Miles de personas marchan en Madrid por la justicia climática: “Estamos a tiempo de cambiar las cosas”
A pesar de la lluvia y el fuerte viento, miles de personas -5.000, según los organizadores- han marchado este sábado por el Paseo del Prado hasta Colón, en Madrid, al grito de “Basta ya, no hay planeta B”. Más de medio centenar de organizaciones habían convocado la marcha para exigir “justicia climática” y protestar contra la falta de ambición de los gobiernos que participan en la COP27, que se está celebrando estos días en Egipto. “La emergencia climática es una crisis de derechos humanos de una magnitud sin precedentes y la falta de una respuesta adecuada a la crisis climática está provocando violaciones de los derechos humanos”, resalta Alianza por el Clima en el manifiesto de la convocatoria.
Las asociaciones ecologistas reprochan a los gobernantes reunidos en Sharm-El Sheik estar “condenando al planeta a un calentamiento global muy superior a los 2 grados centígrados”. Los científicos y organizaciones internacionales alertan desde años en sus informes de las consecuencias de las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Igual que las 26 cumbres anteriores, esta no está a la altura del reto al que nos estamos enfrentando. Sin embargo, hay un 25% de representación de las empresas del gas y petróleo, lo cual es muy significativo”, explica mientras marcha por las calles de Madrid Sagrario Monedero, portavoz de Alianza por el Clima, una de las organizaciones convocantes. “Estamos a tiempo de cambiar las cosas, pero esta década es clave. Necesitamos transitar ya a un modelo basado en renovable, justo, que ponga las vidas de las personas al centro”.
Alejandra Anaya, de 28 años y activista del grupo juvenil Fridays for Future de Salamanca, ha llegado junto a cinco amigas para participar en la marcha de Madrid, porque piensa que apoyar las acciones en las grandes ciudades es fundamental para dar visibilidad al problema. “Lo que más nos preocupa es como se está obviando el asunto. La poca comunicación que hay al respecto, como se siguen ignorando los informes de los científicos”, explica. “Cualquier tipo de acción, incluso las que pueden ser más controvertida y muy criticadas, ayudan. Es fundamental que no se pare de hablar de esto”, añade la joven.
Entre las manifestantes se encontraba también la líder de Más Madrid, Mónica García, que ha marchado junto a su compañera de partido Rita Maestre. “Estamos aquí, entre otras cosas, porque tenemos una presidenta en la Comunidad de Madrid que dijo que el cambio climático era cosa del comunismo”, señala García. Unas declaraciones que ella considera “intolerables”: “Tendría que estar trabajando como la comunidad científica y el resto de personas, preocupadas por el cambio climático, para ver cuáles son las políticas que pueden hacerse en la Comunidad de Madrid para frenarlo”. La líder de Más Madrid cree que la gente “ha visto que el cambio climático no está por venir, sino que ha llegado ya. Y nos estamos jugando el futuro y el de las nuevas generaciones”.
La cumbre del clima en Egipto
En este sentido, Global Carbon Budget afirma que, para cumplir con el compromiso de dejar casi en cero las emisiones de CO2 para 2050, se deberían recortar cada año las emisiones de forma similar a 2020, cuando el mundo quedó paralizado durante meses a causa de la covid-19.
La cumbre del clima empezó el domingo con una advertencia de la Organización Meteorológica Mundial, vinculada a la ONU, que comunicó que la temperatura media anual de 2022 está 1,15 ºC por encima de los niveles preindustriales. Es decir, que falta poco para alcanzar los límites fijados en el Acuerdo de París, cuyo objetivo es evitar que se superen los 2ºC, y en la medida de lo posible los 1,5.
Un millar de expertos de 40 países publicó a finales de octubre una carta abierta donde definían “indefendible” la posibilidad de limitar a 1,5ºC la subida de las temperaturas en el planeta para prevenir los daños más severos. Como respuesta a este anuncio, dos activistas de la organización ambientalista Futuro Vegetal se pegaron a dos cuadros de Goya en el Museo del Prado, imitando las acciones de otros grupos de activistas en otros países. En el trozo de pared que separa ambas pinturas escribieron con spray el mensaje '+1,5º'.
Greenpeace, que también está presente en la manifestación, ha querido recordar la importancia de la participación ciudadana durante este tipo de reuniones internacionales. En Madrid, que celebró la COP25 en diciembre de 2019, miles de manifestantes salieron a la calle junto a la activista Greta Thunberg, que incendió el escenario al grito de “Basta ya”. Sin embargo, este año el gobierno egipcio ha prohibido la mayoría de las protestas y movilizaciones sociales. La organización ecologista, que ha marchado compacta con osos polares y globo gigante de la tierra cubierta de llamas en su cabecera, ha animado la marcha durante todo el recorrido.
Carmen Guille (56 años) sostiene una pancarta que reza “ Tus facturas y tu clima pagan sus lujos”. Ha venido de Zaragoza para sumarse a Greenpeace y enseñar su descontento. “La Tierra es la casa donde vivimos. Tenemos por lo menos intentar dejar una casa a las generaciones futuras”, dice.
Además de la marcha en Madrid, Alianza por el Clima ha organizado una serie de acciones en toda España, que han tenido lugar al mismo tiempo que en otras partes del mundo. En Córdoba, por ejemplo, los manifestantes han pedaleado vestidos de negro y con paraguas por las calles de la ciudad, para llamar la atención sobre la falta de lluvia. Zaragoza, Bilbao, A Coruña y Valencia también han celebrado concentraciones en el centro de la ciudad.
Los que no han podido participar en ninguno de los actos presenciales se han movilizado en las redes sociales, publicando una foto en frente de los Ayuntamientos, oficinas de empresas energéticas o gasolineras de las propias ciudades con una pancarta con el hashtag #12NxClima.
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