Debería hablar de política, como hace casi todo el mundo, pero ya me aburre perder el tiempo con especulaciones sobre futuros gobiernos o embestidas de cabestro contra unos y otros. Mientras España se entrega al guano de los debates estériles, otros países de nuestro entorno invierten su energía en cosas más importantes, como por ejemplo prepararse para los retos futuros que nos aguardan a la vuelta de la esquina.
Pero vamos al grano de este artículo y a lo que hoy me preocupa: la Marca Región de Murcia; es decir, la imagen que nuestra Región proyecta al exterior y la que tenemos de nosotros mismos. Esto se extiende a la imagen de nuestros ciudadanos, productos, empresas, servicios e instituciones. Tras un rápido examen, el diagnóstico es preocupante: La Marca Región de Murcia se sostiene con palos y cañicas, es endeble y arrastra una serie de estereotipos que poco nos ayudan en esta sociedad globalizada, donde construir una buena reputación cuesta un Potosí, pero perderla puede ser cuestión de horas.
Y todo eso sin contar con el estado catatónico del Mar Menor (hace algunos años proponía en un artículo la creación de un santuario alrededor del Mar Menor para asegurar su supervivencia). Nota: Insuficiente. Pero, ¿Es importante trabajar en nuestra marca-región? Sí, sin duda. Una buena 'marcaregión' nos permitiría atraer más y mejor turismo, aumentar la inversión en nuestro territorio y también las exportaciones. Aumentaría nuestro peso político en el conjunto de España y las oportunidades para nuestras empresas y para el conjunto de murcianos.
Entonces, ¿Qué podemos hacer? Algunos dirán lo de siempre: Más inversión. Yo digo que más dinero no siempre es sinónimo de mejores resultados, a veces basta con reorganizar lo que ya existe y tener claro adónde se quiere llegar. En nuestro caso, la Región de Murcia necesita realizar un estudio en profundidad para saber cuál es el estado de nuestra marca (ya hemos adelantado que es muy flojico) y, a partir de ahí, sentarnos a decidir cuatro cuestiones fundamentales: ¿Qué creemos que somos? ¿Cómo nos ven? ¿Qué queremos ser? ¿Qué podemos llegar a ser? Todo con una mentalidad a largo plazo, teniendo en cuenta las tendencias futuras, nada de cortoplacismos.
Otro paso necesario es facilitar que las universidades y los empresarios de la Región participen en el proceso de gestión de nuestra marca, y mejorar la coordinación entre los tres actores que deben liderar este proceso: El Info, la dirección general de Comunicación de la CARM y el Instituto de Turismo. En mi opinión, una de estas tres instituciones debería erigirse en la referente para la Marca Región de Murcia.
Podría ser el Instituto de Turismo, que para eso debería cambiar su denominación y ampliar sus funciones para convertirse en el eje de nuestra marca-región y no sólo de la promoción turística. Una marca-región debe ir más allá del simple propósito de atraer turistas. Hay que tener en cuenta que el turismo como se ha vivido en las últimas décadas, con vuelos de bajo coste y mucha movilidad en Europa, se reducirá a medio plazo.
Además de los movimientos de turismofobia (afortunadamente en nuestra Región no sufrimos masificación turística), cada vez son más las voces que hablan del impacto ecológico que tiene el turismo. En el norte de Europa crece el número de personas que se lo piensan dos veces antes de viajar en avión, mientras el turismo de proximidad cobra cada vez más fuerza. Queramos o no, las tendencias van por ahí.
Así las cosas, antes o después habrá que optar por un modelo de turismo más responsable y con mayor valor añadido. En el caso de nuestra Región, se me ocurre que una opción es convertirnos en un destino atractivo para los nómadas digitales, lo que permitiría dinamizar también nuestras comarcas del interior y daría la oportunidad a las empresas murcianas de tener más contacto con profesionales cualificados.
Otra propuesta pasa por potenciar nuestra gastronomía (uno de nuestros puntos fuertes, con mucho recorrido porque es aún muy desconocida). La ciudad de Murcia lo ha sabido ver muy bien al convertirse en la capital gastronómica española de 2020. En mi artículo 'Cultura con patatas', publicado en este diario en 2016, ya defendía profundizar en ese campo. La tercera propuesta pasa por organizar más eventos deportivos alternativos para atraer a personas con pasiones y poder adquisitivo.
En definitiva, tenemos que trabajar para tener una Marca Región de Murcia atractiva si queremos estar ahí el día de mañana. Nuestra marca debe incluir el turismo, sí, pero no sólo y con más valor añadido. También somos una Región con empresas y con universidades, con productos de calidad y con personas que están deseando tener la oportunidad de demostrar su capacidad. Vamos a mostrar eso al mundo y, de paso, vamos a querernos un poquito más.
