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En qué se diferencian las 'primarias' del PP de las de PSOE, Podemos y Ciudadanos

Los candidatos del PP que optan a liderar el partido en las primarias

Iñigo Aduriz / Irene Castro / Aitor Riveiro / Carmen Moraga

Las primarias del PP en las que compiten nada menos que seis candidaturas por la presidencia del partido, han sorprendido dentro y fuera de la propia formación conservadora en donde no hay tradición de estos procesos internos.

Este primer experimento está acaparando una gran atención política y mediática. Incluso ha causado la 'envidia' de los dos rivales que compitieron con Albert Rivera por la presidencia de Ciudadanos en un proceso 'exprés'.

¿Cómo son las primarias del PP? ¿Y las que celebran los otros tres grandes partidos para hacerse con el liderazgo de la formación?. Cada uno tiene sus reglas aunque en todos hay quejas por parte de los aspirantes.

Las primarias del PP

El PP establece un sistema de dos vueltas para elegir a su presidente, con una primera votación de toda la militancia y con una segunda en la que solo pueden participar los compromisarios, dentro de un congreso del partido. Los estatutos especifican que “todos los afiliados del Partido Popular que se encuentren al corriente del pago de las cuotas tienen derecho a elegir a la persona que ostentará la Presidencia Nacional”. El proceso de elección es el siguiente:

Quienes sean candidatos a la Presidencia deben presentar su precandidatura ante la Comisión Organizadora correspondiente entre los siete y los quince días siguientes a la convocatoria del Congreso. Para ser proclamado precandidato es necesario presentar el apoyo de, al menos, 100 afiliados y solo en el supuesto de que se presenten dos o más precandidaturas, la Comisión Organizadora proclama a los precandidatos presentados en el plazo máximo de 48 horas, convocando la campaña electoral interna por un plazo máximo de 21 días. A partir de la convocatoria del Congreso se abre un plazo de 15 días para que cualquier afiliado del partido se pueda inscribir para participar en todo el proceso electoral. Además, cada afiliado inscrito se puede presentar como compromisario hasta cinco días antes del día de la votación.

En la primera votación se elige a los compromisarios para participar en el Congreso del partido y, al mismo tiempo, se presta apoyo directo, también, en votación secreta, a los precandidatos a la Presidencia. “Serán proclamados candidatos a la presidencia del partido, para su elección por los compromisarios en el Congreso, los dos precandidatos que hubiesen obtenido el mayor número de los votos válidos emitidos por los afiliados”, establecen los estatutos. “Si alguno de los precandidatos obtuviese más del 50% del total de los votos válidos emitidos por los afiliados, hubiese logrado una diferencia igual o superior a 15 puntos sobre el resto de precandidatos y hubiera sido el más votado en la mitad de las circunscripciones será proclamado ante el Congreso como candidato único a la Presidencia del Partido”, concluyen.

Las primarias del PSOE

El PSOE presume de ser el partido con más democracia interna. La elección del líder del partido se hace por el voto directo de los militantes desde el año 2014, cuando Eduardo Madina reclamó “un militante un voto” para elegir al sucesor de Alfredo Pérez Rubalcaba. Pedro Sánchez se impuso con ese sistema, que se repitió en 2017.

Tras su victoria frente a Susana Díaz y Patxi López, el PSOE redactó unas nuevas normas por las que se redujo sustancialmente el número de avales que tienen que recopilarlos aspirantes a liderar el partido (1% del censo incluido el PSC y las Juventudes Socialistas).

Además, se estableció un sistema a doble vuelta. Si ningún candidato logra más del 50% de los votos en la primera ronda, los dos más valorados se disputan el liderazgo en una segunda votación.

Las primarias de Podemos

Las primarias son una de las características fundacionales de Podemos. El partido surgió reclamando una participación de la ciudadanía en las decisiones de las organizaciones políticas. Con la elección directa de los dirigentes como una de las banderas.

La elección del secretario general de Podemos, en cualquier ámbito territorial, se hace por sufragio universal entre todos los inscritos para dicho ámbito y está desligada del resto de votaciones del proceso asambleario.

La inscripción en Podemos es distinta de la habitual figura del militante o afiliado en un partido al uso. Cualquier persona mayor de 16 años puede inscribirse y participar, de forma general, en los procesos internos del partido. Podemos ha puesto en marcha en los últimos meses un proceso de verificación de identidad de las personas inscritas aunque, de momento, nunca se ha exigido en la elección del secretario general estatal del partido.

También cualquier inscrito puede presentarse a las primarias, aunque Podemos sí impide que personas que militan en otros partidos puedan optar a un cargo orgánico.

Los requisitos exigen, además, suscribir el Código Ético y recibir el aval de un círculo u órgano electo del partido.

