Política Social garantiza atención y acompañamiento a más de 2.400 personas sin hogar en la Región
Era albañil y hasta que estalló la crisis, en el año 2009, nunca le había faltado trabajo en la construcción. A partir de ese momento las cosas empezaron a venir mal dadas y se quedó en el paro, como millones de españoles. Un día se vio durmiendo en la calle. Como no quería que sus conocidos de Molina de Segura le vieran en la miseria, se fue a malvivir a Madrid. Luego a Valencia. Imposible encontrar un empleo.
Superada la barrera de los 55 años, su espalda empezó a dar cuenta de los sobreesfuerzos en la obra. Los dolores y los problemas de cervicales fueron a más. Si malo es vivir en la calle, peor es hacerlo cuando se está enfermo, comentó a la vicepresidenta del Gobierno regional, Isabel Franco, durante una visita que la también consejera de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social hizo a uno de los pisos de acogida que la Asociación Asun Almajano, de la Fundación Hogar Sí tiene en el centro de Murcia.
Este molinense no está solo. Convive junto a otros hombres y mujeres que, como él, han encontrado, gracias al apoyo de la Administración, un techo, atención sanitaria y apoyo psicológico y formativo para reinsertarse en nuestra sociedad.
En la Región de Murcia, 2.423 personas sin hogar han sido atendidas en 2019 por organizaciones no gubernamentales como Cáritas, Jesús Abandonado, Fundación RAIS, Fundación Tienda Asilo de San Pedro y Solidarios para el Desarrollo. Algunas de estas entidades les acogen y otras les prestan servicios sociosanitario, psicológico o de acompañamiento con la colaboración de la Dirección General de Servicios Sociales y Relaciones con el Tercer Sector, que el año pasado destinó a personas sin hogar más de 740.000 euros (740.265,06 euros), a través de las subvenciones con cargo al 0,7% de IRPF y la convocatoria de ayudas para la lucha contra la pobreza.
Inserción laboral
José López Mellado, al frente de este departamento, que depende de la Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social, se ha marcado una meta clara para esta legislatura: convertir la lucha contra el ‘sinhogarimo’ en una de sus banderas.
En sintonía con este objetivo, el pasado 5 de diciembre López Mellado convocó la comisión de seguimiento del protocolo de coordinación para mejorar la inserción sociolaboral de personas en situación o riesgo de exclusión. Uno de los asuntos abordados en esta reunión fue la necesidad de trabajar para que quienes están en riesgo de exclusión sean considerados como colectivo prioritario en todas las convocatorias de empleo.
Por eso se acordó incrementar la oferta de cursos de nivel I, actualmente escasa, ya que la exigencia del título de la ESO en la mayoría de las actividades formativas, en la práctica constituye una barrera de acceso para personas en situación o riesgo de exclusión social.
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