“¿Por qué se ocultan las muertes en la cárcel?”
Tres presos vascos muertos de forma no natural en menos de un mes en prisiones de la comunidad autónoma y del resto de España. Con este macabro balance, César Manzanos, portavoz de la Asociación de Apoyo a los Presos-Salhaketa, ha denunciado la situación que se vive en estos momentos en las prisiones, tanto vascas como del resto de España. “Se está produciendo un genocidio carcelario porque Instituticiones Penitenciarias no adopta las medidas necesarias para preservar la salud de los presos”. La muerte de M.V.E, un joven guipuzcoano de 22 años, el pasado 8 de febrero en una celda de la cárcel de Burgos ha hecho que Salhaketa vuelva a levantar la voz. M.V.E ya había protagonizado con anterioridad “algún intento de suicidio”, según su familia. Por eso, Manzanos pide explicaciones al Ministerio de Interior acerca de por qué no puso en marcha el protocolo antisuicidios.
Esta muerte se suma a la de otros dos presos vascos en menos de un mes. “¿Qué está pasando? ¿Por qué se ocultan estas muertes? ¿Por qué no se exigen responsabilidades o al menos se investigan?”, se pregunta Manzanos. Según el representante de Salhaketa, el Gobierno central desarrolla una “política de ocultamiento de estas muertes, a pesar de que la administración debe garantizarles su derecho a la vida”. La crítica de Manzanos llega al punto de asegurar que Instituciones Penitenciarias ha amenazado a las organizaciones que trabajan en el interior de las prisiones con expulsarles si dan información de lo que ocurre en su interior.
Según Salhaketa, existe constancia de más 38 personas muertas por motivos no naturales durante los últimos cuatro años en las cárceles ubicadas en Euskadi y Navarra o de vascos presos que cumplían pena en otras prisiones españolas. “La Fiscalía”, enfatiza Manzanos, “debe investigar de oficio estas muertes, la mayoría de ellas en extrañas circunstancias. Debe aclarar las circunstancias y motivos de las mismas y depurar las responsabilidades políticas, administrativas y penales”.
