Los vídeos de la Fiscalía muestran a los votantes recibiendo con sentadas y los brazos alzados a los agentes en los colegios el 1-O
El visionado de los vídeos propuestos por la Fiscalía de lo sucedido el 1-O en decenas de colegios catalanes está lejos de transmitir una revuelta violenta generalizada. En la mayoría de los vídeos, grabados en colegios a lo largo y ancho de la geografía catalana, los concentrados en los centros reciben a los agentes policiales bien con sentadas, bien con los brazos alzados y gritos de “votarem” o “fuera las fuerzas de ocupación”. Escribe Oriol Solé.
Tanto en Castellgalí, como en Sant Cebrià de Vallalta o Sant Andreu de la Barca o Sant Martí Sesgueioles, los antidisturbios de la Guardia Civil logran vencer la resistencia de los votantes sin tener que usar las porras, simplemente apartando uno a uno a las decenas de concentrados, que a penas ofrecen resistencia.
Por contra, en Dosrius o Fonollosa, los agentes sí emplean las porras para dispersar a los concentrados en los centros. Y en Sant Joan de Vilatorrada se escuchan gritos de “no pasarán” dirigidos a los policías, que también usan sus defensas.
En este centro, los guardias civiles rompen la puerta del colegio y se ve como una silla golpea a uno de los guardias que intentaban entrar, que termina en el suelo, en lo que ha sido de momento una de las pocas agresiones a agentes que se han observado con claridad durante el visionado de los vídeos.