Carromero abandona la prisión de Segovia y pasará el fin de semana en casa

El dirigente de Nuevas Generaciones Ángel Carromero ha abandonado este viernes la prisión de Segovia, a las 18.10 horas, en un automóvil con destino a su domicilio en Madrid. Le esperaban a la salida del centro penitenciario dos amigos, con los que ha viajado a la capital de España en el coche particular de estos.

La salida de la cárcel de Carromero ha sido posible tras la obtención del tercer grado, o régimen abierto, que le ha concedido hoy Instituciones Penitenciarias a la vista de un informe favorable de la Junta de Tratamiento de la Prisión de Segovia emitido ayer.

El abogado niega trato de favor

El abogado de Ángel Carromero, José Maria Viñals, ha vuelto a negar este viernes que su cliente este teniendo un trato preferente para la agilización del proceso ya que, según indica, los requisitos necesarios se están cumpliendo todos y cada uno de forma “exquisita”.

En declaraciones a Onda Cero, recogidas por Europa Press, Viñals ha recordado que “con el reglamento en la mano y viendo los plazos, los requisitos se están cumpliendo todos y cada uno de ellos de forma exquisita”. A renglón seguido, ha apuntado que los funcionarios de prisiones que están allí son gente “muy meticulosa” con el reglamento y “muy profesional”.

Ante la posibilidad de que el dirigente de Nuevas Generaciones del PP pudiese salir este viernes de prisión, el abogado ha aseverado que “podría” ocurrir en el caso de que hoy se le fuera notificada la resolución firme del tercer grado.

Viñals, también ha explicado que si el accidente se hubiese producido de la misma manera en España, tanto los hechos, como lo que fue juicio, “no hubiera pasado de una mera fase de instrucción”, ya que en Cuba, según puntualiza, no se pudo probar la velocidad a la que iba de forma “técnica” y “objetiva”.

También, añade que en España “Ángel hubiera tenido que ser indemnizado” por el Estado “por no encontrarse la vía señalada de una forma adecuada”.

Por otra parte, ha recordado que a Carromero se le deben aplicar ahora las normas penitenciarias españolas porque así lo establece el convenio suscrito entre España y Cuba en 1998. No obstante, ha aclarado que “hay un deber de notificación o de información” a Cuba, ya que fue el estado en donde se produjeron los hechos.