor y Alejandro Hernández, tras un cristal

No extraña tal revelación, pues a pesar de que el homónimo álbum de debut que les produjo el genial Raül Refree fuese publicado hace menos de un año por Sony Music, tardaron mucho en presentarnos la docena de temas que rondaban tiempo. Según puede leerse en el nº 400 de la Rockdelux: “La estela de doble cara 'Murciana' / 'Estrellica' –EP de 2022– tuvo dos años y medio para llegar a eclipsar la escena pop(ular) de su tierra y de paso iluminar el (neo)folclore ibérico. Cocío a fuego lento, como un buen caldo con pelotas, el homónimo elepé de debut del dúo –en el podio del año pasado– sintetiza en una docena de coplas a corazón abierto, tanto el sentir de arraigo, desde la distancia, como el de respeto, tras el aprendizaje. Probablemente 'La despedía' (parranda, quinto y último sencillo) ejemplifique el presentismo versus arcaísmo, sin que valga apropiacionismo que los juzgue”. De hecho, ha sido elegido por la prestigiosa revista en el puesto 55 entre los 80 discos nacionales más importantes del siglo XXI.

De la burla de Murcia a una “atención inédita”

Un proyecto tan aplaudido lejos de sus raíces como cerca del origen. “La verdad es que tardamos mucho en hacerlo, por muchos motivos. En gran medida desconocíamos el folclore de nuestra región. Surgió de un entusiasmo reciente y tardamos bastante en encontrar las cosicas que nos emocionaran. Obtuvimos ayuda de gente de acá -como el músico y folclorista Tomás García- y cuando lo acabamos no sabíamos cómo iba a ser recibido. Sin preocuparnos, a veces nos lo cuestionábamos. Durante algunos tramos nos preguntábamos: ¿Esta frikada le gustará a alguien fuera e incluso dentro de Murcia?”

“A posteriori, lo que realmente más nos ha sorprendido es observar la recepción a estas canciones cuando tocamos en sitios por Europa (como los Rencontres trans musicales de Rennes que, al parecer, les dejaron huella), en el norte de España o en la misma capital. No sé si será por curiosidad”, reconoce Alejandro.

O quizás sea por desconocimiento de los buenos valores y casta de un territorio aún por descubrir. “Ahora hay como una especie de renacimiento a través de la música, parece que nuestra provincia ocupa más espacio o titulares. Como suele suceder, tenemos la sensación de que hay muchos proyectos interesantes, pero que, precisamente, no son los que tienen visibilidad ni captan la atención de los medios. Aunque parece que ahora se está pasando del humor y de la burla a una especie de atención inédita”, prosigue el mayor, a lo que apostilla Víctor: “Cool, pero graciosos, jajaja. Depende del entorno en el que se diga y cómo, seguimos siendo muy denostados y poco atendidos”. Al menos en el plano cultural nacional.

Los hermanos Alejandro y Víctor Hernández junto con el baterista  Raúl Frutos durante el concierto que ofrecieron el pasado 25 de julio en el festival de La Mar de Músicas en Cartagena

La cuestión de las tradiciones conlleva abrir melones de temporada, aun sin pretenderlo. A uno le da mucho pudor las etiquetas abanderamiento y reivindicación. “Quizás porque nos sentimos un poco intrusos dentro del género, viniendo de otros estilos más cercanos a la canción de autor o a la electrónica. Esto ha sido una manera de reencontrarnos como hermanos y una semilla que nos unía para empezar un proyecto conjunto. Porque al final somos de aquí y siendo canciones que hemos escuchado durante la infancia no las comprendíamos en profundidad, ni sabíamos interpretarlas, ni conocíamos cómo se tocaban instrumentos como la castañeta. Entonces, para nosotros ha sido un descubrimiento. Y, precisamente, el hecho de vivir fuera ha hecho que, de alguna manera, valoremos más esto que tenemos”.

