Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La guerra entre PSOE y PP bloquea el acuerdo entre el Gobierno y las comunidades
Un año en derrocar a Al Asad: el líder del asalto militar sirio detalla la operación
Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

“No apoyaremos los Presupuestos sin una reforma para que los municipios regulen el incremento abusivo del alquiler”

La portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Lucía Martín.

Aitor Riveiro

Lucía Martín (Lugo, 1979) es una de las personas que negocia los próximos Presupuestos Generales del Estado. Portavoz de En Comú Podem en el Congreso, forma parte de la dirección del grupo confederal, con quienes intenta cerrar el Gobierno las líneas generales de las Cuentas de 2019.

Martín responde a eldiario.es sobre el estado de las conversaciones y las reivindicaciones propias que el grupo catalán tiene para dar su apoyo a los Presupuestos. Aborda también la dimisión del que fue su predecesor en el cargo, Xavier Domènech, que ejercía de portavoz de Catalunya en Comú en el Parlament.

Llevan ya tres semanas de negociación con el Gobierno para los Presupuestos de 2019. ¿Qué valoración hacen desde En Comú de esas primeras reuniones?

Se ha producido un cambio que hacía tiempo que reclamábamos y que consideramos positivo. La abstención de julio a la senda de déficit era una forma de decir al Gobierno que había una mayoría nueva que puede aprobar cosas, pero que era necesario hablar y ponerse de acuerdo para hacerlo posible. Es una exigencia. Después de echar a Rajoy, hay mucha gente que nos pide un acuerdo para aprobar muchas medidas. Y tenemos que hacerlo, más allá de que somos proyectos diferenciados.

El PSOE decía que quería dialogar, pero no se materializaba. La abstención [de julio] ha dado sus frutos y han empezado las negociaciones, con un buen resultado. En la primera reunión sacamos los compromisos de subir las pensiones según el IPC y de modificar la Ley de Estabilidad. También planteamos otras cosas importantes en materia de alquiler o de reversión de los recortes sociales. Esas negociaciones necesitan su tiempo.

¿Qué esperan de esta negociación?

Las medidas que planteamos son muy asumibles por el PSOE. Cuando estaban en la oposición estuvieron de acuerdo en muchas de ellas. Ya sabemos que el PSOE no es un gobierno de cambio como el que tenemos en Barcelona. Estamos en una etapa de transición y nuestro papel es el de marcar el camino al Gobierno de Sánchez. Ser la brújula del Gobierno.

El jueves Pedro Sánchez y Pablo Iglesias aceleraron esas negociaciones con una reunión bilateral en La Moncloa y el anuncio de varios acuerdos, ¿son optimistas?y el anuncio de varios acuerdos

Los acuerdos que ayer Pablo Iglesias arrancó a Pedro Sánchez son fruto de un trabajo conjunto en el grupo confederal y son una muestra más de que las negociaciones con el Gobierno tiran adelante. La creación de la mesa de vivienda y alquiler es un tema que desde En Comú Podem hemos liderado desde el primer día. Esperamos que esta mesa nos permita conseguir comprometer al PSOE con aquello que, por cierto, ya ha votado dos veces esta legislatura: una reforma legislativa que asegure contratos de alquiler más largos y más estables y que permita a los ayuntamientos evitar los aumentos abusivos de los precios del alquiler.

Para En Comú Podem esta reforma legal es un requisito imprescindible para apoyar a los Presupuestos. Simplemente esperamos que el PSOE convierta en ley las iniciativas que nos votaron a favor cuando eran oposición.

Dice que las negociaciones llevarán su tiempo. El jueves, Iglesias dijo que esperaba que fuera en octubre. ¿Qué plazo final se dan para cerrar un acuerdo?

Fijar ahora una plazo añade dificultades que facilitar el acuerdo.

Pero Pedro Sánchez ha fijado la aprobación de los Presupuestos en la primavera de 2019. ¿Les parece bien este calendario?

Tiene poco sentido que si hemos cambiado un Gobierno del PP empecemos el siguiente año prorrogando unos Presupuestos hechos por el PP. Tenemos que empezar 2019 con unos nuevos Presupuestos, hay una mayoría para poder hacerlo, hay voluntad de acuerdo y se está trabajando. La gente no entendería que hagamos una moción de censura para echar a Rajoy y que en 2019 sigamos con sus Presupuestos.

¿Se plantean votar a favor del objetivo de déficit al que se abstuvieron en julio? ¿A cambio de qué?

El primer compromiso que conseguimos arrancarle al Gobierno una reforma del artículo 15 de la Ley de Estabilidad para evitar precisamente que los números sean los mismos. El acuerdo fue que eso se intentaría por todas las vías. De momento tenemos la proposición de ley registrada, que Ciudadanos y PP están bloqueando su trámite de urgencia en la Mesa del Congreso.

