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Una mexicana quiere ser la alcaldesa de los “sin voz” en la capital de Utah

Mexicana quiere ser la alcaldesa de los "sin voz" en la capital de Utah

EFE

Denver (EE.UU.) —

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La mexicana Luz Escamilla quiere ser la próxima alcaldesa de la capital del conservador estado de Utah (EE.UU.), Salt Lake City, y se presenta como “representante de la clase trabajadora” y de aquellos que no “tienen voz” y todavía tienen la esperanza de que el “sueño americano todavía existe”.

“La diferencia con los otros candidatos que están en la campaña (por la Alcaldía) es que a mí me ha tocado luchar y levantarme como inmigrante, como madre, como mujer y como demócrata en un estado que no siempre da preferencia a personas con esas identidades”, dijo la candidata en entrevista telefónica con Efe.

Actualmente con 42 años, la mexicana llegó a Estados Unidos en 1996 para estudiar en la Universidad de Utah, donde primero completó un bachillerato en Marketing y luego una maestría en Administración Pública.

En 2009 fue elegida como senadora estatal por el Distrito 1 de Utah, que incluye sectores de Salt Lake City, un cargo que hasta ahora ocupa.

Además, fue coordinadora de Diversidad del Concilio Estatal contra la Violencia Doméstica y miembro de la Oficina de Asuntos Étnicos de Utah, así como vicepresidente del Banco Zion. Actualmente es miembro de numerosas organizaciones locales y nacionales.

Escamilla se define como alguien que “trabaja para avanzar”, que “no tiene miedo del trabajo fuerte” y que “habla por los que no tienen voz”.

Su meta, dijo, es “terminar con la pobreza intergeneracional” que lleva a que las personas que ella actualmente representa en el senado estatal queden sin representación política adecuada, porque se considera que no aportan “ni votos ni dinero”.

“Se puede quebrar ese ciclo de pobreza si el Gobierno se compromete a invertir en nuestras comunidades, porque toda inversión en los jóvenes rinde buenos intereses”, sostuvo.

“La inversión 'verde' mejora la calidad de vida de todos nosotros”, puntualizó la demócrata, cuya meta es que Salt Lake City, la capital estatal, use el 100 % de energía renovable en 2032.

Escamilla agradece a su abuela, quien “tuvo un papel importante! en su vida, y a su padre, fallecido hace un año, por haberle enseñado la ”pasión de ayudar a otros“, una actitud que, según aclara, lleva en su ”genética“.

Su abuela participaba activamente en la política mexicana, aunque crió nueve hijos y vivió en una época en la que la política no estaba abierta a la participación de mujeres.

Su padre, el primero de su familia en llegar a la universidad, la instó a nunca olvidarse de la comunidad en la que había nacido y crecido.

En conjunto, su familia le enseñó “el compromiso de hacer la vida mejor para las otras personas”.

“Esto me impulsó a involucrarme desde joven en tareas que no eran tan fáciles. Vine a Estados Unidos a estudiar, pero también para ayudar. Cuando uno es un servidor público, se abren las oportunidades de ayudar”, aseveró.

Escamilla confía en que llegará al puesto de alcaldesa por cambios demográficos que se han dado en Salt Lake City.

Allí, uno de cada tres residentes (son 200.000 en total) es de un grupo minoritario. La ciudad es “más diversa y progresista” que Utah en general y, por eso, “está lista para elegir a una latina”, augura Escamilla.

La actual alcaldesa, Jackie Biskupski, primera persona abiertamente LGBT en ocupar ese puesto, anunció este mes que no buscará la reelección debido a una “situación familiar seria y compleja”.

“En Salt Lake City todos son bienvenidos y somos responsables por nuestro propio crecimiento, pero necesitamos líderes para unirnos. Yo no complico las cosas. Todo, excepto la muerte, tiene solución”, dijo Escamilla.

La demócrata es consciente de no tener en sus manos “todas las soluciones”. “Pero conozco a gente que entiende los problemas y encuentra soluciones”, agregó.

“Lucho por unir, no por dividir. La gente está cansada. Yo tengo hijos y tengo que ser un modelo para ellos, porque Salt Lake City tiene un gran futuro económico”, agregó.

En su modo de ver las cosas, a multimillonarios proyectos como los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno en 2030, para los que Salt Lake City fue seleccionada por el Comité Olímpico deEstados Unidos, deben sumarse “pequeños negocios que respalden la economía local”.

“Podremos hacer las cosas con tranquilidad y rectitud. Con trabajo duro, tendremos los votos, a pesar de lo que (...) sufrimos con el presidente (Donald Trump). Pero desde Salt Lake City enviaremos un mensaje al mundo de que el sueño americano y la esperanza todavía existen”, apuntala.

Con la ayuda de su esposo, Juan Carlos Escamilla, exmiembro de la Legislatura de Arizona y exalcalde de San Luis, de su familia y de un equipo de campaña “de primer nivel”, el siguiente objetivo de la demócrata es ganar las elecciones primarias en agosto, paso previo a las elecciones de noviembre.

Francisco Miraval

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