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Albert Rivera asciende a sus fichajes De Quinto y Bal a la dirección de Ciudadanos para taponar la crisis interna

De Quinto, Bal, Mesquida y otros independientes se afilian a Ciudadanos en medio de la crisis abierta por las dimisiones

Carmen Moraga

Albert Rivera está convencido de que ha logrado superar la crisis abierta en Ciudadanos por su política de pactos y el escoramiento a la derecha de un partido que se presentaba como “transversal” y capaz de pactar con PSOE y PP. El pasado viernes, Rivera logró que el máximo órgano del partido, el Consejo General, cerrara filas con él y le recibiera con una larga y cerrada ovación. El líder de Cs lo agradeció arengado a los suyos y asegurándoles que gobernarán España, mientras retaba a los críticos a que si quieren que Pedro Sánchez “campe a sus anchas” funden otro partido.  

La reunión sirvió para darle un respiro después del varapalo que ha sufrido con la dimisión del secretario de Programas y Áreas Sectoriales, Toni Roldán, uno de los puntales de su equipo económico, que se apresuró a responderle en su cuenta de Twitter:  

Pero no solo fue la dimisión de Roldán. A ella siguió la de Javier Nart, que también decidió el pasado lunes abandonar la dirección, aunque sigue como eurodiputado. Y, poco antes, la ruptura con Manuel Valls en Barcelona.

Ante todo ello, el líder de Ciudadanos ha improvisado un golpe de efecto ascendiendo a dos de sus fichajes más mediáticos: Marcos de Quinto, expresidente mundial de Coca-Cola, que entra en la Ejecutiva Nacional, y el abogado de Estado Edmundo Bal, que ocupará la portavocía adjunta del grupo parlamentario del Congreso, un cargo que aún no había estrenado Roldán.

Los dos independientes anunciaron horas después de que se conociese la cascada de dimisiones en Ciudadanos su decisión de afiliarse al partido, aunque en realidad llevaban ya como militantes más de una semana, según reconoció el miércoles pasado el propio Bal en conversación informal con los periodistas en el Congreso.

La dirección del partido, sin embargo, mantuvo en 'secreto' la noticia a la espera de anunciarla “en el mejor momento”, tanto esas dos afiliaciones como la de otro grupo de independientes, entre los que está el diputado balear y ex director general de la Policía y Guardia Civil, Joan Mesquida. Casualmente, estos dos últimos decidieron dar ese paso al unísono.

Con estas incorporaciones, Rivera presenta 'savia nueva' para tratar de disolver las críticas furibundas de fundadores del partido como Francesc de Carreras, Arcadi Espada y exasesores como Manuel Conthe. También defiende que son la única formación política capaz de “atraer talento”.

Una despedida gélida a Roldán

Días atrás, Rivera había despedido a Roldán con un gélido mensaje en su cuenta de Twitter, en el que aprovechó para saludar la llegada de sus sustitutos. 

“Gracias, Toni Roldán, por tu trabajo estos cuatro años. Y bienvenidos Marcos de Quinto a la Ejecutiva de Cs, Edmundo Bal a la portavocía adjunta del grupo parlamentario y Carina Mejías al Congreso. Seguimos trabajando para España con un proyecto liberal y constitucionalista”, puso Rivera en un tuit.

Fuentes cercanas al líder aseguran que está algo pesaroso por aquel mensaje tan seco que le dedicó en la red. Pero las mismas fuentes desvelan que lo que más le sorprendió al líder fue la “incoherencia” de Roldán después de haber votado dos veces a favor del criterio la Ejecutiva. Además, recuerdan que el área que dirigía fue la encargada de elaborar la estrategia de programas y pactos para las municipales y autonómicas, apostando por el PP “como socio preferente”.

Pese a haber dejado todos sus cargos, Roldán continúa afiliado a Ciudadanos, según confirmó el propio exdirigente a eldiario.es.

Arrimadas da la cara ante la crisis

Inés Arrimadas, la dirigente que ha tenido que dar la cara en ausencia de Rivera, fue la primera en escenificar la bienvenida a los nuevos afiliados. Lo hizo en la rueda de prensa posterior a la tensa Ejecutiva celebrada el mismo lunes de la dimisión de Roldán. Rivera también los felicitó a través de su cuenta de Twitter, el medio que utiliza durante estos convulsos días para expresar sus opiniones sin tener que exponerse a los medios de comunicación mientras delega las comparecencias en sus colaboradores más cercanos.

La portavoz, que ya tuvo que salir a anunciar la ruptura con Valls, se encargó de explicar la marcha de Roldán y los nuevos nombramientos de De Quinto y Bal. Aunque evitó cargar ese día contra el exsecretario de Programas, al día siguiente se mostró muy dura contra los disidentes, entre los que se encuentra Luis Garicano, que se ha convertido en el cabecilla de la rebelión. Incluso llegó a ningunearles asegurando que eran “cuatro” frente a la abrumadora mayoría que se mantiene firme ante el criterio de la Ejecutiva de no facilitar la investidura de Sánchez.

“Ya sabemos que hay cuatro dirigentes que quieren hacer presidente a Sánchez. Están en su legítimo derecho a opinar así y a expresarlo porque Ciudadanos es un partido en el que se puede discrepar”, zanjó.  Este viernes se sumó a estas críticas el desafío de Rivera. 

La incorporación de Bal a la dirección del grupo parlamentario no chirría a nadie. Los diputados sabían que Rivera reservaba un papel relevante al abogado del Estado, que se ha presentado como una víctima del Ejecutivo de Sánchez por negarse a que se hicieran cambios en su escrito de calificación del procés. En sus comparecencias públicas, Bal ha asumido el lenguaje de su nueva organización y ha llamado “golpe de Estado” a lo que sucedió en Catalunya. La dimisión de Roldán ha facilitado su ascenso en el partido.

“Me afilié a Ciudadanos la semana pasada porque defiende mis valores y mis ideas. Nadie me lo pidió. Nunca participo en un proyecto ‘a medias’, siempre me comprometo”, manifestó Bal en su cuenta de Twitter, dando a entender que su militancia es fruto de una decisión personal y no de un pacto con Rivera, al que se lo consultó previamente. 

También mostró su satisfacción en Twitter De Quinto, muy aficionado a esta red social en la que va acumulando polémicas. El directivo, diputado por Madrid como Bal, ha sido junto a Sara Giménez uno de los grandes protagonistas de la campaña de las pasadas generales. Los tres han formado un trío casi inseparable. Ahora, el empresario salta a la dirección del partido, donde le situaban más en la portavocía de un área económica, un papel que podría compaginar en el futuro como ha hecho el propio Roldán.

Aunque De Quinto irrumpe en la Ejecutiva, no formará parte del Comité Permanente, el núcleo duro de Rivera compuesto por trece dirigentes. Lo que falta por saber es quién será el nuevo secretario de Programas y Áreas Sectoriales y quién sustituirá a Nart, algo que se esperaba que ratificara el Consejo General del partido reunido este viernes. 

Con estas nuevas incorporaciones al partido, en Ciudadanos creen neutralizar el mensaje de que la formación está en declive. “El partido no se va a paralizar”, dejó claro Arrimadas. 

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