Así termina la 52º edición del Festival de Teatro de Molina de Segura: diverso, atrevido y, sobre todo, joven
El Festival de Teatro de Molina de Segura ha cerrado sus puertas. Tras más de medio siglo en circulación, el Festival de este año ha puesto el acento en el público joven: “Queremos renovar el público y crear nuevo público, ha sido importantísimo”, destaca la concejala de Cultura, Soledad Nortes.
El Festival ha estrenado el Premio Joven, en el que un centenar de alumnos de instituto han llenado las butacas del teatro Villa de Molina para convertirse en auténticos críticos culturales: “Queremos que de los cuatro gatos que vienen al teatro, al menos uno de ellos sea un gato crítico”, resume Adrián Castellón, miembro de Plenilunio producciones teatrales, la compañía responsable de guiar a los jóvenes por el teatro.
“Nosotros no somos los que elegimos a los alumnos que van al teatro, se lo dicen sus compañeros, por lo que se multiplicó la gente que quería venir. Superó las metas que teníamos de público joven”, reseña Nortes.
“Un canto a la libertad”
El director del teatro Villa de Molina, Juan Francisco García Saorín, admite que le cuesta “horrores” elegir un espectáculo del Festival. Destaca “los espectáculos de circo como 'Los Galindos', las compañías Atalaya-TNT con 'Elektra 25' y La Zaranda con 'La batalla de los ausentes', sin olvidar 'Espejismo' de El Espejo Negro y 'Ronem ram' y los espectáculos del programa del Premio Joven”.
“El Premio Joven, Vierdingo, era un canto a la libertad, al reconocimiento personal. Coincido con la elección de los jóvenes, aunque las otras obras que había en el premio eran magníficas”, asegura la concejala. “Era casi hora y media de monólogo, hasta el final tuvo captado a todo el público de una forma increíble, y nos hacía participar en la obra con un triángulo de elementos”, describe Nortes.
“Trinchera en defensa del teatro”
Pese a la COVID, el Festival ha conseguido mantener su continuidad tanto este año como el pasado 2020: “Los y las molinenses entendieron que, a pesar de la lógica precaución que había que mantener y atendiendo a las normas sanitarias en vigor, era necesario continuar con esta fiesta del teatro de más de medio siglo. El tiempo nos ha dado la razón y hemos demostrado que la cultura es segura. El Festival se convirtió en una trinchera en defensa del teatro”, celebra García Saorín.
“Hemos cumplido todas las medidas, hemos buscado espacios acotados como el colegio San Antonio o el auditorio Tomás Fernandez Gil, además del propio teatro. Hemos invertido en personal de sala, hemos exigido la mascarilla, la distancia de seguridad. Ha habido una cosa muy importante, nuestro personal técnico ha elaborado un estricto protocolo COVID que nos ha permitido cumplir todas las medidas”, enumera Nortes.
En recuerdo de Ferrando
Otra novedad de esta edición ha sido el concurso de textos teatrales Juan José Ferrando, otorgado a Antonio Oliveira por su texto 'Después', donde una pareja abandona su refugio improvisado para descubrir que un huracán ha arrasado a toda la población: “Lo que ocurre en la obra puede ser una distopía, pero ya vivimos en una distopía en cuestiones de medioambiente, por ejemplo”, señala el autor.
El premio se ha constituido en honor a Juan José Ferrando, poeta que colaboró con compañías como Pandora, Alquibla, La Tartana Loca. En 2017, 10 años después de su muerte, sus amigos se reunieron para recopilar la obra de Ferrando y publican 'Mi poesía no es poesía': “He leído el libro de poesía de Ferrando, no le conocí pero veo que es alguien muy querido por esta zona, alguien muy ligado al festival de teatro de Molina”, observa Oliveira.
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