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La justicia paraliza las obras del río Sarria tras reiniciarse con protección de la Guardia Civil

Una excavadora reinicia las obras antes de que el juzgado las paralizase

Miguel Pardo

Las obras en la ribera del río Sarria acaban de reiniciarse en la mañana de este martes a pesar de la fuerte contestación vecinal que el proyecto de encauzamiento está teniendo en la villa y después de que un acuerdo entre la Plataforma Sarriana por el Río y el Ayuntamiento lograra evitar el corte de la mayoría de los árboles que estaban en peligro, así como el mantenimiento de la isla de O Toleiro en su actual configuración. A pesar de eso, la Guardia Civil procedió hoy al desalojo de las personas que como cada día intentan evitar, acampadas a la altura del puente, la desaparición del espacio situado en el Camino Francés para que la Confederación Hidrográfica Miño-Sil dé comienzo al contestado proyecto. Pero solo unas horas después de que las excavadoras comenzaran los trabajos, el juzgado de la villa ordenó paralizarlos tras la denuncia del colectivo contrario al proyecto.

Son unos pocos alisos –se preveía cortar siete– los que estaban siendo cortados a pocos metros del Camino y sin la autorización de la Dirección General de Patrimonio, tal y como denuncia el colectivo contrario a la obra, que presentó una denuncia para exigir la paralización de unas obras que carecerían del permiso necesario. Poco después, y segundo informó la Plataforma, el juez revisó el expediente y ordenó que se paralizaran los trabajos de las excavadoras, que ya habían tronzado varios árboles. Mientras tanto, y tras una visita de los activistas al Ayuntamiento, el alcalde José Antonio García calificó de “radical y violenta” la postura de los desalojados.

Las excavadoras trabajaron ya desde primera hora de la mañana, entre la tensión y las protestas de los activistas, conscientes también de que el acuerdo anunciado por la Confederación y el Ayuntamiento salva “al 95% de los árboles que estaban amenazados”, así como las islas amenazadas. Una pequeña victoria que, no obstante, fue empañada por un polémico reinicio del proyecto, sin aviso y justo cuando la plataforma evaluaba los avances conseguidos, así como el fin de la acampada y nuevas formas de movilización.

Unos veinte agentes de la Guardia Civil fueron los que desalojaron la zona para permitir el trabajo de las máquinas. Ahora, la Plataforma se queja de las prisas de una Confederación que decidió reiniciar las obras solo unas horas después de anunciar que aceptaba buena parte de las propuestas de los activistas, que aún no habían sido informados oficialmente de los avances. “Siguen adelante antes de sentarse a hablar y después de una información muy poco concreta; la modificación respecto a lo que se preveía en un principio es tremenda y positiva, pero tenemos que tenerlo todo claro”, dice José María, uno de los miembros del colectivo contrario al proyecto, que no se fía ahora de que se respete todo lo acordado.

El caso es que la reunión del pasado lunes entre la Confederación Hidrográfica y el Ayuntamiento tuvo lugar sin ningún representante de la Plataforma Sarriana por el Río, que había avisado de que no podría asistir a la hora acordada y pidió su aplazamiento. No obstante, la reunión siguió adelante y tanto la administración local como la responsable de las obras anunciaron un acuerdo que implicaba que se aceptaban varias de las demandas del colectivo, entre ellas dejar la isla de O Toleiro en su actual configuración y “mantener la práctica totalidad de la superficie arbórea existente”. No se cumplieron todos los requisitos del vecindario, pero sí muchos de ellos, algo que los contrarios a las obras consideran “un paso adelante”. “Se salva el 95% de los árboles, pero ese 5% lo están cortando sin autorización”, destacan.

