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Las peticiones de ayudas para diversificar cultivos en Jaén se triplican en 2014

Planta de caquis, uno de los cultivos alternativos que se están iniciando en Jaén.

Concha Araújo

Jaén —

Este año, 150 productores han solicitados las ayudas a la diversificación de cultivos en la provincia y el fomento de empleo ligado a la agricultura. Hace un año, la Diputación de Jaén lanzó la primera línea de subvenciones dotada con 50.000 euros. A ella respondieron 49 solicitudes. En 2014 ha ampliado esa línea hasta los 550.000 euros, multiplicando por más de 10 los fondos asignados, y se han presentado 150 peticiones.

Además de los fondos, la institución ha ampliado las líneas de subvención. En la primera convocatoria se limitaron a cultivos leñosos (árboles frutales), herbáceos (verduras y hortalizas) y al arrendamiento. Así podían acogerse quienes desearan establecer cultivos alternativos al olivar pero también agricultores que quisieran iniciar la actividad o ampliar su propiedad.

Este año además, oídas las necesidades del sector, se han establecidos dos líneas de apoyo para ganadería trashumante y apicultura. Dos sectores castigados por la meteorología durante 2014, según reconoce la diputada de Agricultura, María Angustias Velasco. Y una tercera línea para cultivos vitícolas.

“La idea es que todo el año haya alternativas, en trabajo y renta, al olivar”, señala Velasco. De ahí que una de las claves para obtener la subvención sea que la actividad genere al menos 40 jornales que no existían en la anterior. Martín López es uno de los productores que se ha acogido al programa. Ha sustituido el cultivo de maíz y algodón en Torreblascopedro, en 2,5 hectáreas de la propiedad familiar, por caquis. Ahora mismo vende toda su producción a distribuidores levantinos pero tiene claro que el futuro pasa por controlar el proceso de comercialización “para que el valor añadido se quede aquí”.

Este producto requiere a lo largo del año diferentes tareas generadoras de empleo: poda, tratamiento con herbicidas o la recogida, que se hace a mano. Este año, el quinto desde que arrancó la plantación confía en lograr unos 50.000 kilos de los 1.000 árboles –trabajo para 6 ó 7 personas durante un par de días-, y la sostenibilidad económica, ya que la rentabilidad “en este cultivo no empieza hasta los cinco o seis años”, señala López. El potencial de producción es de 100.000 kilos anuales, lo que aumenta el empleo en lo cuidados previos en la cosecha, que se realiza a mediados de otoño.

Uno de los aspectos favorables es que, como cultivo leñoso, la nueva Política Agraria Común (PAC) equipara las subvenciones de este tipo árboles con las del olivar. Esa es una de las cuestiones que motivaron a Gerardo Garrido para dedicar 12 hectáreas de cereal al cultivo de pistachos. La plantación ha ido creciendo hasta esa superficie de forma escalonada desde 2010.

Su parcela está en Pozo Alcón, tiene riego pero las temperaturas son extremas y a veces se registran heladas. Por eso optó por un cultivo resistente y, además, con posibilidades en el mercado. “Me dan precios firmes, esta mañana me han hecho un oferta por todo lo que tenga a 8,60 euros el kilo, por todo lo que tenga”. Reconoce que la rentabilidad es uno de los aspectos que lo ha motivado al cambio “ahora que el olivar empieza a perder brillo”. Otro factor es que la maquinaria y técnicas empleadas en este cultivo son similares a las que requiere la aceituna.

Para ambos la decisión de diversificar es anterior a la línea de ayudas de la Diputación e insisten en que la han solicitado porque “si cae, cae”, en palabras de Garrido, pero más pensando en el futuro de la explotación que en el momento puntual “porque esta ayuda solo la tienes una vez”, subraya López, quien explica que su subvención ha ascendido a 1.400 euros.

Los pistachos, melocotón o caquis, junto a otros cultivos que ya existían, como cerezas o brevas, son los principales focos de atención del sector. No obstante, este año la mitad de las peticiones vienen del sector ganadero que, debido a la meteorología se ha visto obligado a trashumar en periodo no habitual y alquilar zonas de pastos.

La diputada de Agricultura explica que van a trabajar más coordinadamente con las organizaciones agrarias porque de los 49 solicitantes de 2013, finalmente sólo cobrarán subvención 6 ó 7, porque no han respondido a tiempo a las peticiones de información de la Administración. La segunda convocatoria está a punto de fallarse y, según la diputada, la intención es mantener este tipo de ayudas durante al menos 5 años, con la idea de generar empleo en el medio rural más allá de los meses de invierno, cuando se produce la cosecha de aceituna. La tarea es compleja en una provincia en la que casi el 90% de la superficie agraria -alrededor de 655.000 hectáreas según el Ministerio de Agricultura- está dedicada a un solo cultivo: el olivo.

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