Una Conferencia Episcopal dividida deja la primera votación para elegir presidente con su resultado más abierto en décadas
La Presidencia de la Conferencia Episcopal está más abierta que nunca. Nada que ver con los años de férreo control de Rouco Varela, o el liderazgo tranquilo y reconocido de Ricardo Blázquez. A pocas horas de la elección definitiva, nadie sabe quién liderará la Iglesia española durante los próximos cuatro años.
No se recuerda una cosa igual. Al menos siete obispos obtuvieron más de un voto en el escrutinio de sondeo que, a última hora de la tarde, tuvo lugar en la sede de la Conferencia Episcopal, según ha podido saber eldiario.es de fuentes directas. Todos los candidatos que han surgido en las quinielas, más alguna sorpresa, se posicionan en la recta final de una carrera que se decidirá este martes antes del mediodía.
Omella, Cañizares, Iceta, Sanz, Ginés, Catalá y Osoro fueron los obispos que recibieron el mayor número de votos. Aunque hay que tener en cuenta que la votación de sondeo sirve para aclarar algunas dudas, lo cierto es que siempre ha sido utilizada por las diferentes 'cordadas' para esconder o quemar a candidatos propios y ajenos. No es, ni mucho menos definitiva.
Omella y Osoro, reforzados
Pero sí deja varias claves para entender la elección: en primer lugar, que el bloque 'francisquista' (Omella y Osoro) ha salido reforzado. Los dos cardenales fueron de los más votados –mención muy significativa la de los apoyos recibidos por el arzobispo de Madrid, que ya dejó claro que no optaría a cargo alguno, y que ha sido uno de los protagonistas en los diálogos previos–, aunque ninguno de ellos arrasó en la votación, como algunos obispos conservadores dejaron caer al salir de la reunión, en un intento de aglutinar votos en contra del cardenal de Barcelona.
En segundo lugar: Sanz, el candidato más conservador, no quedó descabalgado de la batalla, pero sí sufrió las consecuencias de la estrategia de los más ultras, que dieron pábulo un libelo que pocos días antes recibieron todos los prelados, y que deslizaba falsas acusaciones contra un cardenal. Y, ya se sabe, no hay nada que moleste más a un obispo que se metan con otro obispo.
Iceta y Cañizares, las opciones –junto con Ginés García Beltrán y, en menor medida, Jesús Catalá– preferidas si no se alcanza una mayoría entre bloques, también obtuvieron un sensible número de votos. Ninguno superó la decena, eso sí.
El panorama, con todo, queda más abierto que nunca. Con una sensible diferencia respecto de otras elecciones. En esta ocasión, parece que el sector más cercano a las reformas de Francisco en España podría estar organizado y aglutinando sensibilidades para, en primera o segunda votación del martes, imponer a su candidato. El resultado de la votación de sondeo ha dejado descolocado al bloque conservador, que podría apartar a su candidato (Sanz) y proponer una opción a medio camino (Iceta o Cañizares).
En todo caso, el candidato tiene que obtener 44 de los 87 votos posibles, o esperar a una tercera votación, en la que se medirán los dos obispos que hubiera obtenido mayor número de votos. Nadie descarta nada, incluso un 'ticket' de consenso. La solución, el martes antes del mediodía.
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