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Balance de las balas de goma: siete ojos perdidos en cinco años

Ester Quintana, el 14-N después de recibir el impacto en su ojo. / EDU BAYER

Benoît Cros

Barcelona —

Tres años después de su constitución, la asociación Stop Balas de Goma ha conseguido su objetivo: la prohibición del uso de balas de goma como material disuasorio por parte del cuerpo de Mossos d'Esquadra. La lucha de esta organización y de otros movimientos sociales se ha enmarcado en un contexto de proliferación de lesiones ocasionadas por estos proyectiles: desde 2009, siete personas han perdido un ojo a causa del impacto de una bala de goma en Cataluña. En el resto del Estado, hubo dos víctimas mortales, en concreto en Euskadi: en 1995 falleció Rosa Zarra pocos días después de recibir un impacto de bala de goma en el abdomen durante una manifestación. Otra víctima fue Íñigo Cabacas, que murió el año pasado al recibir un disparo de estos proyectiles en la cabeza. Poco después la Ertzaintza los retiraba. Y ahora en Cataluña tampoco se utilizarán más. Este viernes se votará su prohibición en la comisión del Parlamento que estudia su uso, y el 30 de abril de 2014 las balas de goma ya no formarán parte del material antidisturbios de la policía catalana. Repasamos el historial de esta munición en Cataluña.

Hasta 2005: Policía Nacional

Antes del traspaso de las competencias en seguridad a la Generalitat de Catalunya, la Policía Nacional usó varias veces las balas de goma. En 2001, Carles Guillot perdió un ojo durante el desalojo de una casa okupa en el barrio de la Salut de Barcelona. Después de pasar por la Audiencia de Barcelona, su petición de indemnización fue rechazada por el Tribunal Supremo. Recientemente, una campaña de micromecenaje le permitió reunir los fondos necesarios para recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.

27 de mayo de 2009: Gana el Barça, tres personas pierden un ojo

La noche que el FC Barcelona ganó su tercera Liga de Campeones, la primera con Josep Guardiola de entrenador, fue la más violenta en cuanto a las consecuencias del uso de las balas de goma. Jordi Naval, Jordi Sallent y Òscar Alpuente perdieron todos un ojo cuando celebraban la victoria de su equipo. Ninguno de ellos estaba implicado en disturbios. La misma noche, Edgar López recibió un disparo en la caja torácica que le provocó lesiones coronarias graves e irreversibles y una necrosis en una parte del corazón. Pocos días antes, durante la celebración del título de campeón de liga, Gerard Molins había recibido un disparo en la oreja, lo que le provocó vértigos durante 6 meses.

12 de julio de 2010: “Toda la culpa es de Robben”

Este es el título irónico del libro que escribió Nicola Tanno sobre su experiencia. Con esta frase, este joven italiano recuerda que la jugada fallida de Robben en la final del Mundial podría haber evitado la victoria de la selección española y la posterior celebración durante la cual él perdió un ojo, según denuncia a raíz del impacto de una bala de goma. Tampoco estaba implicado en ningún alboroto. Su caso ha sido archivado dos veces pero aún está pendiente de un recurso.

Tras esos sucesos, Tanno fue uno de los impulsores de la asociación Stop Bales de Goma y compareció dos veces en el Parlament de Catalunya.

29 de marzo de 2010: Primera huelga general

Durante la primera huelga general de este periodo de crisis, Angelo Cilia, de 26 años, y otro ciudadano italiano de 36 años perdieron un ojo.

14 de noviembre de 2012: Ester Quintana.

El caso de Ester Quintana, que perdió el ojo durante la huelga general del 14-N, tuvo grandes repercusiones mediáticas debido a los repetidos cambios de versión por parte de la policía. El entonces consejero de Interior, Felip Puig, aseguró en un primer momento que no había disparado ninguna bala de goma durante aquella manifestación. Gracias a la publicación de varios videos, terminó admitiendo que habían disparado salvas-disparos sin bala- en la zona donde se encontraba Quintana, pero negó que fueran proyectiles. Sin embargo, un informe médico demostró que la lesión había sido provocada por un proyectil de este tipo.

Febrero de 2013: Creación de la comisión parlamentaria

En febrero se creó finalmente la comisión parlamentaria que reclamaba Stop Bales de Goma desde 2011, para estudiar el uso de este tipo de material por parte de los Mossos, aunque no adoptó la expresión balas de goma sino que hizo referencia a los métodos de orden público en general. Durante su comparecencia, el nuevo consejero de Interior, Ramon Espadaler, pidió perdón a las víctimas, aunque anunció entonces que no se prohibirían las balas de goma. Pocos días después, anunció la adquisición de cañones de agua por parte de la policía catalana.

30 de abril de 2014: Fin de las balas de goma

Durante su comparecencia en el Parlament, Ester Quintana dijo: “No soy la primera víctima de las balas de goma pero quiero ser la última”. Su voluntad se hará realidad. Según el acuerdo que llegaron CiU y ERC, el 30 de abril de 2014 será el último día en que los Mossos podrán utilizar las balas de goma. Aún así, todavía tendrán a su disposición las lanzaderas GL06-LL que disparan proyectiles viscoelásticos, de mayor precisión, que no rebotan y que inmovilizan los músculos en caso de impacto.

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