Sigourney Weaver: “Las empresas tienen una sola idea: la codicia y obtener todo lo que puedan”

James Cameron le regaló a Sigourney Weaver su primera nominación al Oscar. Fue por la secuela de Alien, que el director rodó en 1986 y que colocó a la Teniente Ripley en la senda de los premios. Cameron solidificó un personaje que ya era mítico en su primer filme, dirigido por Ridley Scott, y lo convirtió en leyenda. Comenzó entonces una amistad que se alargaría durante décadas, pero que tardó demasiado en juntarles de nuevo en un filme.

Lo hizo en Avatar, en 2009, donde Weaver daba vida a una de las científicas que ayudaba a los Naavi en la epopeya de ciencia ficción pergeñada por Cameron y que se convirtió en una de las películas más taquilleras de la historia. A pesar de que su personaje, la doctora Grace, fallecía en la primera entrega, Cameron se las apañó para hacer que Weaver volviera dando vida a un Naavi adolescente, lo que permitió a la actriz jugar y divertirse en los universos inventados de Pandora.

Recupera el personaje en esta tercera entrega que promete arrasar en taquilla pero que, de momento, pone una pausa en la franquicia. Cameron ya ha dicho que si hace mucho dinero volverá a rodar películas de Avatar, algo que a Weaver le parece bien, aunque prefiere centrarse, de momento, en acabar con esta película que potencia los elementos políticos de este taquillazo que habla de colonialismo, guerra y refugiados bajo su cáscara de blockbuster.

¿Qué crees que esta tercera película ofrece a los fans, qué la diferencia de las anteriores?

Le ofrece todo. Es como una cena de cinco platos. Es una emocionante aventura física estar en el cine y experimentar Avatar en tan buen 3D. Realmente te transporta a otro mundo. Y también te reencuentras con la familia Sully, quienes, francamente, están pasando por momentos difíciles tras la pérdida de un hijo, y mucho de lo que está sucediendo en la Tierra y en Pandora parece conectar entre sí. Estamos en una época de guerra, y muchos refugiados y las relaciones raciales están bajo mucha presión. James Cameron es un escritor muy hábil, pero realmente escribe con el corazón. Hay mucho de su corazón en esta película. Para los actores ha sido un privilegio increíble poder explorar esta escritura y estos personajes de una manera en la que nos sentimos tan protegidos, porque su prioridad es respetar nuestro trabajo. Y la tecnología viene después.

Eso es algo que tiene James Cameron, que nunca ha tenido miedo a hacer un gran taquillazo con un claro mensaje político.

Absolutamente. Creo que lo maravilloso de Avatar es que es un verdadero entretenimiento, pero creo que espera que podamos pensar también en nuestro propio planeta.

Esta película recupera la sensación de quedarse hipnotizado ante la pantalla grande, ¿cree que es importante una película como Avatar, que nos reúne en tiempos tan convulsos?

Sí, de hecho creo que es sanador para nosotros unirnos ahora en estos tiempos difíciles. Y también es muy energizante en términos de nuestra relación con nuestros semejantes. Las corporaciones tienen una sola idea: la codicia y obtener todo lo que puedan. Lo vemos en mi país. Pero también en todas partes. Acabo de formar parte de un grupo que ayudaba al 30x30, esto es que busca proteger el 30% del océano para 2030. Hemos firmado un tratado para convertirlo en ley. Ya es ley en algunos sitios, pero esperamos que más países la firmen. Cuando ves Avatar serás mucho más consciente de cómo debemos proteger a nuestros semejantes y a nuestro planeta. Sin el océano, estamos muertos.

¿Es optimista? ¿Cree que el cine puede ayudar a cambiar las cosas?

Sí creo que puede ayudar. Sobre todo si te saca de casa, de tu zona de confort, y de estar mirando tu teléfono. Ofrecemos una experiencia muy pura. 

Cuando ves 'Avatar' serás mucho más consciente de cómo debemos proteger a nuestros semejantes y a nuestro planeta

Sigourney Weaver — Actriz

James Cameron siempre ha creado personajes femeninos muy poderosos en sus películas, Avatar no es una excepción.

Sí, lo hace desde sus inicios. Y si ves sus obras de arte de la infancia, que la Cinemateca exhibió hace dos años, ya dibujaba a esas mujeres. Esa es una de las razones por las que me encanta trabajar con él. Creo que también es uno de los mejores guionistas del cine. Lees lo que ha escrito y piensas: “¿Cómo va a hacer esto?, ¿cómo va a hacer aquello?”, pero luego es una experiencia increíble.

¿Cree que Avatar ha cambiado de alguna manera la historia del cine?

Es una pregunta interesante. Creo que estamos atravesando un momento difícil para el cine después de la COVID-19. Todavía no lo hemos superado. Ahora tenemos la costumbre y es más fácil ver las cosas desde casa, más cómodo. Estoy seguro de que estarás de acuerdo en que ir al cine cada semana, cada fin de semana, y ver una nueva película, era un pasatiempo que la gente apreciaba mucho. Y si Avatar puede ayudar a que la gente vuelva a esa experiencia… Ojalá más gente como Jim hiciera películas tan ambiciosas, porque creo que realmente las necesitamos y podemos crearlas.

¿Es difícil trabajar con la captura de movimiento o uno se olvida de todas esas bolitas pegadas al cuerpo?

Creo que el tiempo en que te preocupas por la cámara dura unos diez minutos. Luego es como un ensayo teatral donde solo estás tú y tus compañeros actores en un escenario vacío, y tu director está ahí mismo. Es una experiencia actoral muy pura, porque no tenemos todas las limitaciones del cine. Esperando a que salga el sol, a esto o a lo otro… O intentar cubrir todo desde todos los ángulos. Tenemos libertad para explorar estos personajes. Para mí, interpretar a Kiri es un mundo en el que puedo entrar y experimento realmente el mundo de Pandora.

¿Está abierta a hacer más películas de Avatar si James Cameron se lo pide?

Sí. Creo que sería maravilloso continuar con la saga. Pero, ya sabes, ahora mismo nos estamos concentrando en esta. Y si tenemos que terminar con esta, terminaremos con una película excelente.