Línea de transmisión cultural, fallida

El otro ve muy complejo el asunto de la identidad. “A mí en la música me parece estimulante e inspirador cuando se es dúctil. Paradójicamente, me siento mucho más murciano cuando estoy en Barcelona que cuando vuelvo aquí porque, estando allí ya una larga temporada y creo que a Víctor le pasa igual, también aprecias provincialismos muy fuertes o cosas, para mal, que no me gustan y también otras, para bien, de cómo miman lo suyo. Y a veces pienso, joder, pues nosotros tenemos cosas increíbles que no están reivindicadas ¿no? Y a la misma vez ¿Por qué desconocíamos estas canciones? ¿Qué está fallando? ¿Por qué esa línea de transmisión no es tan clara o directa, ni está tan cuidada como en otros sitios?”

“Algunas materias nos dan rabia de este lugar y, por eso, nos daría pánico ser la imagen oficial de nuestra ciudad o de la Región de Murcia tradicional o de algo así. Por ejemplo, ayer estábamos con Tomás, y nos contaba que la malagueña es ahora el palo clásico que todo el mundo canta, pero cuando nos llegó fue vista con malos ojos por ser una cosa intrusa. Esto sucede constantemente con las identidades, pues siempre influye el pueblo de al lado. Por eso hay que plantearse cuál es la tradición y qué nos ha llegado hasta hoy. Creo que eso es y debe ser abierto”.

Lo que se pudo ver y escuchar en aquella jornada, justo después del show en otro emplazamiento de su admirada cantante, compositora y productora Arooj Aftab, fue precisamente todas las bellas canciones de los hermanos Hernández Martínez –menos 'Carriles', por cuestión de minutaje– más un sorprendente guiño en homenaje a Ozzy Osbourne, rescatando el riff guitarrero en 'Iron man' de Black Sabbath, junto a una curiosa versión televisiva de la canción 'Maquillaje', escrita por Nacho Cano para Mecano. “Algo tan inverosímil como metálicamente posible”, como diría Raúl Frutos, baterista y único músico acompañante en sus conciertos.

“Lo que más disfrutamos ahora es el directo”

“Hemos intentado transportar lo registrado hacia otra experiencia para el oyente. Así como a la hora de escucharlo en casa, mejor con auriculares ya que hay pasajes interiores que pueden ser disfrutados de esa manera solitaria, en vivo la energía es expansiva. Y, en eso, Raúl ha aportado mucho, desde ritmos que él se sabe, propios del folclore, hasta los del death metal o de otras zonas oscuras que también nos interesan. Efectivamente, el directo es ahora mismo lo que más disfrutamos”, explica Víctor, quien reconoce cierto cuelgue por el enigmático nusar3000, a lo que amplía Alejandro con su influencia heredada del nü-metal de KoЯn o del rock industrial de NIИ y un fuerte flechazo de rock patrio (en inglés) que en su día tuvieron por Dover.

El grupo murciano Maestro Espada, formado por los hermanos Alejandro y Víctor Hernández, al recibir el premio Paco Martín en el festival de La Mar de Músicas de Cartagena

“No nos imaginamos haciendo lo mismo dos veces, entrando en esa dinámica de que todo se parezca. En ese sentido nos queremos regalar la oportunidad de componer canciones desde un sitio nuevo y ver qué nos piden después para el live, sin una lógica del in crescendo. En el caso de este disco, aunque a veces parece muy minimalista, está lleno de matices, de ritmos que entran y salen, de capas. Empezamos intentando replicar los elementos rítmicos que contenía y fue cuando entró este otro Raúl que vimos la oportunidad de poder expandirlo. Empezamos, como decía Víctor, a llevarlo hacia los extremos, tanto las partes fuertes como las partes recónditas, que son todavía más íntimas y susurradas. Es un viaje dinámico bastante heavy”.

Y por aquello de cerrar a lo fraternal y lo hermanado, Maestro Espada tuvieron la oportunidad de contar como invitados con Paco 'De la Clara' Frutos, liderando una improvisada y aplaudida 'Cartagenera', y con Álvaro Lafuente [aka Guitarrica], causando furor ante su audiencia mientras cantaba la deconstruida jotica titulada 'Lirio'.

Un placer autóctono de los que se prolongan y construyen la historia.

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