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Cine para reclamar derechos humanos

Primer Festival de Cine en Resistencia.

Juan Miguel Baquero

Los caminos para reclamar que se cumplan los derechos humanos pueden ser múltiples. Tantos como aquellos que sirven para levantar muros y violar principios universales. Y el activismo, a menudo, abre pasos fronterizos usando la cultura o, de manera concreta, el mundo audiovisual. Caso del Festival de Cine en Resistencia, una suerte de fórmula para “reclamar las injusticias”. La cita, en Sevilla del 8 al 11 de junio, apuesta por “la reflexión consciente” para “promover el cambio y la transformación social”. Todo un reto.

La Casa Sáhara es el centro neurálgico y sede principal de la primera edición del festival cinematográfico. Como segunda plaza, en El Gallo Rojo tienen cabida actividades paralelas relacionadas con el activismo y los derechos humanos. Con un cartel en el que asoman talleres, exposiciones y hasta un concurso de cortometrajes. Además de coloquios con creadores como los cineastas Iara Lee, José F. Ortuño y Agnes Kamya, bomberos desplazados a la isla griega de Lesbos en tareas humanitarias o el activista saharaui Ahmed Ettanji.

El proyecto, iniciativa de “activistas y defensores de derechos humanos”, marca ese espíritu solidario y reivindicativo como eje prioritario. Subrayan los organizadores, y “resistentes por naturaleza”, el objetivo base del encuentro: “despertar la conciencia social en las personas y que se sientas con las fuerzas y se doten de las herramientas necesarias para luchar por sus derechos”.

'Testigos resistentes' del compromiso creativo

La inauguración del Festival de Cine en Resistencia ha llegado con la proyección del documental Life Is Waiting: Referendum and Resistance in Western Sahara (2015). Una obra de la directora y activista Iara Lee, fundadora de la organización Culturas por la Resistencia, que muestra la situación que soporta el pueblo saharaui 40 años después del referéndum que declaró la independencia como nación.

El cineasta sevillano José F. Ortuño ha ofrecido la primera 'charla resistente' en la Casa Sáhara, sede cultural de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui. Una apertura definida como “Cine y Compromiso” en la que, a través de su trayectoria, mira “al cine que nos envuelve” y a la responsabilidad de los creadores “con lo que quieren mostrar y hacer llegar al público”.

El segundo día de festival acoge el 'Taller Testigos Resistentes'. El activista saharaui Ahmed Ettanji y la directora del Festival Internacional de Cine del Sáhara (Fisahara), María Carrión. En esta y la siguiente jornada, varias mesas de 'Experiencias Resistentes' cuentan con el guionista de Imani (2010), primer largometraje producido en Uganda, Agnes Kamya.

Herramientas para conquistar derechos

La directora de cina Nocem Collado relata su propia experiencia grabando en condiciones extremas. Otros participantes son el cineasta Jesús Ponce, en la actualidad inmerso en el proceso de estreno de su película Todo saldrá bien y el creador de la exitosa webserie Caniville, Hilario Abab.

Una mesa paralela trata la aventura vitalde la actual crisis de desplazados y refugiados con testimonios de primera mano contados por uno de los bomberos sevillanos que han viajado a Lesbos en tareas humanitarias, José Amor, junto a activistas y cineastas como Sergio Caro, Carlos Fornelino o Ahmed Salec. El ganador de un Premio Goya por el corto de animación El viaje de Said (2006), Coke Riobóo, imparte el 'Taller de Animación y Política' el último día, un curso intensivo sobre fundamentos básicos utilizando muñecos recortables que realizan los propios asistentes.

Los Encuentros Internacionales de Arte y Derechos Humanos del Sáhara Occidental (ARTIFARITI) también están presentes en el Festival de Cine en Resistencia. Se celebran desde 2011 en los campamentos saharauis en los que se refugia población en el exilio con “la intención de reivindicar este lugar como espacio de resistencia y de lucha pacífica por la realidad”. Varios integrantes del proyecto, caso de Rocío Arregui, Alonso Gil, Charo Romero y Federico Guzmán, explican cómo buscan ese “desafío cultural” y concitan “su creación como herramienta de lucha por la conquista de derechos humanos”.

Durante los días de recorrido de la cita, está abierta una exposición de la ilustradora Ana Campos y la fotógrafa Ana Escalera. Un camino de “resistentes por naturaleza” redondeado con el concurso de cortometrajes 'Territorios de la Diáspora'. Un total de 42 trabajos entran a concurso como colofón del Festival de Cine en Resistencia en un certamen que puede verse en la sede de Casa Sáhara y que elegirá tres premiados, 'mejor corto', premio del público y mención especial.

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