Otro letrado considera que la adjudicación de Belate a Servinabar 2000, Acciona y Osés no fue “conforme a la ley”
El letrado Gonzalo Pérez Remondegui fue uno de los tres juristas que formó parte de la mesa de contratación de las obras de desdoblamiento del túnel de Belate en la carretera N-121-A, la que une Pamplona con Francia a través de Irún y sobre la que pesaba una “amenaza” de cierre por incumplir la normativa europea de seguridad. Al igual que los otros dos letrados, Remondegui también emitió un voto particular oponiéndose a la adjudicación de la obra por 62,8 millones de euros a la UTE de Acciona, Osés y Servinabar 2000, la empresa propiedad de Antxon Alonso y, según la UCO de la Guardia Civil, también de Santos Cerdán. Este martes en la comisión del Parlamento de Navarra que investiga la derivada foral del 'caso Koldo' se ha reafirmado en lo que expuso en su voto particular, que la adjudicación no se hizo “conforme a la ley” y que debió ser “nula de pleno derecho”, tal y como apuntó la Oficina de Buenas Prácticas y Anticorrupción de Navarra (OANA).
Según ha explicado, considera nula la adjudicación porque los cinco ingenieros que votaron las ofertas no justificaron sus valoraciones. También porque a su juicio el procedimiento estaba “viciado”, dado que el presidente de la mesa, Jesús Polo, conoció las puntuaciones de los otros cuatro técnicos antes de emitir el informe de valoración. Ha calificado esta circunstancia de “para nada normal”, al igual que el hecho de que el proceso de adjudicación haya contado con votos particulares.
Pérez Remondegui, que ejerció como responsable de los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Pamplona (un cargo de libre designación) durante diferentes gobiernos de UPN (Yolanda Barcina, Enrique Maya y Cristina Ibarrola), ha señalado que fue propuesto para la mesa como representante de la Junta de Contratación de Navarra. Ha negado que existiese una “guerra” entre el personal técnico y jurídico, como aseguró el presidente de la mesa, Jesús Polo, y ha achacado a una “confusión” las discrepancias en la mesa.
“El secretario, el interventor y yo mismo manifestamos que había un vicio en el procedimiento porque el sistema no era igualitario. Y se confundió eso con una deshonestidad del presidente con el hecho de que votara en último lugar”, ha explicado para añadir que Jesús Polo no cuestionó en las reuniones de la mesa que hubiera votado en último lugar, como le acusó el secretario, Lorenzo Serena.
Cuestionado por el hecho de que Jesús Polo tratase de influir en las valoraciones de dos de los ingenieros, tal y como explicaron ellos en la comisión, el vocal de la junta de contratación ha señalado que es una cuestión que “quiebra la imparcialidad” del proceso. “No puede hacerse si queremos que la adjudicación sea limpia”, ha apostillado.
Gonzalo Pérez Remondegui respaldó la propuesta de Lorenzo Serena de que el presidente de la mesa, Jesús Polo, se saliera del proceso y fuese reemplazado por su sustituto para “subsanar” el “vicio”, cuestión que no se aprobó, y pidió que se solicitase un informe a la Junta de Contratación Pública de Navarra, que finalmente no se solicitó.
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