Pero el Gobierno ha dicho que van a volver a llevar el 1,8% de déficit que presentó en julio. ¿Lo aceptarán a cambio de políticas sociales?

Vamos a valorarlo. Primero tenemos que ver si se puede modificar o no la Ley de Estabilidad. No adelantemos escenarios. Nosotros creemos que es posible. Es inexplicable que una modificación legal que tiene una mayoría en el Congreso se bloquee en la Mesa por la puerta de atrás y por quien está en minoría.

El bloqueo del PP y de Ciudadanos era previsible. Ambos lo anunciaron. Aún así el Gobierno y el PSOE insistieron en la vía de la proposición de ley en lugar del real decreto-ley.

Ellos se comprometieron a intentar todas las vías posibles. Y estuvimos de acuerdo en que esa fuera la primera.

Hablábamos antes de los alquileres, uno de los temas que usted mejor controla y que ha entrado de lleno en la agenda tras la reunión entre Iglesias y Sánchez. El PSOE ha apoyado sus propuestas en el Congreso cuando estaba en la oposición. ¿Mantienen esa intención en el Gobierno?

Mucha gente tiene la sensación o no le resulta extraño que el PSOE diga en la oposición una cosa y en el Gobierno hagan la contraria. Ya hemos visto contradicciones en este sentido, como el tema del Valle de los Caídos o de las devoluciones en caliente. Tenemos que ser muy exigentes, denunciarlo y presentar nuestras soluciones.

En el tema del alquiler, el PSOE ha votado dos iniciativas no legislativas, es verdad, que piden que los ayuntamientos puedan limitar los precios abusivos.

Eso ha sido en don PNL. Unidos Podemos-En Comú-En Marea ha llevado al Congreso proposiciones de ley para reformar la Ley de Arrendamientos Urbanos. ¿También les apoyan?

El PSOE tiene su proposición de ley, que no incluye eso. Ellos tienen un compromiso doble. El miércoles el ministro de Fomento dijo que esta cuestión no estaba cerrada. Nosotros no solo pedimos controlar el precio, también que haya contratos más largos o garantías para las personas arrendatarias. Es que no hay ninguna solución a corto plazo que no pase por ahí. Si tuviéramos un parque de alquiler público del 30%, se podrían compensar los precios del mercado privado en alguna medida. Pero para eso necesitamos mucho tiempo y mucho dinero.

En cualquier caso, no apoyaremos los Presupuestos si no hay una reforma legislativa que permita a los municipios regular los incrementos abusivos de los precios del alquiler.

El Gobierno ha amenazado en varias ocasiones con un adelanto electoral si no salen los Presupuestos. ¿Es un riesgo para ustedes? ¿Lo temen?

No sería un riesgo. Sería un fracaso, en primer lugar del Gobierno. Nosotras, que somos la principal fuerza con la que se tiene que entender, hemos mostrado voluntad total de llegar a un acuerdo. Estamos presentando demandas que son asumibles porque han votado a favor en el Congreso. La pregunta es saber si el Gobierno tiene o no voluntad. Nosotras creemos que el acuerdo es factible y pensar en otra lógica, no cabe.

Para que salgan los números el PSOE no necesita solo a su grupo. Necesita también los 17 votos de ERC y PDeCAT. Se acerca la Diada y el primer aniversario del 1-O. ¿se dan las circunstancias en Catalunya para que se produzca un acuerdo?

De entrada, si realmente hay un cambio en la Ley de Estabilidad y se aprueba una nueva senda de déficit eso ya son 400 millones más para Catalunya. Eso nos interesa a todas porque es dinero que la Generalitat puede invertir en políticas sociales. Por otro lado, este marco estable de diálogo es imprescindible para alcanzar una solución política y dialogada. En la cuestión catalana, también. Nosotros también creemos que contribuimos a esto con las conversaciones con el Gobierno.

Pero la responsabilidad es de los gobiernos. Desde el minuto cero nosotras defendimos que debía haber una solución política dialogada mientras el PSOE apoyaba el 155. Ahora por fin comienzan a hacer propuestas. Vemos muy positivo este cambio. La solución aparecerá cuando cada partido ponga encima de la mesa su propuesta y se construya un consenso que deje contento a todas las partes. Pero cualquier propuesta deberá ser inclusiva y dar respuesta a la mayoría de la ciudadanía, que es plural.

¿Y qué propuesta puede lograr ese consenso?

Nosotras hemos defendido desde el primer momento que esto solo se resuelve mediante un referéndum. Es una solución que permite expresarse a las diferentes sensibilidades. Es la solución más democrática e inclusiva. Ahora hay otras propuestas. Veremos cómo se encajan, porque volver a la idea de un nuevo Estatut después de todo lo que ha pasado es buscar una solución de hace 10 años para un problema de hoy.

