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El lenguaje político sube el tono con la corrupción: del “caiga quien caiga” al “asco”

Francisco Granados, ex secretario general del PP de Esperanza Aguirre, detenido en la 'Operación Púnica'.

Javier Ramajo

Mientras en el Gobierno no ven “necesario” que Mariano Rajoy dé la cara el próximo miércoles en un Pleno extraordinario sobre la corrupción que azota a su partido, el lenguaje político se está endureciendo desde dentro contra la mancha de las corruptelas que asolan en los últimos tiempos el país, también desde Andalucía. Será la expresión de la indignación ante la espiral de corrupción creciente o la necesidad de mostrarse cada vez más contundentes ante la desacreditación política que implican estos casos que día sí día también abren las páginas de los periódicos. O las dos cosas.

En cualquier caso, es un hecho que las palabras van subiendo de tono y del “caiga quien caiga” y del recurrente “respeto por las decisiones judiciales” se ha pasado, tan solo con observar algunas valoraciones de líderes políticos este mismo miércoles, al “asco” por una corrupción que “apesta”, que “encabrona” a más de uno y contra la que no bastan los perdones.

Los dirigentes regionales de PSOE y PP coincidían en sendos actos informativos en Madrid el día después de que el presidente del Gobierno pidiera disculpas a los españoles por haber situado en puestos a personas que no eran dignos de ocuparlos. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, pensaba más en hechos que en perdones, en el marco de su conocido discurso de ser “implacable” contra la corrupción. “Ya está bien de pedir perdón, la palabra de los políticos tiene muy poca credibilidad para los ciudadanos”, insistía al hilo de las declaraciones de Rajoy.

Juan Manuel Moremo Bonilla iba más allá y ponía nombre al sentir general, como el día previo hizo Rajoy al señalar que compartía “la indignación y el hartazgo” de los ciudadanos ante la “acumulación” de escándalos:

Al hilo de las palabras de Rajoy, los reproches contra la corrupción han ido subiendo de tono. El predecesor de Moreno Bonilla en la presidencia del PP-A, el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, también se mostraba contudente desde su perfil de Twitter:

Antonio Maíllo, coordinador de IULV-CA, parecía alinearse con la posición de su socio de gobierno en la Junta a la hora de establecer la necesidad de ir más allá de las disculpas, a cuenta del penúltimo gran escándalo, el de la 'Operación Púnica':

También este miércoles, aludía en rueda de prensa al mal olor que levanta la aparición de casos de corrupción en el partido que gobierna en España:

El líder de UPyD en Andalucía, Martín de la Herrán, también optaba por menos palabras y más actuaciones contra la corrupción:

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