Cospedal, Mato, Hernando y Rudi, candidatos al Premio Corazón de Piedra 2013

Y los nominados son…

–Ana Mato. Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. “Por su personal insensibilidad y porque su único cometido al frente del Ministerio ha sido recortar, destruir y demoler políticas sociales, sin un solo impulso o innovación”.

–María Dolores de Cospedal. Presidenta de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. “Por su obsesión por desmontar políticas sociales, con especial dedicación a aquellas dirigidas a las personas más vulnerables”.

–Luisa Fernanda Rudi. Presidenta del Gobierno de Aragón. “Por la aplicación del gobierno que preside en desmontar el Sistema de Atención a la Dependencia, y añadir un destacable punto de crueldad al culpar de sus malos resultados a los fallecidos y extender sospechas continuas de fraude hacia los cuidadores de las personas en situación de dependencia”.

Y… –último, pero no con menor mérito– Rafael Hernando. Portavoz adjunto del Partido Popular en el Congreso. “Por su descaro y crueldad al decir que son los padres los responsables de la situación de los niños y niñas que padecen dificultades de alimentación por su situación económica”.

… Todo serán nervios, emoción, expectación mediática y valerianas el próximo 25 de octubre, en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid (Juan Bravo, 6): el marco (incomparable) que tendrá el honor de acoger la gala de entrega del I Premio Corazón de Piedra: un providencial galardón, pergeñado por la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, que viene a reconocer al fin “la trayectoria y actuaciones más destacadas por su falta de sensibilidad en materia social y su desprecio hacia las personas más necesitadas” durante el último año en España.

Se trata de una iniciativa de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales (AEDGS), quienes, tras casi dos décadas otorgando su Premio anual a instituciones, personas y medios de comunicación comprometidos con la labor social (comprometidos a favor), se han visto moralmente empujados a hacer justicia también con un sector flagrantemente ninguneado en este tipo de eventos: el de aquellos que ponen toda su fe, desvelos y energías en “desmantelar” el sistema de asistencia pública español. “Es necesario –argumentan en el anuncio de su web– que se reconozca a las personas que muestren mayor insensibilidad y cuyas opiniones o actuaciones produzcan más desamparo y sufrimiento a las personas y familias, especialmente en situaciones tan graves como las que estamos viviendo”.

No era para menos: y es que, si algún jurado está en condiciones de destacar con mayor criterio a los máximos referentes de la “destrucción de la asistencia pública” en España, ésa es la AEDGS: creada en 1994, aglutina a más de doscientos profesionales repartidos por todo el país, entre psicólogos, trabajadores sociales, sociólogos, educadores y abogados, con experiencia contrastada en la gestión de viviendas tuteladas, centros de personas mayores, de acogida a inmigrantes, de atención a personas con discapacidad… La Asociación, además, “propone ideas y soluciones creativas a la administración y a las empresas del sector”, y sobre todo “sirve de guía a los distintos profesionales que necesitan asesoramiento en materia de servicios sociales”.

Su presidente, José Manuel Ramírez Navarro (trabajador social él mismo con casi dos décadas de actividad, hasta hace bien poco), ha explicado a eldiario.es/andalucia que fue “muy difícil” el proceso de nominaciones en el seno de la Asociación, para lo cual ésta pidió incluso la colaboración de sus amigos de Facebook con el fin de llegar al mayor consenso posible. Finalmente, tres candidatas se impusieron al resto de aspirantes: Rudi, Cospedal y Mato… A quienes se sumó in extremis, y con total justicia, Rafael Hernando, cuyas declaraciones a cuenta de la alarmante malnutrición de niños en España (“la culpa es de los padres”, vino a decir) llamaron forzosamente la atención de este premio por lo excepcionalmente “escatológicas”, según Ramírez.

Los resultados se harán públicos el viernes 25 de octubre, durante un “acto solemne” encuadrado en el XX Congreso anual de la Asociación, y celebrado esta vez en la sede de la APM con la asistencia –o así se espera– de “todos los candidatos”. El premio consistirá en “un diploma y trofeo al ganador” (un exquisito y literal corazón de piedra valorado en 423,67 gramos de masa), así como “diploma a los candidatos que no resulten ganadores”. En caso de que alguno de los nominados no pueda asistir personalmente a recoger su galardón, “les será entregado en el lugar que ellos mismos determinen, y, si tampoco fuera posible, se les enviará por mensajería”.

Toda persona interesada en votar puede hacerlo, hasta el día 25, a través de distintas opciones virtuales: enviando un e-mail a directoressociales@hotmail.com con el nombre elegido de entre los cuatro nominados; manifestando su opción favorita en el muro de la página de Facebook Premios Corazón de Piedra; o por Twitter (#premiocorazondepiedra + @Ascdiresociales + nombre del nominado escogido).

La demolición controlada de la dependenciademolición controlada

Pero el acto del día 25 no servirá sólo para desvelar al flamante Corazón de Piedra 2013 y a los premiados en positivo, sino también para presentar, en palabras de José Manuel Ramírez (y en compañía de personas de gran relevancia pública), un análisis “sobre el Estado social de la nación”, con el objetivo de hacer hincapié en la siniestra realidad que las políticas asistenciales, con la derogación “silenciosa” de la Ley de Dependencia como punto clave, están causando ya a miles de personas: “La dependencia se muere por inanición con el decreto-ley de julio del año pasado”, asegura Ramírez. “Se trata de un cambio de modelo global, de eliminar un sistema de seguridad y servicios sociales y derivar a la beneficencia a la gente que no pueda permitirse un seguro privado”. Algo que acabará provocando, calculan, que “más de dos millones y medio de usuarios” dejen de recibir estos servicios.

“Las consecuencias –advertían en un comunicado del pasado julio– no pueden ser más graves: el abandono de las personas y familias más afectadas por la crisis, en unos momentos de auténtica emergencia ciudadana, y la amenaza de ruptura de la cohesión social, ya que los servicios sociales se han mostrado especialmente eficaces para evitar que muchas personas den el dramático paso de la pobreza a la exclusión, como puso de manifiesto recientemente el Índice DEC al demostrar la correlación entre el incremento de la pobreza con el desarrollo de los servicios sociales en cada Comunidad Autónoma”.

Según los últimos datos de la Asociación, entre agosto y septiembre pasados se observaron “150 beneficiarios menos cada día en el Sistema de Dependencia”. “Cada diez minutos se deja de atender a un beneficiario de la Ley y cada media hora se despide a una trabajadora del Sistema”, aseguran, acusando asimismo al Gobierno de “mentir pretendiendo haber reducido la lista de espera, jugando con los datos y ocultando las restricciones de acceso y el abandono a las personas”, algo que consideran “sencillamente vergonzoso”.

“En definitiva, las medidas de reforma adoptadas por el Gobierno están teniendo como resultado inequívoco la trágica desatención a las personas en situación de dependencia y a sus familias. Lo que es inadmisible, insultante y cruel es revestir de eufemismos como mejora o sostenibilidad lo que no es más que la destrucción planificada del sistema”.