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La epidemia de las alergias ve la solución cerca gracias a la inminente regulación de las vacunas

Sala de espera del área de alergias de un hospital.

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Recientemente, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha destacado en un comunicado de prensa de la Moncloa algunas de las acciones que el Gobierno está llevando a cabo en el campo de la inmunología, tanto en innovación terapéutica como en materia normativa. Darias ha defendido la necesidad de conocer en profundidad los mecanismos que activan la acción del sistema inmunológico humano en beneficio de la salud de las personas.

Si bien es cierto que muchos relacionan inmunoterapia directamente con el cáncer, también es un tratamiento que se utiliza en el campo de la alergología, concretamente en forma de vacuna contra la alergia. Se trata de un tratamiento prolongado, que disminuye los síntomas de muchos pacientes que padecen de rinitis alérgica, asma alérgica, conjuntivitis (alergia ocular) o alergia a los insectos que pican. 

Un 26% de los españoles estamos diagnosticados de algún problema de alergia, fundamentalmente respiratorio. Además, la prevalencia en los últimos años se está incrementando notablemente. Así, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado las alergias respiratorias como una de las epidemias del siglo XXI, que afectará a la mitad de la población mundial en el 2050. 

Si bien es cierto que la comunidad de pacientes respiratorios tenemos la percepción de que el Ministerio de Sanidad ignora el impacto real de esta enfermedad, a pesar de su gran carga económica y la merma de calidad de vida para el paciente, tampoco existe una concienciación social acerca de esta enfermedad que conlleva una carga emocional muy importante, con graves problemas de ansiedad y aislamiento, así como la limitación de las relaciones interpersonales. Sus síntomas más frecuentes, como lo son la tos, estornudos, cara hinchada, ojos llorosos, opresión en el pecho y falta de sueño, están infravalorados.

Desde hace tiempo observamos con preocupación y cierto nerviosismo el hecho de que se comercialicen y prescriban diferentes inmunoterapias que no cuentan con la regularización previa por parte de la Agencia de Medicamentos Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) a pacientes alérgicos (incluso a niños). Es más, incluso se promocionan, sin control alguno, en cuanto a precios y seguridad. Recordemos que hoy en día existen numerosos alérgenos que, aunque de acuerdo con su régimen de producción, podrían considerarse como medicamentos de fabricación industrial. Esto se debe a diversos motivos, generalmente ligados a la utilización del concepto de preparación individualizada y al hecho de que parte del proceso productivo no sea industrial, por eso no cuentan con la autorización de comercialización de medicamentos propia de los medicamentos fabricados industrialmente. Esto supone un claro agravio para los pacientes alérgicos que provoca una situación de inseguridad.  

El propio Ministerio de Sanidad recuerda que “desde el punto de vista de la calidad, a los productos alergénicos les deberían ser de aplicación los criterios definidos en la (s) monografía (s) de la Farmacopea Europea y en las directrices de la Agencia Europea de Medicamentos que se encuentren en vigor en cada momento”.

Asimismo, cabe recordar que las vacunas reguladas tienen un precio fijo y contribuyen con el correspondiente aporte al Sistema Nacional de Salud (SNS) y los costes indirectos recaen sobre el paciente. Y es que, hasta las enfermedades como la rinitis alérgica, “presumiblemente” menos graves, suponen costes “muy altos”, superiores a los que ocasionan otras enfermedades más graves.

En cualquier caso, parece que estamos en vías de solución, y nos alegra enormemente que la “nueva” AEMPS, liderada por César Hernández, esté trabajando por y para los pacientes. 

Por último, la inminente regulación de vacunas para la alergia supondrá homogenización y equidad. Los medicamentos registrados tienen visado nacional, precios controlados y están sometidos a la farmacovigilancia. 

Esa es nuestra apuesta, ¡transparencia, seguridad y confianza para todos!

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