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Navarra exige que se dé peso a las entidades locales en la atención a personas refugiadas

Personas refugiadas, en Atenas / Foto: Efe.

Garikoitz Montañés

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El Gobierno de Navarra sigue insistiendo en su llamada de atención al Ejecutivo central sobre la crisis humanitaria de las personas refugiadas. El vicepresidente de Políticas Sociales, Miguel Laparra, ha recalcado que la reciente reunión entre representantes de las comunidades autónomas con el Estado no fue positiva, que faltó información y que no se está contando con las comunidades autónomas. Y la postura del Ejecutivo foral es que es a través de las entidades locales como estos planes de atención ganarían operatividad. De la reacción del gabinete Rajoy a los nuevos cupos, la reunión de la Unión Europea sobre migración (el día 14) y el posterior cara a cara, de nuevo, entre autonomías y Gobierno dependerá cuántas personas, en qué fechas y qué fondos puede acoger la Comunidad Foral. Y, ante tantas tomas de decisiones aún en el aire, cabe preguntarse qué medidas se han implantado o anunciado ya en Navarra para atender esta crisis humanitaria. Y, aunque sean provisionales, estas son las principales.

Dos vías para acoger personas

Una docena de colectivos sociales pidieron a las instituciones locales que se sumaran al movimiento de ciudades-refugio; después, el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron (EH Bildu), adelantó que la voluntad del Consistorio era sumarse a la iniciativa; y, por último, el Gobierno Foral ofreció Navarra como tierra de acogida para personas refugiadas, en lo que fue el inicio de una cadena de presión al Gobierno central (Navarra fue la primera autonomía, como tal, en dar el paso) para que modificara su reacción a esta crisis humanitaria.

Las dos vías posibles para que Navarra pueda acoger a las personas refugiadas es, por un lado, a través de reubicaciones de personas que ya se encuentran en otros países europeos, principalmente Italia, Grecia y Hungría, o, por otro, a personas que lleguen directamente desde campos de refugiados de zonas limítrofes con el conflicto sirio. La semana pasada se habló de que podían ser entre 80 y 300 personas, en función de los cupos (el nuevo es que a España le corresponde atender, según ha anunciado la Comisión Europea, unas 15.000 solicitudes de asilo, además de la propuesta anunciada en mayo), y este miércoles Laparra ha hablado de unas 200, aunque ha insistido en que, por el momento, se trata de una mera estimación. En cualquier caso, la llegada efectiva de estas personas aún puede demorarse.

Un teléfono de atención centralizado

El Gobierno Foral centraliza, a través del teléfono de atención ciudadana (el 948 012 012 o el 012 para personas que no tengan tarifa plana de telefonía; el coste de la llamada es de 0,34€ + IVA) y de un e-mail (navarra@navarra.es), los ofrecimientos para colaborar en la atención a personas refugiadas. Desde entidades locales a familias que ofrecen sus casas o su propia vivienda, hasta el momento ya se han recibido alrededor de 200 ofrecimientos (a comienzos de esta semana, eran la mitad), según apuntan fuentes del Departamento de Políticas Sociales.

La apuesta por la acogida en viviendas

La apuesta del Ejecutivo foral es la de acoger a las personas refugiadas en viviendas vacías (en condiciones de habitabilidad) o particulares, pero no en centros de acogida, donde a menudo se realiza una primera acogida hasta que son derivadas hasta otros puntos. Fuentes de Cruz Roja Española, de hecho, adelantaron que se estudiaba la posibilidad de habilitar uno de estos centros en Navarra, porque en la actualidad carece de uno. No obstante, el Ejecutivo defiende que el sistema que defiende favorece más la integración social.

Otra cuestión aún por desvelar es qué fondos, propios o recibidos, tendrá Navarra para atender esta crisis. Más allá de las soluciones de alojamiento, también se necesitará ofrecer apoyo psicosocial a través de entidades y servicios sociales, resolver las necesidades educativas y sanitarias (que en este caso asumiría el Gobierno Foral), diseñar programas de empleo o de inserción laboral, y facilitar el proceso de aprendizaje del idioma.

El diseño de un plan de acogida

El Gobierno Foral ha desarrollado una reunión con entidades locales (por ejemplo, de la propia capital navarra, Tudela o la federación de municipios) y sociales para seguir adelante en el diseño de un plan de acogida. El objetivo es que esté listo en los próximos días, aunque no se ha concretado una fecha límite. Al término de la cita, el Ejecutivo ha recalcado, a través de un comunicado, que el dispositivo navarro necesita conocer esos plazos, fechas y recursos para poder seguir adelante.

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