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Galíndez

Montero Glez

A mediados de los años 50, Jesús de Galíndez Suárez, delegado del gobierno vasco en el exilio, desaparece en Nueva York. Por lo visto, en su secuestro participó la CIA. El infierno había empezado para él con la victoria del ejército franquista en la guerra civil española, asunto que le llevó a  huir a Francia donde acabaría ingresado en Vernet d'Ariège, campo de internamiento que los franceses habían dispuesto para confinar a los combatientes republicanos.

De Vernet escaparía, refugiándose en el caserón de un cura vasco situado en el bosque de las Landas, desde donde salió dispuesto a cruzar el océano en un transatlántico en el que también viajaban judíos que huían de la sombra antisemita que empezaba a oscurecer Europa. Porque la historia de la humanidad es la historia de una huida y todavía hay quien no lo ha captado.

La vida de Jesús de Galíndez merecía una novela y fue Vázquez Montalbán el encargado de hacerla. Se publicó en 1990, hace ya unos cuantos años. En estos días de pólvora y turrón, la editorial Anagrama ha decidido recuperarla y eso merece un cóctel de cava o dos, de los mismos que sirven en Boadas y donde Vázquez Montalbán perdió la cuenta, pero no la memoria, un 20 de noviembre de 1975.

Siguiendo el hilo de esta novela y de su autor, el asalto del recuerdo me desplaza hasta Barcelona, hasta Casa Leopoldo, donde solía parar Vázquez Montalbán, una casa de comidas con azulejos y servilletas de paño que se encuentra en el Raval y donde acudo cada vez que visito la Ciudad Condal.  La primera vez fue siendo un micurria, acompañado de mis padres, a finales de los años 70 cuando las gargantas gritaban “Libertad, Amnistía y Estatut de autonomía”. Eran tiempos de esperanza cruzados por la inocencia de un mundo recién llegado a las calles. 

Ahora, mientras los señoritos de la guerra piden la intervención total de Cataluña y la burguesía catalana, para salvar su culo de la sombra, llama a la rebelión popular, leo de nuevo la historia de Jesús de Galíndez, escrita con el pulso narrativo de uno de nuestros mejores novelistas.

Se trata de un policíaco que traspasa las fronteras del género y donde se nos muestra la relación entre el franquismo y la política anticomunista de los Estados Unidos durante la Guerra Fría. Sin duda, una novela que hay que leer para comprender una buena parte de nuestro conflicto actual. Háganlo. No se arrepentirán.

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