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“La única opción para trabajar en la construcción es la explotación”

Eduardo Azumendi

Vitoria-Gasteiz —

Las situaciones de “esclavitud en el sector de la construcción en general y de la obra pública en particular se está recrudeciendo”. Esa es la conclusión del sindicato ELA tras comprobar como las empresas se saltan la aplicación de los convenios, se prolongan las jornadas de trabajo, se producen faltas en medidas de seguridad básicas e incluso se descubre el hacinamiento de trabajadores en 'pisos patera'. Y lo que es peor, los trabajadores del sector son conscientes de que solo tienen dos opciones: “El paro o la explotación”.

Un diagnóstico en el que coincide Txema Herrero, responsable del area de construcción del sindicato Comisiones Obreras. “La administración saca una obra a concurso por 100, pero hay tanta competencia que las grandes empresas se ofrecen a hacerlo por 70. Y despues recurren a las subontratas imponiendo el precio máximo de las diferentes actuaciones. Este tipo de licitaciones tan a la baja provoca una gran precarización de las condiciones laborales de los trabajadores”.

ELA ya ha recogido más de 110.000 firmas y presentado una Iniciativa Legislativa Popular ante el Parlamento vasco para que apruebe una ley que regule los pliegos de condiciones tanto para la construcción como para el resto de sectores. Los últimos casos más flagrantes de explotación los ha destapado en Vitoria, en la edificación del nuevo ayuntamiento o en la construcción del Centro Cívico de Salburua. La lista se completa con la construcción de San Mames Barria, “cuya construcción se asemeja mucho, a pequeña escala, a los escándalos que nos vienen desde Brasil con motivo del Mundial de fútbol”. ELA también cita casos como la obra de Tabakalera en Donosti, el Navarra Arena en Iruña, o la construcción de TAV.

Escándalo social

Escándalo social

“La explotación en la construcción de obras públicas se está convirtiendo en un escándalo social”, denuncia ELA. Las empresas juegan con el miedo de los trabajadores. “Si quieres trabajar, te tienes que callar y aceptar lo que te den. Por desgracia, se trata de una práctica habitual en las obras públicas. La única forma de poder denunciar estos abusos es que algún trabajador acuda a los sindicatos o a la inspección de trabajo”, apuntala Herrero.

ELA va a iniciar una campaña exigiendo a las instituciones su implicación real en las obras públicas. Para ello, señalará mediante una pancarta identificativa a toda obra en la que detecte incumplimiento de convenio. Además, denunciará las adjudicaciones a la baja y todas las irregularidades que descubra.

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