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De Manuel Chaves a Susana Díaz: los otros fundidos a negro de Canal Sur

Paro en la programación de Canal Sur y convocado un consejo de administración extraordinario de la RTVA

Consuelo Durán

25 de diciembre de 2020 22:18 h

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La huelga de dos días esta semana en Canal Sur ha impactado por coincidir con el sorteo de la Lotería de Navidad y con el debate de los presupuestos en el Parlamento de Andalucía, pero no ha sido la huelga más larga, ni la primera en interrumpir informativos o momentos políticos señalados. Ni son el PP y Ciudadanos los partidos castigados por una plantilla que miraba para otro lado cuando gobernaba el PSOE, ni tampoco son los primeros que encajan dos el mismo año.

Un rápido repaso a lo ocurrido en la última década permite ver cómo la televisión autonómica se ha ido a negro y la radio se ha quedado muda prácticamente cada dos años -todos los pares-. Y lo ha hecho tanto por exigencias estrictamente laborales como más generales, como ha sido este caso, en el que se ha salido en defensa de un servicio público amenazado por un recorte millonario en su presupuesto, 10 meses después de otros paros -el pasado mes de febrero- que cortaron varias horas la emisión para exigir contrataciones en una empresa pública que lleva más de 12 años sin oposiciones y sin cubrir las vacantes.

De hecho, esta vez le ha tocado a Juan Manuel Moreno como presidente, pero todos sus predecesores Susana Díaz, José Antonio Griñán y Manuel Chaves han encajado protestas en la empresa pública.

2010

Un buen ejemplo para empezar puede ser el de hace 10 años. Durante la presidencia de Manuel Chaves Canal Sur estuvo más de ocho horas con una carta de ajuste con motivo de la huelga general convocada por los sindicatos UGT y CCOO en 2010 contra la reforma laboral de José Luis Rodríguez Zapatero. En aquella ocasión, como en esta, se mantuvieron los informativos reducidos en la televisión, y también en la radio, pero no se retransmitió el partido de la Champions League Valencia-Manchester United y se tiró de programas enlatados.

2012

Dos años después, en 2012, hubo tres huelgas que afectaron a Canal Sur, con José Antonio Griñán como presidente de la Junta de Andalucía. Primero, en febrero, por el despido de 35 interinos, cuando la programación se vio interrumpida varios días durante un par de semanas con el negro en televisión y el silencio en la radio. Ese año, en octubre, hubo otra huelga por el cierre del segundo canal de la televisión, Canal Sur 2, por falta de presupuesto, Esa vez, además, la plantilla protagonizó concentraciones en todas las provincias, la más masiva a las puertas del hotel donde tenía lugar “el congreso federal del PSOE en Sevilla, donde salió reelegido Alfredo Pérez Rubalcaba”, como recuerda Joaquín Távora, de la sección sindical de CCOO en la RTVA, sindicato que preside el Comité Intercentros. Y finalmente, con la huelga general del 14N se vio también suspendida la programación unas horas, como ocurrió en casi todas las televisiones autonómicas, esa vez contra la reforma laboral de Mariano Rajoy.

2014

En 2014, con Susana Díaz en San Telmo, se vivieron otros momentos muy tensos con la plantilla de la RTVA con motivo de la negociación del convenio colectivo, que ya en la recta final de 2013, cuando estrenaba investidura, le habían regalado pitos y abucheos a la socialista. Ese año hubo tres apagones seguidos de varias horas en mayo, incluido uno que coincidió con el cierre de la campaña de las elecciones europeas. Susana Díaz, de hecho, se vio privada de la posibilidad de mandar su mensaje de apoyo a Elena Valenciano pidiendo el voto para el PSOE, como tenía previsto.

2016

Fue un año de daños colaterales. Más de 120 días de huelga sumaron los intérpretes de lengua de signos de Canal Sur. Sin ser trabajadores de la RTVA, “Sin ser personal directo, contaron con nuestro apoyo”, recuerda Távora en relación a este colectivo que denunciaba malas condiciones laborales. No provocaron un negro en su caso, pero la información a las personas con sordera se vio limitada a subtítulos durante esa movilización.

2018

Ese año la cadena se fue a negro en su informativo de primera hora, Buenos días, Andalucía con motivo de la huelga feminista del 8 de marzo que marcó una reactivación de la celebración del Día Internacional de la Mujer. La adhesión del Comité Intercentros de Canal Sur a la convocatoria de paros realizada por los sindicatos de clase y el movimiento feminista interrumpió la programación, si bien en aquella ocasión hay que reconocer que la convocatoria contaba con la simpatía de la todavía presidenta de la Junta de Andalucía Susana Díaz, y coincidió con apagones en programas de varias cadenas a la misma hora y por las mismas razones.

Pero la propia Díaz se vio luego cuestionada por una campaña iniciada en la recta final de su mandato cuando la televisión se fue a negro, pero de otra manera: los trabajadores iniciaron la campaña “Miércoles al sur” por la que sus presentadores se vestían de negro contra la manipulación de los socialistas y exigiendo que les dejaran trabajar en libertad y con profesionalidad.

Sí ha habido algunas diferencias esta vez, como el hecho de que la empresa se haya negado a informar mediante algún tipo de rótulo los motivos del apagón, que haya rechazado la propuesta de una programación alternativa para evitar el negro y que el impacto de las medidas contra las que protestan los trabajadores de la RTVA van más allá de Canal Sur y se extienden a un sector audiovisual que mira con inquietud el recorte presupuestario sobre el motor para la cultura que desde hace más de tres décadas ha supuesto la empresa pública.

“Lo cierto que esta última ha sido secundada de forma masiva porque la incertidumbre, la amenaza de cierre y los niveles de manipulación y de tensión interna por la gestión de la dirección son fuertes. Hasta ahora hemos tenido muchos recortes y hemos ido viendo cómo Canal Sur se iba echando a perder. Pero nunca se nos ha señalado tan directamente. Es significativo que una empresa que no supera el 0,4% del presupuesto de la Junta de Andalucía esté encima de las mesa como condición para que sean aprobados los presupuestos por Vox. Es preocupante porque el año que viene querrán más”, concluye el representante de CCOO.

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