Salud pública
Andalucía ultima un concierto millonario con la sanidad privada para resolver el aumento de pacientes de salud mental
El Sistema Andaluz de Salud (SAS) tiene preparado el borrador de dos convenios marco para concertar con la sanidad privada la derivación de pacientes de salud mental y enfermos pluripatológicos antes de final de año. El presupuesto estimado de ambos acuerdos, aún por licitar, superará los 30 millones de euros, confirman fuentes de la Consejería de Salud.
Estos dos últimos convenios se suman al que licitó el SAS la semana pasada, con un presupuesto de 734 millones de euros para concertar operaciones quirúrgicas y pruebas diagnósticas con varias clínicas privadas durante un periodo máximo de cuatro años. El objetivo es el mismo: reducir las “abultadas” listas de espera de pacientes para operaciones quirúrgicas y pruebas diagnósticas, unos datos que el departamento de la consejera Catalina García lleva más de un año sin publicar aludiendo a “un problema técnico”.
La situación en Salud Mental es especialmente crítica por el déficit endémico de personal y recursos, algo que ha denunciado reiteradamente el Defensor del Pueblo Andaluz. El número de consultas en Psicología Clínica y Psiquiátrica se ha disparado tras la pandemia de coronavirus en Andalucía, así como la necesidad de contar con un “colchón” para la atención de enfermos crónicos y con diversas patologías en algunas provincias.
El SAS ultima ambos convenios, que prevé licitar en las próximas semanas, para tener a mano “un instrumento jurídico con el que derivar a pacientes a clínicas privadas en caso de que sea necesario”, evitando improvisar un contrato de emergencia o una licitación ordinaria (que requiere una gestión media de nueve meses).
El convenio es especialmente “urgente” para atender el aumento de problemas de salud mental, donde los recursos de la sanidad pública siempre han sido deficientes, sobre todo por la falta de personal especializado en zonas rurales. El segundo acuerdo marco que ultima el SAS da respuesta a la demanda de algunos municipios, como Jerez de la Frontera (Cádiz), que llevan años reclamando estancias para pacientes de edad avanzada, crónicos o pluripatológicos.
Un 18% más de pacientes en dos años
En 2018, se atendió en primera consulta a 113.416 pacientes por problemas mentales, emocionales y conductuales. A finales de 2021, la cifra se había incrementado un 18,21%, hasta las 134.076 consultas en toda Andalucía. En el primer semestre de 2022 -último dato proporcionado por el SAS- se registraron 87.939 pacientes, una tendencia al alza agudizada por el impacto de la pandemia en niños y adolescentes (el suicidio es la primera causa de muerte violenta en Andalucía: de más de 5.000 tentativas registradas en Urgencias hospitalarias el año pasado, 392 eran menores).
En Andalucía hay 26 Unidades de Gestión Clínica de Salud Mental, que cuentan con 592 psiquiatras, 396 psicólogos clínicos y 220 enfermeras especializadas. Esta plantilla sitúa la tasa asistencial andaluza, para una población de 8,5 millones de habitantes, muy por debajo de la media nacional y europea.
Andalucía dispone de 4,56 profesionales de psicología clínica por cada 100.000 habitantes, frente a los seis que existen de media en España; 15 en Francia o 41 en Alemania; y 6,70 psiquiatras por cada cien mil habitantes, mientras que la media española es de 15 profesionales; según datos de la Federación Andaluza de Salud Mental, que aglutina a 19 asociaciones y 60 delegaciones en esta comunidad autónoma.
Con el nuevo convenio marco para Salud Mental, el Gobierno andaluz quiere concertar, sobre todo, estancias para pacientes en hospitales o clínicas privadas que dispongan de un ala habilitada para la atención psiquiátrica (con sistemas y personal de seguridad, ventanas con cierre, etc.).
El SAS dispone de una red de centros sanitarios que ofrecen atención especializada e integral para personas que padecen problemas de salud mental, compuesta por varios dispositivos: atención ambulatoria; dos unidades de trastornos de la conducta alimentaria en Sevilla y Málaga; unidades de hospitalización para crisis agudas; unidades para niños y adolescentes...
Los recursos públicos se han visto saturados tras la pandemia de la Covid-19. Entre 2021 y 2023, la plantilla de profesionales creció un 12% (318 más), hay 78 nuevas plazas de especialistas de área de Psicología Clínica en Atención Primaria y se han invertido más de 14 millones de euros en infraestructuras sanitarias, según datos aportados por la Consejería de Salud.
La oposición de izquierdas ha sido muy crítica con el Gobierno de Juan Manuel Moreno por los acuerdos de concertación con clínicas privadas, que califican como una suerte de “privatización encubierta de la sanidad pública andaluza”. También han afeado a la consejera de Salud su resistencia a hacer públicos los datos de listas de espera desde hace más de un año.
El único dato actualizado es el que el Gobierno andaluz remitió al Ministerio de Sanidad en junio de 2022 -casi 172.000 pacientes en espera de una intervención quirúrgica y 906.000 aguarda consulta con un especialista, la tasa más alta de España- pero son cifras globales de toda la comunidad que no retratan la situación por provincias y centros. CCOO publicó la semana pasada un informe que contabiliza a 200.000 los andaluces esperando por una operación o un diagnóstico.
Barómetro de Infancia
La segunda edición del Barómetro de Opinión de la Infancia y la Adolescencia elaborado por Unicef, fruto de la investigación realizada por un equipo de la Facultad de Psicología de la Universidad de Sevilla entre septiembre de 2020 y abril de 2021, recogió las opiniones de 8.648 niños, niñas y adolescentes de 109 centros educativos de toda España. El número de niños y niñas que manifestaron sentirse solos ha aumentado en 8 puntos porcentuales (se sitúa en el 39,4%, frente al 31% de la anterior edición) y los que sienten bastante, mucha o muchísima, tristeza se han incrementado en 10 puntos (del 50,8% en 2019 al 61% en 2021).
Un total de 4.682 escolares andaluces entre 11 y 18 años participaron. Preguntados por cuánto de satisfechos están con su vida, los niños y adolescentes andaluces muestran un nivel medio-alto de satisfacción con un 7 sobre 10. Sin embargo, hasta un 21,1% declara sentirse triste siempre o casi siempre, o sentirse solo (14,7%). “El agravamiento del bienestar emocional de nuestros niños y niñas pone de manifiesto la urgencia de una estrategia de salud mental infantil y adolescente que atienda de manera específica sus necesidades”, reclama Unicef Comité Andalucía.
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