La persona que más votos reciba es elegida para la Secretaría General.

Las primarias de Ciudadanos

En Ciudadanos ponen como ejemplo de transparencia y democracia interna sus primarias, pero ni siquiera existe un reglamento específico que regule las que se convocan a la presidencia del partido. Desde la formación se limitan a afirmar que cuando llega el momento se impulsa un reglamento precongresual y congresual que se aprueba en las Asambleas Generales.

Las últimas primarias a la presidencia del partido fueron celebradas a finales de enero de 2017 -aunque las votaciones se realizaron a principios de febrero- y en ellas Rivera tuvo que enfrentarse a dos rivales prácticamente desconocidos: el sevillano Diego de los Santos, y el madrileño Juan Carlos Bermejo, a los que el líder arrasó con un 87,3% de apoyo de la militancia.

Según explicaron entonces a los periodistas desde la secretaría de Organización, a ese proceso de primarias pueden concurrir todos los afiliados que lo deseen con el único condicionante de tener una antigüedad de seis meses de afiliación y estar al corriente de pago. En la última convocatoria de 2017 se suprimió el requisito de recogida de avales que estaba establecido en un 10% sobre el censo de afiliados.

El plazo para la presentación de candidaturas fue de dos días. Los tres aspirantes – Rivera, De los Santos y Bermejo- oficializaron sus candidaturas el 24 de enero y tras darles el visto bueno la Comisión de Garantías fueron publicadas en la ‘zona de afiliados’ de la web del partido, a la que solo tienen acceso los militantes.

Una vez publicadas, los aspirantes tuvieron algo más de veinticuatro horas para hacer oficialmente campaña, para la que no se les facilitó ayuda económica. Las redes sociales fueron su principal vehículo. La dirección del partido únicamente habilitó su sede nacional para que tanto De los Santos como Bermejo ofrecieran sendas ruedas de prensa para darse a conocer y explicar sus proyectos, que fueron resumidas en la web en notas de prensa. Rivera había anunciado varios meses antes que optaba a por un nuevo mandato.

No hubo debates entre los candidatos, que ni siquiera se conocían. Las votaciones fueron telemáticas y se desarrollaron en dos jornadas, no exentas de incidencias.

Estas primarias ‘exprés’ fueron duramente criticadas por los propios rivales de Rivera.

Las quejas de los rivales de Rivera

Bermejo asegura que solicitó el censo para enviar “un mensaje a los militantes” exponiendo las razones de su candidatura y sus planes. “Pero me lo negaron, proponiéndome que enviara a la secretaría de Organización el mensaje y ellos se encargaban de difundirlo a través de las agrupaciones, mediante los correos electrónicos corporativos, y de esa manera se lo harían llegar a los afiliados”. “Algunos de estos mensajes llegaron a la militancia a las once de la noche, el mismo día de las votaciones”, lamenta el madrileño.

Otra de sus quejas de Bermejo es que la web oficial del partido solo destacara la actividad del líder y sus declaraciones. “Solo aparecía Albert Rivera y nadie más”.

“Los medios los tuve que solicitar yo, no me los ofrecieron. Aceptaron que hiciera la presentación de la candidatura en la sede”, añade.

Bermejo también recuerda que retó a un debate a Rivera el mismo día que presentó su candidatura pero “ni me contestó. No hizo ninguna intención de aceptarlo”. “Hubo incluso un intento de organizar uno en Espejo Público, con Susana Griso, en Antena 3, pero no quiso”, revela.

“Me da envidia sana las primarias del PP. Ahora, sin esperarlo hay un proceso electoral nada menos que con seis candidatos y al menos ellos van a tener suficiente tiempo para poder presentarse, debatir y dirigirse a los militantes”, afirma el madrileño. “En definitiva, que todo lo que les hemos acusado nosotros siempre pues ahora parece ser que son ellos los que nos están dando una lección”.

El otro rival de Rivera, Diego de los Santos, también desgrana lo que no le gustó del proceso.

“Pedíamos urnas ‘de verdad’, porque el voto telemático se presta -en todos los partidos- a manipulación. Pero no las hubo”.

“Pedíamos un debate interno de ideas, ese fue el motivo de la candidatura. Pero sin acceso a la militancia y con solo un día de campaña -miércoles 25 de enero- , ni siquiera podíamos comunicarnos con las bases del partido”.

De los Santos, además, recuerda que dio una rueda de prensa en el Hotel Inglaterra de Sevilla, en donde se alojaba ese día Albert Rivera,“pero no hubo ninguna clase de contacto por su parte aunque me hubiera gustado”.

El sevillano afirma que, en su opinión, “la democracia interna de los partidos debería ser regulada por ley, igual para todos y con la máxima transparencia. Es la base de una democracia real”.

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