El tiro por la culata
La política autoritaria de Rajoy y, con su gobierno, de los otros dos partidos del 155, Ciudadanos y PSOE, con el respaldo del Rey y la implicación directa del IBEX, tuvo resultados paradójicos. El Titanic del estado posfranquista embistió con todos sus policías, jueces, fiscales, boicot a la economía, ataques diarios de prácticamente todas las televisiones y cabeceras madrileñas a un iceberg democrático, a una ciudadanía que tenía a su presidente y su gobierno en el exilio o en la cárcel.
Rajoy buscó un conflicto radical pensando que sometería y destruiría a su enemigo, no le dejó salida alguna a lo largo de los años, y creó dos polos, de un lado el independentismo fue visto como la única salida por un sector cada vez mayor de la población catalana y del otro, teniendo con él a los socialistas, alimentó el españolismo. El 155 fue un “¡a por ellos, oé!” en el que tocaron a rebato todas las radios, teles y prensa bombardeando a la población con mensajes que degradaban no solo a los gobernantes catalanes sino a la propia población, degradando la imagen de ese país en España, donde siempre se le tuvo antipatía, aún más. Estoy convencido de que esos daños no tienen reparación. El resultado es desastroso para Rajoy, Soraya y el PP, no para el españolismo más reaccionario que ahora representa Ciudadanos, un partido cebado descaradamente con el dinero del IBEX. El PP tendrá que pactar con Ciudadanos en el futuro, ya no podrá tratarlos como unos chicos advenedizos.
Alimentar el españolismo militante también es cierto que divide a la sociedad catalana, pero la ciudadanía de ese país ha realizado una gesta democrática, se ha enfrentado a un estado que la ha amenazado y castigado de todas las formas, la ha ofendido en lo más hondo y ha ganado, pues ha resistido en su posición. El Reino de España tiene que dialogar y entenderse con el republicanismo, con la nación catalana. No la han aplastado, ha resistido desarmada y libre. Una insumisión que la corte no entiende: no imaginaba que la gente pacífica fuese rebelde a la fuerza. ¿Volverá el Rey a amenazar a esos catalanes rebeldes? Lo dudo.
En el medio de la polarización pagan el precio merecido un PSC socialmente irrelevante y el partido de Podemos y Colau que jugaron al juego de los engaños y la sociedad entendió que eran inútiles, para votar el españolismo del 155 ya estaba el partido por el que apostaba el poder de forma evidente, Cs, y para enfrentarse a esa ofensiva, los independentistas.