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Sánchez reconoce que la situación jurídica de Torra se resolverá “más adelante” y se reunirá con él pronto

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la comparecencia en el Palacio de la Moncloa

Irene Castro

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Pedro Sánchez ha presentado el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos del que ha destacado que tendrá una “actitud dialogante” y ha repetido que trabajará con un “método activo, resuelto y ejecutivo”. El presidente electo, cuyo Gobierno tomará posesión este lunes, ha asegurado que “hablará con varias voces pero siempre con una misma palabra” siempre bajo la perspectiva “progresista”, según ha enfatizado. “No hay nada más progresista que dialogar”, ha dicho el presidente, que prevé reunirse con Quim Torra en las próximas fechas para empezar a encauzar el “conflicto político” en Catalunya. Sánchez ha dado por hecho que la situación jurídica del actual jefe del Ejecutivo catalán no se va a resolver en el plazo más inmediato. 

Consciente de lo novedoso de un Gobierno de coalición, Sánchez ha afirmado que “tendrá que recorrer un camino nuevo que va a servir de referencia al futuro y que pone a la política española en la misma senda que a la política europea”. Así, ha asegurado que se formarán mayorías a través del “diálogo, el entendimiento y la convivencia de familias políticas distintas en un Gobierno plural, pero con un firme propósito de unidad”.

“Se va a nutrir de ideas plurales pero va a a caminar en una sola dirección”, ha enfatizado Sánchez, que una vez levantados los vetos a la entrada de miembros de Unidas Podemos justo al día siguiente de las elecciones ha defendido el perfil de todas las incorporaciones al gabinete: “Son hombres y mujeres con una gran profesionalidad y competencia”.

En una conversación informal con periodistas tras su declaración, Sánchez ha admitido que a lo largo de la legislatura se producirán los roces propios de una coalición, pero le ha restado importancia: “Si fuésemos lo mismo estaríamos todos en el mismo partido”. 

Negociación con Iglesias solo de su parte

Sánchez ha reconocido que el Gobierno es más numeroso que los anteriores -con 22 carteras-: “Refleja la voluntad de construir un Gobierno de acción, ejecutivo, con competencias muy precisas, muy tasadas, y con en el que las grandes prioridades de España tengan voz directa en el Consejo de Ministros”. En ese punto ha defendido la separación de las áreas de Trabajo y Seguridad Social con el objetivo de que uno se centre en el nuevo marco laboral y el otro en impulsar un nuevo Pacto de Toledo. 

También ha enfatizado el refuerzo del perfil económico de los miembros del Ejecutivo con el fin de hacer frente a los “retos” que España tendrá por delante. Además, ha explicado que las grandes “transformaciones” de las que habló en su discurso de investidura -crecimiento económico, justicia social, transición ecológica y el reto demográfico- estarán representadas en las cuatro vicepresidencias. En el caso de Igualdad, cuyas competencias pasan de Carmen Calvo a Irene Montero ha asegurado “impregna la integridad del nuevo Gobierno” además de contar con un departamento propio. 

El líder socialista no informó a sus socios de coalición de que habría cuatro vicepresidencias en vez de tres, que era la creencia de los de Pablo Iglesias, pero ha asegurado que no ha supuesto ningún percance con sus aliados. “La negociación con Podemos siempre ha sido muy clara, negociamos la estructura que incorpora a Podemos al Gobierno -ha dicho en la conversación informal con periodistas-. Con Pablo, cuando hemos hablado de estos temas no ha habido ningún problema”.

Sánchez y Calvo, al frente de diálogo con Catalunya

Frente a la dura oposición que aventuran en Moncloa, Sánchez ha defendido “una España de convivencia y no una España de discordia o de sobreexcitación”: “Los ciudadanos nos piden una España cimentada en el acuerdo y no una España abonada al insulto y a la descalificación”.

El principal reto al que se enfrenta el Gobierno es la negociación del “conflicto político” en Catalunya en buena medida porque su duración depende de la marcha de esas negociaciones dado que la mayoría parlamentaria que lo sustenta depende de ERC. Sánchez ya ha aceptado reunirse con Torra, que era una condición del presidente catalán para permitir que la mesa de gobiernos eche a andar. 

Sánchez ha dado por hecho que esa reunión se producirá antes de que se constituya la mesa pactada por PSOE y ERC, a pesar de que el Tribunal Supremo ha rechazado las medidas cautelares solicitadas por el jefe del Govern para anular la inhabilitación dictada por la Junta Electoral. En el corrillo con los periodistas, Sánchez ha confirmado que en la conversación que mantuvo con Torra quedaron en verse tras los “días intensos” de la formación de Gobierno y encaja esa reunión más allá de la ronda que tendrá con todos los presidentes autonómicos. 

“Su situación no se va a aclarar hasta más adelante”, ha reconocido Sánchez sobre la posible inhabilitación del presidente catalán, que depende en última instancia del Tribunal Supremo. 

Sobre el perfil que ha escogido para el Ministerio de Política Territorial, muy alejado del de Meritxell Batet, a quien designó precisamente como gesto a Catalunya, Sánchez ha explicado que esa área que le ha encargado a Carolina Darias “no es una cuestión que tenga que ver solo con Catalunya sino más temas”. “Se va a encargar de la interlocución con los gobiernos”, ha señalado sobre la ministra canaria mientras que la negociación política con la Generalitat se llevará al máximo nivel.

“Catalunya lo llevo yo, la vicepresidenta, la ministra [de Política Terrirorial], el de Justicia, Salvador Illa, que es mucho más que Sanidad”, ha dicho sobre la designación del secretario de Organización del PSC para esa cartera. Illa formó parte del equipo negociador socialista con ERC para la investidura y Sánchez le ha conferido un “peso político especifico”.  

Nuevos perfiles para una nueva etapa

Sánchez ha comparecido en Moncloa después de que en los últimos días se haya ido comunicando la composición del futuro Gobierno de coalición. Este domingo le ha comunicado al rey la estructura definitiva, aunque fuentes gubernamentales aseguran que le ha ido informando de cada nombramiento según se iba dando a conocer.

Al comenzar su intervención, Sánchez ha agradecido la labor que han desempeñado los ministros que salen del Gobierno (Luisa Carcedo, Magdalena Valerio, Dolores Delgado y José Guirao).  “Cada etapa política reviste nuevas circunstancias, exige también de nuevos perfiles y esa es la única razón que explica los relevos que se han producido”, ha justificado. 

En la conversación posterior, Sánchez ha negado que los miembros de la parte socialista del Gobierno tengan menor perfil político que los de Unidas Podemos. Así, ha recordado que están José Luis Ábalos o Salvador Illa y ha asegurado que, en ese sentido, los nuevos ministros de Seguridad Social o Exteriores son desconocidos pero tienen un peso político más allá de ser técnicos. 

Este lunes está previsto que los miembros del Ejecutivo tomen posesión en Zarzuela a las 10 horas. A partir de entonces, se producirá el tradicional intercambio de carteras en los distintos ministerios a lo largo del día. El primer Consejo de Ministros bipartito se celebrará el martes para poner en marcha las primeras medidas y comenzar con la designación de los altos cargos. El gabinete volverá a reunirse el viernes. Sánchez ha justificado la dilación en la formación del nuevo Gobierno en la dificultad de crear las nuevas estructuras. 

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