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Si hubieran sido autonómicas, el arco parlamentario de Andalucía tendría cinco partidos por primera vez

El Parlamento andaluz pide retirar la ley del aborto con la oposición del PP

Olga Granado

No es 100% fiable porque, para empezar, en las europeas hay circunscripción única y no por provincias, pero si el pasado 25 de mayo hubieran sido autonómicas, los resultados habrían dejado, por primera vez en la historia del Parlamento de Andalucía, escaños para cinco fuerzas y ninguna de ellas con mayoría absoluta: el PSOE-A sería el primero, con 51 diputados; el PP-A, segundo con 35; IU, igual que ahora, con 12; UPyD se estrenaría, con seis; y Podemos, otro tanto, con cinco. El PSOE-A, por tanto, estaría abocado a repetir el pacto con IU o a intentarlo con Podemos, o quizá con ninguno de los dos, sino a llegar a acuerdos puntuales con los partidos a su izquierda para gobernar. Este reparto es aproximado, teniendo en cuenta la polarización del voto en los minoritarios, dado que necesitan un 5% por provincia, pero se acerca bastante a lo que habría resultado de estas elecciones, según los expertos consultados.

Y es que estas europeas, después de más de dos años sin comicios, han tenido forzósamente una lectura en clave nacional, y por supuesto regional. En Andalucía especialmente porque los tres principales partidos estrenaban líderes y para ellos era la primera ocasión de batirse en las urnas aunque ninguno fuera en las candidaturas. El resultado ha sido una Susana Díaz al frente del PSOE-A logrando la victoria para estas siglas después de tres elecciones consecutivas perdiendo su partido, pero a costa de los peores resultados para los socialistas en la comunidad autónoma; un PP-A que de ser ganador por la mínima con Javier Arenas ha perdido esa herencia con su nuevo líder Juan Manuel Moreno, tras apostárselo todo al decrédito a costa de la guerra sucia de la corrupción de sus rivales; y una IU con un Antonio Maíllo que todavía no es candidato pero corre hacia ello tras haber conseguido la coalición de izquierdas duplicar sus votos este domingo.

Este análisis lo están haciendo actualmente las dos fuerzas mayoritarias, y también IU, de cara a evaluar qué supondría para cada una un adelanto electoral en la comunidad autónoma. De hecho, las europeas han sido la antesala de las municipales y, en Andalucía, el termómetro para un posible anticipo de las autonómicas en ese interés que nadie niega a la presidenta Susana Díaz por buscar su ratificación por las urnas, dado que fue investida por la renuncia de su predecesor José Antonio Griñán. Sin embargo, si hace unos meses todos hablaban de esa posibilidad como algo dado por sentado, hoy se hace de manera más comedida. En cualquier caso, la última palabra es de la presidenta.

Desde IU, su coordinador regional comentaba este lunes que a ellos les conviene, pese a que prácticamente se mantendrían en los 12 diputados que tienen ahora coin el resultado del 15M. Sin embargo, Antonio Maíllo calcula que su formación lograría “más del 20% de los votos en elecciones autonómicas” y aumentaría su representación. Es más, incluso se muestra “sorprendido” por la lectura que hace el PSOE-A, que ha ganado con poco más de nueve puntos de ventaja sobre el PP-A, “peor no ha superado los resultados logrados por José Antonio Griñán”. De todas maneras, el líder de IU insiste en que estos “extraordinarios” resultados no les tientan y quieren finalizar la legislatura: “Somos gente seria, tenemos un proyecto de largo alcance y queremos cumplir con el programa porque lo más importante en política es ser útiles”.

Desde el PSOE-A, su secretario de Organización, Juan Cornejo, calculaba este lunes que su formación “habría obtenido más de 50 diputados”, pero reconocía no haber hecho el cálculo. Lo cierto es que salen 51, lo que supone cuatro más que ahora y uno más de los que tienen los populares (50), que fueron la fuerza más votada en 2012. “De descalabro” calificaba por ello el resultado para los populares.

Y realmente para éstos sí que lo son porque se quedarían en 35 diputados tras haber cosechado los mejores resultados de su historia con Javier Arenas. De hecho, la pregunta es: ¿continuarán los populares -como lo han hecho pleno tras pleno- enarbolando la bandera de que son la principal fuerza de Andalucía después de lo ocurrido el 25M? Juan Manuel Moreno no ha convencido y lo más duro será encajar que incluso ha perdido en su provincia, Málaga, lo que no ocurría a los populares desde las generales de 2008. O desde 1991, si hablamos de las municipales. O desde 1989, si comparamos con otras europeas.

La secretaría general del PP-A, Dolores López, insistía en la jornada de resaca que los resultados de estos comicios “no son extrapolables a ningún otro”, sean municipales, estatales o autonómicos. “Esto no es un plebiscito a la gestión de Susana Díaz ni a 32 años de socialismo”, subraya. Su lectura no es que se haya castigado al PP-A, sino que los votantes no han entendido muchas de las “difíciles” medidas adoptadas por el Gobierno de Mariano Rajoy. Ha destacado la “innegable aportación” del PP-A, con un 17% de los votos cosechados por los populares el pasado domingo y se ha mostrado convencida de que en cuanto la gente note que la “recuperación económica está consolidada”, el PP-A podrá “movilizar” mejor a su electorado. En este sentido, se ha mostrado preocupada por el correctivo encajado por el bipartidismo y ha hablado de un ascenso de los “partidos extremistas”. Y ha lanzado también un aviso a los socialistas: en 2009 ganaron las europeas, pero luego “perdieron las generales, las municipales y las autonómicas”, por lo que ha animado a no confiarse.

De todas maneras, el PP-A ya no dice tan tajantemente que en Andalucía habrá elecciones en otoño. “No sabría responder porque Susana Díaz está tan sumamente centrada ahora en lo que está ocurriendo en Ferraz”, ha respondido a las preguntas de la prensa este lunes. Es más, ha dicho que no cree siquiera que la presidenta pueda siquiera en estos momentos “preocuparse de Andalucía ni plantearse una hipotética convocatoria de elecciones”.

En cualquier caso, la gran novedad en este Parlamento de Andalucía sería la entrada en escena de UPyD como cuarta fuerza -pero que nunca sería suficiente para formar una alianza de la derecha por la debacle de los populares- y Podemos, como quinta. En cambio, el PA, pese a que ha mejorado sus resultados con respecto a las europeas de 2009, no podría volver a entrar en un Parlamento de Andalucía cuyos asientos ya saboreó e incluso compartió gobierno con los socialistas.

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