En 2019 se abrirá un nuevo ciclo electoral. ¿Cómo lo afrontan desde el espacio de los comunes?

Nosotros nos vamos a concentrar mucho en las próximas elecciones municipales. Somos una formación que viene del municipalismo. Muchas nos metimos en esto después de las primeras municipales [de 2015], con los ayuntamientos del cambio. Es clave revalidar e intentar ampliar. Nuestro foco está puesto ahí, para seguir haciendo políticas transformadoras en materia de vivienda, de política energética o de derechos sociales.

¿Revalidar sería un éxito o tienen que superar mayo de 2015? El contexto de mayo de 2015 es diferente al de 2019.

Nosotras no nos tenemos que conformar con nada. El escenario político es muy convulso y en Catalunya muy complicado. Pienso en Barcelona, la tensión que hemos vivido todas, el 1 de octubre, el atentado. Y la voluntad de desgaste de fuerzas políticas con las que aquí [en el Congreso] llegamos a acuerdos con facilidad y con las que tenemos similitudes. No puedo dejar de pensar en ERC y en Alfred Bosch y el papel que está teniendo de acoso y derribo permanente. Es capaz de renunciar a su programa solo para desgastar al Gobierno.

Pero hay una parte de mucha ilusión, de percibir realmente un cambio en esas ciudades. Piensas en Barcelona, en las políticas de vivienda que había hecho [Xavier] Trías y en las que se han hecho ahora y son la noche y el día. Hay un sentimiento de intentar extender un cambio que empezó en esas ciudades.

Decía el otro día Ada Colau a cuenta de la dimisión de Xavier Domènech que ella también había pensado en dar un paso atrás. ¿Existe esa opción?

A quienes llevamos poco en política institucional y que no venimos de este mundo, muchas cosas nos resultan muy complicadas de gestionar. Lo hemos hablado en muchas ocasiones.Son espacios muy jerárquicos, que refuerzan las lógicas individuales, muy rígidos. En los que la cooperación y el acuerdo no es lo primero que se busca porque prima la competición y en la que la parte mediática juega un papel muy importante. Son lógicas que operan y en las que no estamos cómodas. Hay que jugar en ese campo, sabiendo que has venido a participar en la política institucional, pero de otra manera.

Es normal que quienes no han venido a vivir 30 años aquí dentro haya momentos en los que se cuestionen.

Dicho esto. No hay ningún riesgo.

¿Y Lucía Martín? ¿Repite?

Lucía Martín está muy concentrada ahora en ejercer de portavoz, que es mucho. Tenemos las negociaciones abiertas con el Gobierno. No pienso ahora en unas elecciones generales.

La dimisión de Domènech no era del todo inesperada, pero sí quizá el cuándo y el cómo. ¿Cómo lo ha vivido?

Estamos poco acostumbrados a que la gente sea así de honesta. Xavi se metió en esto saliendo de la universidad hace menos de tres años. Ha sido candidato dos veces a unas elecciones generales, con dos campañas electorales seguidas. La portavocía en el Congreso y candidato al Parlament en uno de los momentos más complicados de Catalunya, en un contexto en el que la palabra polarización suena a poco.

Y a todo eso se suman las responsabilidades como responsable político de dos organizaciones. Es normalísimo que diga que está cansado, que no puede más. No solo quiero reivindicar todo el trabajo que ha hecho, sino cómo lo ha hecho. Es algo que le caracterizaba, todo lo hacía de forma sencilla, tranquila y humilde en un momento en el que más falta hacía.

Entonces, ¿no hay otra forma de hacer la política? Esa era una de sus banderas. Parece más fácil cambiar las políticas que la forma de hacer política.

No es fácil. Xavi no desparece, necesita tomarse un descanso. Es una de las personas que ha puesto los cimientos del espacio. Ahora toca consolidarlo. De todo lo que ha pasado tenemos que sacar aprendizajes para no repetir la historia. Hay que ser conscientes de que las personas valiosas no pueden hacerlo todo. Hay que repartir responsabilidades. No podemos repetir la figura de Xavi porque no podemos cargar a una sola personas todas esas tareas. No es sostenible.

En el espacio catalán que lideraba Domènech confluyen un montón de sujetos políticos, con gente que viene de tradiciones distintas y proyectos de máximos diferentes. ¿Se pone en riesgo la unidad dentro de Catalunya en Comú y con Podem?

No. Tenemos que aprovechar todo el trabajo que ha hecho Xavi. Somos un espacio diverso. Hay gente con mucha tradición institucional y otros que acaban de llegar; gente que es independentista y otros que no. Para nosotros, eso es un plus. Lo vivimos como una potencia, no como una debilidad. Es una virtud que debemos aprovechar, que nos diferencia de otros espacios y que recoge lo que es la ciudadanía catalana.

Etiquetas
stats