Así se vive en la Región de Murcia cuando el resto del país se despide del sol
Cuando las hojas caen en el resto de la Península y los días se hacen más cortos, hay un lugar en el sureste español que sigue abrazando la luz. Esa es la Región de Murcia, una comunidad autónoma que presume de tener más de 300 días de sol al año, convirtiéndose en el mejor rincón para quienes no quieren renunciar a la vida al aire libre.
Con temperaturas que apenas bajan de los 18 grados hasta bien entrado noviembre, el sol sigue bañando la Costa Cálida, donde el Mar Mediterráneo y el Mar Menor se encuentran en este lugar único de Europa. Su microclima privilegiado permite seguir paseando por la arena cuando en otros sitios las playas empiezan a quedarse vacías.
Las aguas tranquilas de la laguna salada más grande del continente son perfectas para practicar kayak o paddle surf al amanecer mientras el cielo se tiñe de tonos rosados. Muy cerca, a escasos kilómetros, en Cabo de Palos (Cartagena), los fondos claros y la Reserva Marina de Islas Hormigas presentan un espectáculo único para buceadores.
Y para quienes prefieren la superficie, el snorkel abre una ventana a un universo de vida marina en otros puntos como Cabo Cope, en Águilas, o en el paraje de Calblanque.
Pero la Región no se limita al mar. Tierra adentro, Sierra Espuña regala panorámicas en tonos dorados que enmarcan rutas ideales para senderistas. La Vía Verde del Noroeste serpentea por antiguos trazados ferroviarios, cruzando túneles y viaductos que conservan su historia.
Y en el Valle de Ricote, las huertas y palmeras crean un mosaico muy colorido con una oferta llena de actividades como barranquismo en cañones, escalada y rafting en aguas bravas.
Combinación de paisajes con sabores y tradición
Este recorrido sensorial encuentra su conexión en la gastronomía. La Región de Murcia no es solo viaje; también es gusto y por eso es conocida como la región de los ‘1001 Sabores’. Frente a la costa, el arroz caldero concentra en cada grano la esencia mediterránea, acompañado de alioli y pescado fresco.
En el interior, una de las huertas más fértiles de España se despliega en platos donde las hortalizas de temporada son protagonistas. Mientras, con la llegada del otoño, la vendimia y las Rutas del Vino —Jumilla, Yecla y Bullas— invitan a visitar bodegas y descubrir quesos y embutidos artesanales.
Entre las tapas, la marinera se corona como la reina indiscutible. Una fusión perfecta de ensaladilla rusa sobre una rosquilla crujiente acompañada por una anchoa. Nacida en sus barras, este aperitivo ha comenzado a conquistar otros territorios, consolidándose como una embajadora del sabor local. Y el icónico café asiático típico de la zona de Cartagena, es otro de los imprescindibles de la Región de Murcia.
Para quienes desean ir más allá, las gastro-experiencias se convierten en la mejor alternativa. Una de las más conocidas se encuentra en el Espacio Umami, en pleno corazón de Murcia, donde los asistentes aprenden a preparar platos tradicionales como la empanada murciana o el icónico paparajote.
Otras propuestas llevan al campo, donde es posible recoger frutas, conocer el proceso del aceite o elaborar vinos naturales en bodega, conectando la mesa con la tierra de forma directa.
Y si hablamos de cultura y diversión, la comunidad no decepciona. Su capital brinda una programación variada en espacios como el Teatro Romea o el Teatro Circo, con conciertos, espectáculos de humor, ópera y danza.
La Región de Murcia es una tierra donde las estaciones transcurren bajo la calidez del sol y se viven con todos los sentidos. Cuando en otros lugares toca refugiarse, la Región invita a salir y sumergirse en un viaje único.
Un viaje que, como manda la tradición, sabe mejor acompañado de una marinera.
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