La Plataforma acudió al Ayuntamiento de Sarria esta misma mañana, y allí se encerró para pedir explicaciones por el reinicio de las obras, al tiempo que acusan de que no se está haciendo inventario del arbolado ni se están adoptando medidas de profilaxis sobre los alisos que están enfermos, que eran los que se iban a tronzar con las excavadoras, aunque estas podrían haber actuado también contra ejemplares sanos. Este mismo lunes, profesores de la USC criticaron el proyecto de encauzamiento del río y un tipo de actuación “que se está quedando anticuada en sociedades avanzadas en aspectos ambientales, prefiriéndose actuaciones blandas más respetuosas con el medio ambiente y el paisaje”.

Desde que la Conferencia Hidrográfica, con el apoyo del Ayuntamiento de Sarria, inició las obras, la Plataforma llevó a cabo una fuerte campaña de protesta contra un proyecto que preveía acabar con más de un centenar de alisos, árboles protegidos a nivel europeo y que forman parte del paisaje autóctono. La intención de estas obras es, según la administración local, evitar el desbordamiento del río y por eso es por lo que la Confederación habría previsto expropiar el molino de O Toleiro, argumentando que parte de la finca se sitúa en una zona anegable.

Pero los vecinos de Sarria se unieron desde un principio para rechazar un proyecto que, tal y como reconoce el informe de obra, tan solo podría minimizar las inundaciones pero no eliminarlas. El coste de la obra superaría los 6 millones de euros, que serían financiados con fondos FEDEr (070%) y por la propia Confederación Hidrográfica Miño-Sil (30%).

La Plataforma acusa a Cultura de no impedir la tala de árboles en zona protegida

La Guardia Civil desaloja a los activistas

La Plataforma Sarriana por el Río ha enviado una carta al conselleiro de Cultura y Educación, Jesús Vázquez, en la que le recuerda que, a pesar de formular ante él la denuncia contra la Confederación Hidrográfica por infracciones de la ley de Protección de los Caminos de Santiago, “no ha adoptado las medidas cautelares solicitadas”, que incluían la inmediata paralización de las obras que ahora ha decretado cautelarmente la Justicia.

“Queremos que sepa, para que luego no diga que no estaba enterado, que hoy se están talando de manera ilegal árboles en la ribera del río Sarria, en concreto en Ponte Ribeira, al lado del Camino de Santiago. Como usted sabe bien, la tala de este bosque de ribera, que está situado íntegramente dentro del ámbito del territorio histórico integrante del BIC”, le recuerda el colectivo al consejero, es ilegal ya que las normas “prohíben expresamente la tala de arbolado dentro del ámbito de protección del Camino”.

“En todo caso, y solo si se tratase de una tala aislada (lo que no parece, a la vista de los árboles que están cayendo), necesitaría la previa autorización expresa de la Consellería de Cultura que requiere la normativa. ¿Ha autorizado esta tala la Consellería de Cultura?”, le pregunta, tras denunciar que las obras ya iniciadas constituyen “una infracción tipificada como muy grave” en la ley.

“Si la Consellería de Cultura permite la tala del bosque de ribera o la tala aislada de ejemplares sin autorización previa expresa, está desatendiendo de manera escandalosa las competencias que tiene atribuidas en materia de protección del patrimonio cultural y, en este caso, de un bien de interés cultural que es patrimonio de la Humanidad”, dice, tras insistir en que la tala de arbolado es “ilegal” porque “el proyecto en ejecución carece del informe favorable de la Direccion General de Conservación de la Naturaleza que exige la Resolución de 2 de julio de 2010 sobre la evaluación ambiental del proyecto”.

“Se está permitiendo esta tala en contra de un informe previo de la Dirección General de Conservación de la Naturaleza de 25 de junio de 2009 y en contra de la opinión expresada por profesores de la Universidad de Santiago que, entre otras razones, esgrimen que merecen protección los alisos del río Sarria por no estar afectados por el hongo que está diezmando los alisos de los ríos gallegos y otros”, insiste la Plataforma, que cree que “la protección del patrimonio cultural exige actuar de manera inmediata”. “Lo que no podrá decir después, señor Conselleiro, es que no tenía conocimiento de la tala en curso”, concluye la carta.

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