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Barcelona no cuida su aire

Barcelona incumple los límites legales de contaminación del aire

José Luis Gallego

Cada día circulan por las calles de Barcelona más de un millón de vehículos que recargan su atmósfera con gases y partículas contaminantes. Una situación que se agrava cuando, como ocurre en estos días, llega un anticiclón y el Ayuntamiento no activa las medidas necesarias para hacer frente a los efectos.

“Como cualquier ciudadano de la Unión Europea, los barceloneses tenemos derecho a respirar un aire sano”, cuenta Román en la radio. Él vive en una de las calles más céntricas y transitadas de Barcelona: la Calle Aragón, que con siete carriles en una sola dirección es una verdadera autopista en la que el peatón es un intruso.

Las hijas de Román van al colegio en la misma calle y han enfermado como consecuencia de los altos niveles de contaminantes que respiran. Él se siente responsable de ello, por eso ha decidido interponer una demanda contra el Ayuntamiento que ha sido admitida a trámite por el juez.

Pero Román no es el único que acusa a las autoridades municipales por no emplear medidas más eficaces para luchar contra la contaminación del aire. Esta misma semana Ecologistas en Acción denunciaba al ayuntamiento en un comunicado por no activar los protocolos de emergencia tras varios episodios consecutivos superando los niveles legales de contaminación.

Esta oenegé denuncia la falta de eficacia de las limitaciones al tránsito propuestas por el consistorio de Ada Colau y reclama restricciones mucho más eficaces y permanentes para proteger la salud de la ciudadanía y hacer frente a los graves episodios de contaminación que encadena la ciudad.

Una contaminación que, lejos de obedecer a situaciones meteorológicas desfavorables, se está cronificando, como lo demuestra la superación sistemática de los valores determinados por las autoridades medioambientales de la UE.

La falta de pericia del Ayuntamiento para hacer frente a la tormenta perfecta de la contaminación del aire (huelga de Metro + Mobile World Congress + anticiclón) ha agravado sus consecuencias.

Pero, como señalan los ecologistas, éste episodio no es más que la punta del iceberg en que se ha convertido el problema de la contaminación del aire: una de las mayores amenazas para la salud en Barcelona y muchas otras ciudades españolas y europeas.

Las autoridades ambientales de la UE no se cansan de advertirlo: “En Europa, la contaminación atmosférica es el mayor riesgo medioambiental individual para la salud. Reduce la esperanza de vida de las personas y contribuye a la aparición de enfermedades cardiovasculares y pulmonares, infartos de miocardio y cáncer”.

El último Informe sobre la Calidad del Aire en Europa elaborado y publicado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) señala la contaminación atmosférica como la causa directa de más de 430.000 muertes prematuras en Europa.

Para llegar a ese diagnóstico la AEMA examina periódicamente la exposición de la población europea a la contaminación atmosférica basándose en los datos de las estaciones de control repartidas por nuestras ciudades. Uno de los contaminantes más problemáticos siguen siendo las partículas en suspensión: las famosas PM10 y PM2,5 (de menos de 10 y 2,5 micras) cuyos niveles se han disparado por encima de los umbrales de seguridad en Barcelona.

Las estimaciones para España publicadas por la AEMA denuncian más de 40.000 muertes prematuras producidas por la contaminación atmosférica asociada al tráfico de vehículos. Ecologistas en Acción nos recuerda en su comunicado que sólo en la ciudad de Barcelona, la contaminación de la ciudad fue la causa de 354 muertes prematuras en 2017 y de numerosas enfermedades respiratorias, cardiovasculares y del sistema neurológico entre sus habitantes.

Ciudadanos de a pié, padres de familia como Román que ven enfermar a los suyos y acuden a la justicia para reclamar medidas más decididas, eficaces y permanentes para hacer frente a este grave problema, no ya medioambiental, sino de salud pública.

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