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Cifuentes presiona a Rajoy para continuar como candidata en 2019

El presidente del Gobierno y del Partido Popular, Mariano Rajoy, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, en la cena de Navidad del PP madrileño

Gonzalo Cortizo

Cristina Cifuentes está librando una batalla interna para evitar que el escándalo de su máster se lleve por delante su carrera política y sus posibilidades de futuro en el Partido Popular. La presidenta madrileña da por hecho que perderá la presidencia tras la moción de censura impulsada por el PSOE, pero quiere mantener lo que le queda: sus cargos al frente del PP de Madrid y sus opciones para encabezar la lista a las elecciones autonómicas previstas para 2019. De los tres cargos que están en juego, la presidenta madrileña solo está dispuesta a entregar su cabeza en uno: la presidencia.

Cifuentes quiere seguir al frente del PP regional en cualquiera de los escenarios posibles. En Génova, mientras tanto, se ha instalado la duda. Las fuentes consultadas en la dirección de la formación conservadora aseguran que todas las opciones están abiertas: pedir un paso atrás o aguantar la moción de censura, apoyando a Cifuentes de cara al futuro. El silencio se ha impuesto en la calle Génova: “Maillo no puede decir nada porque no sabe nada”, aseguran los portavoces oficiales sobre el supuesto negociador del PP para el escándalo.

Rajoy y Cospedal son los únicos con poder de decisión sobre la forma que se le da a la caída de la presidenta madrileña. Cospedal se ha convertido en su principal apoyo y en la única persona, además de Rajoy, a quien Cifuentes reconoce autoridad para pedirle su cese.

El nombre de Ángel Garrido es el preferido por el PP de Madrid como sustituto, en caso de que se opte por una “dimisión técnica”. El entorno de Cifuentes baraja la opción de forzar un cambio de presidencia instrumental y a las órdenes de la propia Cifuentes, que seguiría al frente del partido y con opciones para encabezar la lista electoral en 2019.

La otra solución en la que trabaja el PP madrileño es aguantar hasta la moción de censura. En ese caso, Cifuentes pasaría a la oposición pero seguiría al frente del PP madrileño con la intención de repetir como candidata.

“Ella está profundamente cabreada porque cree que no ha hecho nada malo. Ni al Dioni se le ha tratado tan mal”, aseguran en el PP de Madrid. “No quiere salir de aquí como si hubiera hecho algo mal”, aseguran las mismas fuentes.

Según un diputado de la Asamblea, consultado por eldiario.es, “Génova tendrá muy complicado explicar por qué le pide a Cifuentes dos cargos más de los que exije Ciudadanos”. Fuentes del PP madrileño aseguran: “El Partido Popular de Madrid sin Cristina ha muerto. Si ponen una gestora, ha muerto”.

Las opciones de permitir que se celebre la moción de censura chocan con la convicción extendida en el entorno de Rajoy que califica como “un suicidio” la pérdida del Gobierno de Madrid. El tiempo transcurrido desde el estallido del escándalo apuntala la idea de que Cifuentes se está resistiendo.

La fecha de la moción, en el límite del plazo legal

La presidenta madrileña se ha conjurado para llegar en el cargo a la celebración del 2 de mayo, día de la Comunidad de Madrid. Cifuentes ya trabaja en el discurso para ese día e, incluso, ha enviado un mensaje a los dirigentes del Gobierno y del PP: están todos invitados. Lejos de dar un paso atrás, Cifuentes advierte de que pasará lista.

A ese discurso llegará la presidenta madrileña con una moción de censura sobre su agenda. Fuentes del PP de Madrid aseguran que el pleno para tumbar a la presidenta no se celebrará hasta el 7 de mayo, al límite del margen marcado por ley. Las mismas fuentes señalan que el próximo 30 de abril, la presidenta de la Asamblea, Paloma Adrados, hará pública esa convocatoria.

Si Rajoy y Cospedal no lo remedian, la presidenta de la Comunidad de Madrid perderá el cargo pero no su poder al frente del PP regional. Una dimisión de Cifuentes a todos los efectos obligaría al PP a dejar el partido en manos de una gestora. Todo a un año de las próximas elecciones municipales y autonómicas. A nadie en el PP le convence ningún escenario. Y en esa duda, Cifuentes se mueve con la convicción de quien no está dispuesta a irse del todo.

En el PP de Madrid son claros cuando se pregunta si Cifuentes podría abandonar sus cargos en el partido: “No lo baraja. Ella no quiere irse de aquí con el rabo entre las piernas”.

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