Supervivientes del naufragio dicen que el patrón dejó el timón y el barco colisionó

Los testimonios de varios supervivientes del naufragio del pasado domingo han relatado que el patrón que dirigía la embarcación en la que viajaban entre 700 y 950 personas dejó el timón cuando se acercó el pesquero portugués King Jacob. Entonces, su nave colisionó con esta embarcación, que había acudido a auxliarlos, y los pasajeros cayeron al agua. Según sus relatos, el patrón pretendía camuflarse con el resto del pasaje.

Los datos que aportan los supervivientes y que recoge la prensa italiana modifican las primeras informaciones sobre los motivos por los que la embarcación volcó en alta mar. En un primer momento se apuntó que los pasajeros se agolparon en uno de los lados de la nave al ver aproximarse al pesquero que acudía a ayudarlos y que, por ello, la embarcación se inclinó.

En cambio, varios supervivientes relatan que el patrón que dirigía su embarcación soltó el timón para confundirse con el resto de los pasajeros y que la nave chocó con el pesquero portugués.

Uno de ellos, Nasir, de origen bengalí, que dice tener 17 años, explica que durante la noche, después de haber lanzado la señal de socorro, llegó “una gran embarcación”. “Nos acercamos a ella y entonces llegó el impacto, instintivamente nos echamos todos hacia el mismo lado para intentar salvarnos y la nave volcó”, cuenta Nasir.

Nasir, que nació en Kuliarchar y que hace dos años llegó a Trípoli en busca de trabajo para ayudar a su familia, es uno de los cuatro supervivientes del naufragio que afirman ser menoresy que han sido trasladados a a un centro de acogida para menores, “La Madoninna”, a las afueras de Catania, desde donde han contado lo que ocurrió aquella noche al Corriere della Sera.

Los jóvenes relatan que el traficante que gobernaba el pesquero en el que viajaban “bebía vino, fumaba hachís” y abandonó el timón para confundirse entre los pasajeros. Nasir explica que por casualidad no acabó en los niveles inferiores del pesquero, donde estaban hacinadas cientos de personas que habían pagado menos, y se quedó en la cubierta con otros treinta inmigrantes donde pudieron ver cómo los dos traficantes, un sirio y un tunecino, bebían vino durante todo el trayecto y fumaban hachís.

Sobre ellos, cuya foto relajados en el barco de la Guardia Costera italiana que les llevó a Catania aparece hoy en la prensa, pesa la acusación de los delitos de homicidio culposo múltiple, naufragio e instigación a la inmigración clandestina y se encuentran en prisión preventiva, según explicó ayer el fiscal de Catania, Giovanni Salvi.

El joven explica que desde el piso inferior y la bodega se oía: “Help, help” (ayuda, ayuda), los gritos del resto de personas que no tuvieron tiempo de salir y murieron ahogados. Según algunos de estos testimonios de los 28 supervivientes recogidos por la Fiscalía de Catania se estima que en el pesquero viajaban unos 850 inmigrantes.

“No pude echarme atrás”

El diario “La Stampa” ha hablado también con otro de los menores, del que no cita el nombre, y que explica que los traficantes abandonaron el timón en el momento en el que vieron llegar al carguero portugués, desviado por la Guardia Costera italiana para ayudarles, y así mezclarse con el resto de pasajeros.

Es habitual que los traficantes, si no consiguen abandonar el barco antes, se intenten mezclar con los inmigrantes a bordo para pasar desapercibidos y así, posteriormente, ser repatriados de nuevo a sus países como un indocumentado más.

Otro superviviente, de unos 30 años, que dice provenir de Zambia, cuenta que antes de embarcarse estuvo dos meses esperando su turno en una de los “granjas” que usan los traficantes en Libia.

“Vi que el barco estaba repleto de personas, pero no pude echarme atrás. El viaje ha sido tremendo. Todos hacinados, con poca comida y agua. Me salvé sólo porque estaba en cubierta”, explica.

A Nasir le ocurrió lo mismo: “Caí al agua y los tripulantes filipinos del carguero nos tiraron unas cuerdas a las que me pude agarrar y así subir al barco. Fueron muy amables, nos dieron té, café, mantas, y pensé que todo finalmente había acabado”.

Llegan a Italia otras 1.103 personas

Un grupo de 545 inmigrantes fue rescatado por la Guardia Costera italiana en las últimas horas en las aguas del canal de Sicilia y ya ha llegado al puerto de Salerno (sur de Italia). Según informó la Guardia Costera, de estas 545 personas, cerca de 50 permanecerán en la región de Campania y el resto serán transferidos a otras zonas del país para poder ser atendidos en centros de acogida.

Este miércoles también han llegado al puerto de Augusta (Italia) en la la nave “Bettica” de la Marina italiana las 446 personas que fueron rescatadas ayer en un pesquero a 80 millas de las costas de Calabria (sur) y que en el momento del avistamiento corría el riesgo de hundirse.

En un comunicado, los guardacostas explicaron que entre los pasajeros se encontraban 59 niños y 95 mujeres, y que encuentraban en buen estado. La agencia de noticias Associates Press ha difundido un vídeo de la llegada al puerto a través de su canal de Youtube.

Además, un grupo de 112 inmigrantes ha desembarcado en el puerto de Lampedusa (sur), después de ser socorridos en las últimas horas cuando se encontraban a bordo de una lancha neumática en situación de peligro a 50 millas del noreste de Trípoli, según ha informado la Guardia Costera italiana en un comunicado.

La llegada de barcazas con inmigrantes es incesante en los últimos días. El lunes, los guardacostas italianos salvaron a un total de 638 inmigrantes mediante seis operaciones de socorro diferentes.

Además, los guardacostas han informado del rescate de otras 220 personas, de ellas 5 mujeres, a 40 millas del norte de Libia, que llegarán en las próximas horas al puerto de Pozzallo (Sicilia). El buen tiempo fomenta que cientos de personas que se ven empujadas a buscar un futuro en Europa decidan subirse a bordo de barcazas o lanchas neumáticas desde las costas africanas.

Las naves de la Guardia Costera italiana, de la Marina Militar y de la Guardia de Finanza continúa supervisando el Mediterráneo, mientras las autoridades italianas investigan las causas del naufragio del pesquero con cerca 850 desaparecidos.