La mirada perdida de Zapatero

Zapatero saca un libro, no exactamente unas memorias, pero sí el relato completo del comienzo de la crisis contado por el político que cubrió todas las etapas posibles: la negó, la aceptó, la atacó con un programa de estímulo llamado Plan E, la dio casi por finalizada... hasta que la presión de la UE y el BCE fue irresistible y le obligó en mayo de 2010 a iniciar la era de la austeridad, luego corregida y aumentada por el Gobierno de Rajoy.

Lo que llama la atención del libro, antes de que conozcamos su contenido, es su portada. Esa mirada perdida de Zapatero dentro del coche, no dirigida hacia un punto concreto sino hacia dentro de sí mismo. Está a tono con el título elegido: El dilema. Lo que ocurre es que podría interpretarse como el momento en que el entonces presidente se estaba planteando el dilema que definiría a su Gobierno (¿qué debo hacer?).

Pero también como el momento en que Zapatero se da cuenta del coste que tendría el recorte del gasto público en el Gobierno y en su partido (¿qué he hecho?, o aún mejor: Dios mío, ¿qué he hecho?). Si lo vemos así, casi parece noqueado.

Es llamativo porque no es la portada habitual en los libros escritos por políticos. Lo típico es que le veamos mirando al frente, en muchas ocasiones directamente a cámara, en un primer plano o plano corto.

Es el caso de José María Aznar, José Bono o Alfonso Guerra. Si nos vamos fuera, encontramos el mismo estilo o parecido en Tony Blair o Bill Clinton. La portada de las memorias de George Bush era distinta, pero la foto de él andando con una mano en el bolsillo y con una carpeta en el otro brazo le daba un aire algo dinámico.

Zapatero (o la editorial en propuesta aceptada por él) ha optado por una imagen más dramática. Tiene razones para estar triste en la portada. Un 47% de los votantes socialistas sigue culpando en mayor o menor medida al Gobierno de Zapatero de la terrible situación económica del país. La resolución del dilema no salió exactamente como tenía en mente el líder del PSOE.