El ferrocarril extremeño espera al ministro con 160 kilómetros en mal estado y límite de velocidad
Si el nuevo ministro de Fomento Íñigo de la Serna cogiera un tren para ir desde donde trabaja, Madrid, a su ciudad y de la que ha sido alcalde, Santander, localidades que distan por carretera 450 kilómetros, podría hacerlo en un Alvia que tarda 4 horas y 15 minutos; pero si en su anunciada visita a Extremadura llegara a Badajoz, distante solo 400 kilómetros de la capital española, su viaje no bajaría de las 5 horas y media.
Renfe llega más lejos y en menos tiempo, a la ciudad de este ingeniero de caminos, canales y puertos que se ha comprometido con el presidente de la Junta, Fernández Vara, a visitar Extremadura en enero para ver cómo van las obras de la alta velocidad, y comprobar también otras exigencias planteadas como el mal estado de la red convencional, que es toda, y la necesidad de dar otra salida de calidad por Puertollano.
La red ferroviaria interior de Extremadura consta de 725 kilómetros, ninguno de ellos electrificado o doble vía, y se cae a pedazos. Un 22% de ella, más de la quinta parte, en tal mal estado que los convoyes sufren limitaciones de velocidad de 50 (la mayoría), 60 y 70 km/hora, y en algunos trayectos como Cáceres-Valencia de Alcántara en el mejor de los casos no se pasa de 90.
El estado es tan deplorable que en vez de progresar, en algunos casos ha ido para atrás, y la prueba es que entre Badajoz y Madrid del 2012 para acá el tiempo de viaje ha empeorado en una media de 20 minutos.
Limitaciones de velocidad
Según recoge el Pacto por el Ferrocarril en Extremadura en total son 160,3 kilómetros los existentes con limitación de velocidad 50-70 km/h, distribuidos en cuatro recorridos: Cáceres-Mérida, Badajoz-Puertollano, Mérida-Zafra-Los Rosales hacia Sevilla, y Cáceres-Valencia de Alcántara-Portugal.
Cáceres-Mérida es un trayecto relativamente corto pero con 14 kilómetros en limitación que hacen perder 10 minutos; a 78 ascienden los kilómetros deficientes entre Badajoz y Cabeza del Buey en la línea de Puertollano/Ciudad Real, donde se pierden 45 minutos.
Entre Mérida-Zafra y Los Rosales hay 22 km limitados, 15 minutos de retraso por ello, y entre Cáceres y Portugal el perjuicio es de 20 minutos por culpa de 20 kilómetros.
La línea Zafra-Huelva está aún peor aunque su desastre se da en la provincia de Huelva con tramos donde los ciclistas adelantan al tren que va a 30 km/h en algún punto, un retraso en total de 25 minutos por 27 kilómetros en mal estado.
El 15% de los raíles (carriles en el lenguaje ferroviario) son sin soldar y con traviesas de madera “de principios del siglo XX”, que obligan a limitaciones de 30-50 km/h.
Los extremeños quieren tren
Pese a todo, entre 2012 y 2015, gracias a la mejora de los trenes, horarios y oferta comercial (precios) el número de usuarios sobre todo entre las ciudades y grandes localidades se ha incrementado un 25%.
El Pacto por el Ferrocarril señala como primera prioridad la apuesta por el ferrocarril convencional, que necesita una “urgente” mejora, renovación y electrificación; solo en segundo lugar aparece la electrificación de la línea de alta velocidad Badajoz-Mérida-Cáceres-Plasencia-Madrid.
